CUMPLEAÑOS

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Era el cumpleaños de Will, y tras una pequeña fiesta en la Cabaña 7 por parte de los hijos de Apolo, este fue camino a la enfermería para empezar la jornada. Lo que no se esperaba era lo que ocurriría cuando acabase.

    Un rato después

    Llevaba todo el día trabajando, curando a los pacientes heridos, ordenando los medicamentos y cortando vendas. A veces le gustaría trabajar menos, y poder hacer otras cosas, como cualquier campista. Sin embargo, hoy no estaba para pensar en eso. Su mente estaba dirigida hacia solo una persona. Nico di Angelo. Es cierto que se había llevado una decepción al no recibir felicitación alguna por su parte, pero había otra cosa que le preocupaba más. Durante la comida, ni siquiera había visto su sombra. No había aparecido por la enfermería para ayudarle, o simplemente para dedicarle un, ¿qué tal, Will?

    Así que salió de la enfermería deprisa, preocupado por su novio. Y es que Nico siempre se estaba metiendo en problemas, y él tenía que asegurarse de que estuviese sano, salvo y con todas las partes del cuerpo.

    Llegó a la Cabaña 13 y entró. Estaba vacía. Revisó la estancia entera, pero no había ni rastro del moreno. Entonces, entre las sábanas, vio un trozo de papel. Lo cogió sin intención de abrirlo, pero cuando vio su nombre escrito en la hoja, la desdobló.

Sabía que vendrías a buscarme, Sunshine. No te preocupes, estoy perfectamente, pero he estado algo ocupado hoy. Sin embargo, me muero de ganas de verte, así que te espero en el lago, no te será difícil encontrarme.

    Will dejó la carta donde la había encontrado y fue camino al lago. Aún faltaban un par de horas para que tuviesen que ir a cenar, así que se sorprendió al no ver a casi nadie por el campamento.

    Cuando llegó al lago, por poco se le salen los ojos de las órbitas. Colgados en los árboles había decenas de globos dorados, y banderines, (dorados también), surcaban la costa por encima de su cabeza. Justo delante había una mesa con comida basura encima de todo tipo. Desde hamburguesas, pizzas y patatas hasta cajas de helado, pasteles y caramelos. Más a la derecha había una mesa de DJ, y dos grandes altavoces a los lados. En el otro lado había incontables bolsas de todos los tamaños, y paquetes envueltos en papel de regalo.

    -¿Pero qué...?

    -¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS! - a Will casi se le sale el corazón del pecho del susto. Más de medio campamento salió de entre las decoraciones tirando confeti.

    Reconoció a algunos de ellos como sus pacientes, y también a sus amigos y hermanos.

    -¡Felicidades, Will! - Cecil y Lou Ellen se acercaron a él con una gran bolsa en la mano. Will impaciente, la abrió, y de ella sacó una camisa gris con una foto de la playa. Debajo había unas letras grabadas en la tela, que recitaban: Surf Forever - ¿Te gusta?

    -¡Me encanta! - Will les dio un gran abrazo a los dos.

    -¡Eh, rubiales! - Percy y Annabeth le dieron otro abrazo. Percy traía una caja azul consigo, y se la entregó a Will con una enorme sonrisa - Te aseguro que este será el mejor regalo que te den en lo que te queda de vida.

    Will abrió la caja y se sorprendió por su contenido. Había doce cupcakes, todos azules, con una letra cada uno. A Will le costó leerlas, más que nada por qué la frase estaba mal escrita.

    -Por ser su tipo - murmuró Will. Luego miró a Percy -. Gracias... supongo.

    -Toma, para ti - Annie le pasó una caja alargada y completamente negra. 

    Will le quitó el lazo amarillo que la sujetaba y la abrió con ganas, quedándose atónito por su contenido. Había tres objetos dentro. Una colonia. Pero no una colonia cualquiera. La Colonia. Will la llevaba buscando mucho tiempo, sin resultado, y ahora la tenía entre sus manos, sujetándola como si fuera a romperse con el aire. El siguiente objeto era un bote largo y fino, con forma de cilindro. Ahora casi se le salen las lágrimas. El Shampoo. 

ONE-SHOTS SOLANGELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora