Desde Ese Día ✓

Capítulo 26 // Eres mía

Ya habían pasado varias horas. Me quedé hablando con unas chicas de la familia mientras que Logan estaba lejos de mi con sus hermanos y primos.

—¿Cómo hiciste para que te trajera a este tipo de reuniones?— me dijo una castaña con mechas amarillas en las puntas de su cabello.

Iba a responder pero otra me interrumpió.

—Logan siempre ha sido muy cerrado con nuestra familia— me habló una morena con el cabello ondulado y negro— tiene una muy mala fama. Pero al parecer todos están hablando de él y sobre todo, de tí.

En eso no miente, he notado muchas miradas en mí desde que me presentó con su familia.

—La verdad, estoy un poco nerviosa. Sé que Logan no es de presentar a chicas en su familia.

—Debe estar muy enamorado— una rubia me hizo una cara pervertida y algunas de ellas rieron.

—¿Enamorado? No lo creo— reí con ellas— me presentó como su amiga.

—Amítelo, se comen en secreto— me habló la rubia— entre ustedes se ve que hay mucha tensión sexual.

Abrí los ojos por sorpresa viéndola— soy virgen.

—¿En serio? ¿No has tenido sexo? ¿Que edad tienes?

—En unos meses cumplo los diesiocho.

—¿Qué? Creí que tenías desinueve— me dijo la morena.

—Pues sí, sigo siendo una niña— una niña que fantasea a cada momento el tener sexo con Logan.

—Que raro que él no está fumando— todas volteamos a verlo sin ningún disimulo y así como la albina lo dijo, no tenía ningún cigarro en la mano.

¿Lo está haciendo por mí?

No seas estúpida. Ésto no es una película.

Comenzó a sonar música bailable y todas sus primas, se levantaron de la mesa para ir a la pista de baile. Una de ellas me llamó para ir con ellas pero preferí quedarme en la mesa, digamos que el baile y yo no estamos tomados de la mano.

Volteé a ver a Logan pero se había desaparecido, no lo encontré. Miré la mesa de comida y sin duda estaba muy tentadora, me estaba llamando para ir allá.

Es la segunda tentación en la que estoy dispuesta a caer.

No soporté y me levanté hacia ésta para agarrar unos deliciosos dedos de motzzarella. Para mi buena suerte, los meseros trajeron más comida y me emocioné, pero claro, tuve que disimular.

Mientras comía, sentí como unas manos atraparon mi cintura y me acercaron hasta chocar con un fuerte pecho, al principio pensé que era Logan, pero no, era la persona que menos esperaba.

—¿Te diviertes?— me giré para verlo y me alejé un poco.

—¿Qué estás haciendo?— lo ví algo enojada.

—Solo te pregunto que si te diviertes, relájate.

Miré a otra parte y suspiré— sí, la verdad la he pasado muy bien.

Este me vió dudoso— No te creo. Logan está muy feliz por alguna parte y yo te veo aquí, sola comiendo.

Fruncí el ceño— ¿Y qué tiene de malo?— no iba a dejar que me intimidara o me metiera cosas en la cabeza.

—Que yo, teniendo a una chica tan linda como tú de amiga o novia, no te dejaría sola. De hecho, te haría pasar un buen rato y hacerte saber a todos en esta fiesta que eres solo mía— me dió una mirada de malicia mientras se me acercaba más.