Capítulo 36 // Pequeña broma

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El silencio inundaba todo el auto, el aire era tenso y ninguno de los dos se miraba.

¿Por qué no pude decirle que quería algo serio con ella? ¿Por qué soy tan imbécil? Mierda Harley, no quiero perderte. Me has hecho muy feliz y yo...

No sé en qué momento llegamos a la academia. Giré la cabeza para verla, pero ella no lo hacía, evitaba mi mirada a toda costa.

—¿Vengo por ti?— pregunté.

—No, gracias— me responde de manera fría.

—Vamos Harley, no estás así por lo de hace rato ¿O si?

Si tuviera un súper poder, sería cagarla todo el tiempo.

Ella bajó su mirada, haciéndome saber que la destrocé aún más— no quiero que vengas más por mí, Logan— sus hermosos ojos azules me vieron con intensidad, estaban enrojeciéndose pero ella estaba aguantando las lágrimas.

—Harley... Yo de verdad lo siento, no quise decir eso. Es solo que...

—No sé que es lo soy para tí, Logan— ella me miró con dolor— creí que lo estábamos intentado, creí que si te di una oportunidad es para que estuviéramos juntos.

—Y en eso estamos, Harley. Lo estamos intentando.

—¿Y por qué mierda no me dices lo que somos? Oh, tranquilo, yo respondo, porque solo querías aprovecharte.

—Hey, no me hables en ese tono, niña— la regañé.

—¡Ya no me digas niña, mierda! ¿¡No ves que quiero alejarme de ti!?— sus palabras me sorprendieron y sentí un pequeño dolor en mi pecho— Dijiste que ibas a cambiar pero mira, no ha pasado más nada entre nosotros que solo sexo. Yo no voy a seguir así Logan, no quiero seguir así. Yo quiero que me tomen enserio, yo quiero una relación dónde los dos se apoyen y se quieran, no dónde no sepamos que mierda somos.

—¿Y yo no te he apoyado?— me quité el cinturón para estar más cómodo— ¿Yo no te he ayudado en ningún momento, Harley? Siempre me he quedado contigo, te ayudé con Madison aquel día, en la fiesta te defendí cuando te dieron una nalgada— sus mejillas se enrojecían por mis palabras— siempre te apoyé en todo y te defendí de todo, Harley. Además, te conté mis problemas familiares, te hablé sobre mí ex, mierda— golpeé el volante y ella resaltó— Eso sí duele, que pienses que yo nunca estuve para ti cuando bien sabes que no es verdad. Que siempre me he quedado contigo.

Las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos y un sentimiento de culpa me invadió.

Ya está claro que los dos no sabemos reaccionar a este tipo de momentos.

¿Y ahora que hago? ¿Qué digo?

—Debemos parar con esto— ella decidió romper el silencio con su voz quebrada, más no me miraba— yo quiero terminar con esto— agarró su bolso y negué rápidamente.

—No, Harley por favor espera— agarré su muñeca— hablemos.

—No.

—Harley hablemos, enserio.

—¡Que no quiero hablar, Logan!— exclamó.

—¡Y yo no quiero perderte!

Un silencio incómodo inundó el auto.

¿Eso lo dijiste tú? Vaya hombre, así se hace.

—Harley, no quiero perderte, nena...— bajé mi mano a la suya y las entrelacé— quiero que estés conmigo. Quizá no es el mejor lugar para decirlo o sí, quizá dudé en responderte, pero en serio yo quiero que esto funcione, que lo de nosotros funcione— agarré su otra mano y por fin pude mirarla a los ojos— yo te quiero— susurré— y tengo miedo de que te vuelvas a ir y que yo no pueda hacer nada...

Desde Ese Día ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora