Desde Ese Día ✓

Capítulo 27 // Cambio de sábanas

Esas palabras fueron prácticamente una carta de aceptación al diablo para que se apodere de mi cuerpo.

Logan me soltó las manos, me mostró su perfecta dentadura en una sonrisa de victoria y estampó sus labios contra los míos moviendolos con rapidez en un beso lleno de pasión.

Caminamos hasta la cama y este comenzó a desabrochar los botones del saco hasta quitárselo. Mis manos viajaron a su corbata para quitarla lo más rápido posible pero fuí algo torpe. Él rió un poco al darse cuenta de mis movimientos, pero sonaba tan sexy que en vez de avergonzarme, me excitaba más, así que reí con él para luego volvernos a besar.

Nuestras respiraciones ya estaban agitadas y nos separamos del beso. Logan me empujó, no tan brusco, a la cama acostándome mientras que él comenzó a desabrochar su camisa blanca, dejándome admirar a la belleza de hombre que tenía frente a mí.

Este hombre sin duda es el puto Dios griego.

Él el un rápido movimiento estaba sobre mí, besándome, mordiendo mis labios y chupándolos con fuerza. Sentí como sus manos pasaron al cierre de mi vestido hasta bajarlo.

Una corriente de nervios invade mi pecho. Ya Logan me vió desnuda una vez, pero ese día solo me había tocado.

Ahora ya no seré virgen...

¡Ya no voy a ser virgen, carajo! ¿En qué demonios estaba pensando?

Me distraje tanto que no me di cuenta en qué momento Logan me había dejando solo en bragas.

—Mira como me tienes, niña— dijo en un susurro. Agarró mi mano y la puso en su miembro por encima de su pantalón y mierda, sí que estaba duro.

Acaricié a través de su pantalón, lo miré nerviosa y éste al notarlo, sonrió esperando a que hablara mientras apoyaba sus puños en la cama— Lo-logan, yo soy...

—¿Virgen?— terminó la frase por mí y asintió— lo sé, nena— Susurró para luego acercarse a mí y volver a besarme— seré cuidadoso ¿Bien?— Asentí con la cabeza y volvimos con la acción.

Logan desabrochó su pantalón y se lo quitó. Antes de lanzarlo, sacó una bolsita pequeña y respiré profundo. Éste besó mi abdomen y comenzó a bajar mis bragas hasta el final de mis piernas para dejarlas caer al suelo.

En un rápido movimiento, se bajó el boxer y sentí como iba por cada espacio de mi abdomen, llenándolo con sus besos. Sabía que lo hacía para relajarme, puesto que estaba ya algo tensa al caer en cuenta que tendré sexo por primera vez.

Escuché como abría la bolsita y enseguida se puso el condón. Sus ojos oscuros se encontraron con el azul de los míos, haciendo que mi corazón de pequeños saltos de felicidad, pero a la vez, poniéndome aún más nerviosa— ¿Estás lista?

Lo miré a los ojos y asentí levemente, sus dos manos agarraron las mías poniéndolas arriba de mi cabeza y las entrelazó. Comencé a sentir su miembro dentro de mi pequeño espacio y fruncí el ceño.

Dolor era muy poco con lo que estaba sintiendo en estos momentos. ¡Carajo, como duele esta mierda!

Escuché como él solo gruñía ante la sensación, pero por mi parte apreté sus manos con fuerza y acosté mi cabeza en la cama mientras cerraba los ojos fuertemente.

—¿Estás bien, nena? ¿No te hice daño?— Logan susurró y sonó un poco preocupado.

—E-estoy bien— traté de no sonar adolorida pero era imposible. Él siguió hasta meterlo todo, lento, pero igual seguía doliendo como el mismo infierno.

—¡Ahh!— un quejido salió de mis labios y en eso, sentí como los suyos pasaron de mi cuello a mis labios, envolviéndome en un tierno y suave beso.