VENGANZA

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-Os arrepentiréis de esto, malditos! – gritó Lou Ellen al ver su cabaña entera pintada.

Nico y Percy rieron mientras se alejaban de la Cabaña 20, sin ser conscientes de lo que les esperaba.

Al día siguiente

    Nico había dormido fatal. Sobre las doce de la noche, había estado seguro de oír pasos, pero tras comprobar que no había nadie, no pudo volver a dormir. Así que muy a su pesar, se incorporó y fue a tomarse una ducha para después ir directo a buscar a Will.

    Sin embargo, tras salir de la ducha y verse en el espejo, por poco suelta un grito de terror puro.

    Su rostro, antes pálido y huesudo había sido intercambiado por uno moreno y que estaba seguro le sonaba de algo. Sus ojos ya no eran profundas cascadas de tinta negra, sino verdes mar. Se levantó la camiseta y una mueca de asco se pintó en su rostro al entender lo que pasaba. Ya no tenía la piel color oliva y sus medio trabajados abdominales se habían transformado en cuadrados perfectos dignos de un modelo. Pero no le gustaban.

    Miró la hora y al ver que no era muy pronto, decidió ir a ver a Percy para comunicarle lo ocurrido, antes de que Annabeth despertase al lado de un Percy con aspecto de Nico.

    Pero en la puerta le esperaba otra persona. Lou Ellen.

    -Vaya, vaya, Nico di Angelo – se burló –. Veo que ya te has dado cuenta de lo sucedido.

    -Devuélveme mi cuerpo.

    -No. Es mi venganza.

    -Te has pasado.

    -Me da igual – se apoyó contra el marco de la puerta de brazos cruzados y sonrió –. Pero no vengo a hablar de eso. Sino que estoy aquí para darte una advertencia.

    -¿Qué quieres? – preguntó Nico retante.

    -Solo que... bueno que hay algo que se me ha olvidado comentaros. A ti y al chico-pez. Y es que tras la última vez, Quirón me prhibió volver a cambiar los cuerpos de la gente, así que como se entere alguien, prometo dejarte en ese cuerpo para siempre.

    -No te atreverías.

    -¿Quieres probar?

    Nico la mató 100 veces en su mente y luego la apartó de un manotazo, para dirigirse a la cabaña de Percy.

    Al abrir la puerta, se llevó la peor imagen de su vida. Percy, ahora con su aspecto, abrazaba a Annabeth por la espalda y la acariciaba suavemente con los labios en la nuca.

    Tras tragarse sus arcadas, se acercó a su amigo y le despertó con brusquedad.

    -¿Quéeeeeee?

    -Mírame.

    Percy abrió los ojos lentamente y miró a Nico de arriba abajo, estupefacto.

    -¡¿QUÉ?!

    -Es la venganza de Lou Ellen.

    Le contó además lo que la hija de Hécate le había dicho hacía unos minutos.

    -Hija de puta. No me lo puedo creer. La voy a matar.

    -Bueno, el caso no es ese, sino que...

    -¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?!

    -Ese es el caso – masculló Nico sin querer girar a ver.

    Un Will Solace muy sorprendido les miraba a ambos con los ojos de par en par.

    -¡¿SE PUEDE SABER QUÉ ESTÁ PASANDO?!

ONE-SHOTS SOLANGELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora