ENFERMO

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Había llegado el invierno, y con ello, los resfriados. Nico, acostumbrado al frío, había tomado todas las precauciones posibles para no tener que pasar por la enfermería y ser encerrado ahí vete a saber si un mes. Will, sin embargo, que como hijo de Apolo solía estar siempre bajo el sol, no fue consciente de lo que el invierno traía consigo hasta que le tocó sufrir por ello.

    -Me voy a morir - repitió Will por sexta vez en lo que llevaban de mañana. (Yo en la vida).

    Nico, que como buen novio se había quedado a cuidar de Will, ya quería tirarse por un acantilado. Si él era un paciente molesto, el rubio era otro nivel. 

    -No, Will - le aseguró Nico entre suspiros -. No va a ocurrirte nada, ¿entendido?

    -¿Estás enfadado?

    Y no solo eso. Cuando Will enfermaba, su cerebro se ponía en modo "molestar-a-Nico". El chico le había despertado porque quería un café a las cinco de la mañana, y desde entonces, no había dejado de pedirle cosas. Además, por si fuera poco, por cada palabra que Nico decía fuera de tono, los ojos de Solace se cristalizaban hasta casi derramar lágrimas. El menor ya empezaba a plantearse la idea de que Will estuviese embarazado. 

    -Will, cuántas veces tengo que decírtelo. No, no estoy enfadado, ni molesto, ni cansado de ti, ni quiero romper contigo, ni me ha contagiado Percy su estupidez, ni me ha mordido una hormiga - recitó Nico recordando todas las cosas que él rubio había insinuado.

    Espantado, el menor vio como Will volvía a tener los ojos llorosos.

    -No me hables así - el rubio enterró la cara entre las manos y empezó a sollozar. Sus hombros convulsionaban levemente, y su cabello, antes rubio, pero que con el resfriado había perdido color, estaba desparramado a los lados de su cara, lo que Nico agradeció, pues así su novio no vería como respiraba hondo para no matarle.

    Di Angelo se sentó a un lado de Will y le pasó un brazo por el cuello. Le recogió el pelo tras la oreja y se acercó a él para depositarle un beso en la mejilla. El rubio recostó la cabeza en el hombro de Nico y se secó las lágrimas.

    -Sunshine, tranquilízate si no quieres que me cuelgue de una soga - dijo Nico divertido por la cara de espanto de Will -. No voy a dejarte y tú no vas a morirte.

    30 mints después

    -Así que te ha dejado - Piper consolaba a un desesperado Will entre sus brazos.

    El rubio asintió con la cabeza mientras más lágrimas corrían por sus mejillas.

    -¿Puedo saber por qué?

    -Él dice que... - Will se frotó los ojos y miró a su amiga -. Dice que me deja hasta que nazca el bebé.

    Piper sabía que no debía reírse, pero fue inevitable. 

    -No te preocupes, Will, ya se le pasará - le aseguró la castaña.

    -No es eso lo que me preocupa - susurró el rubio -. ¡Es qué ya no tengo a nadie que me haga cafés a las cinco de la mañana! - tras esa confesión, Will volvió a recostarse en el regazo de Piper para seguir llorando por la desgracia que le ocurría.

    -¿Por qué no vas a hablar con él? - propuso Pipes - Sólo así conseguiréis arreglar las cosas.

    30 mints después

    Will encontró a Nico sentado junto a Percy a la sombra de un árbol. No parecían estar pasándola mal, pues cada dos palabras estallaban en carcajadas. Por un momento no supo si debía interrumpir.

    Cuando ya iba de regreso a la cabaña de Piper, una mano le detuvo. Percy. 

    -Eh, Will - le saludó sonriente. Intercaló miradas entre él y Nico y luego se acercó a su oído -. Ve a hablar con Nico, lleva contándome sobre ti desde que nos hemos visto - le susurró.

    El rubio no pudo evitar que una sonrisa se abriese paso por su rostro, aunque cuando el chico-pez se fue, el pensar que había sobre él que les causase tanta risa a ambos, fue inevitable.

    -Hola, sombritas - Will se sentó junto a él y le miró a los ojos.

    -¿Qué hay? 

    -No me dejes, por favor - no quería sonar desesperado, pero se moría de ganas por besar los finos y dulces labios de su fantasmita.

    El chico sonrió y le acarició la mejilla. El amor que rebosaba en sus ojos negros por poco le causa un paro cardíaco a Will.

    -No voy a dejarte, pero en serio, te pones muy pesado cuando estás enfermo - rio Nico. Tras eso, colocó una mano en la frente de su novio y la sonrisa desapareció -. Debo llevarte a la enfermería, estás ardiendo.

    -Eres tú él que me que pone caliente - murmuró Will en el oído del moreno, que se sonrojó levemente.

    -Cállate, Solace.

    4:35 a.m

    -¿Nico? 

    -¿Sí, Will?

    -Me apetece un chocolate caliente.

    -Te dejo, Solace.

Como siempre, ha salido todo lo contrario a lo que yo había pensado, pero sinceramente, me gusta más así. 

-Sí Nico y Will tuviesen un bebé (así, por la cara), cómo le llamaríais? (No vale Bianca, ya sabemos todos que si fuera chica se llamaría así).

-¿Cómo creéis que sería físicamente?

Ahora ya sí, me voy. En un par de horas puede que suba otro, nunca se sabe.

🖤✨

ONE-SHOTS SOLANGELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora