Especial Canciones 4/7

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Hidan/ Iris [GOO GOO DOLLS]

-¿Cuánto más falta?

-Hidan, si vuelves a preguntar eso te asesino.

Rodé los ojos molesto, estaba cansado y aún nos quedaba algo de camino, se supone que iríamos por el de dos colas, pero digamos que Kakuzu no era el compañero de viajes más animado.

Caminamos por varios minutos más hasta que llegamos a un pueblo, o si es que se podía llamar así. Estaba en ruinas y las cenizas seguían despidiendo humo, al parecer acababan de atacarlo.

-Podemos descansar aquí hoy- miré al enmascarado con fastidio.

-¿Para qué descansar, si podemos tomar más ventaja del camino en la noche?

-¿Y podrás conseguir comida a esas horas de la noche?

Me quedé callado,  no había pensado en eso, así que solté un bufido y comencé a caminar.

-¿A dónde vas?

-Por leña, ¿piensas hacer fuego en medio de una casa con rocas?, idiota.

Seguí mi camino sin escuchar las quejas de Kakuzu, a veces me sentía muy a gusto en este grupo, pero otras, me cuestionaba sin cesar, ¿qué hago aquí ?, mis intereses se alejan mucho a los de ellos. ¿quería estar aquí?

Toda mi vida estuve lleno de desinterés, hasta que encontré esa doctrina a la cual me aferro con la vida, después de todo era lo más cercano al perdón que encontraba, las muertes y los asesinatos no eran el pensamiento más puro y tranquilizador de todos.

Caminé un poco más asombrado con la devastación de ese lugar; había visto cientos de veces pueblos destruidos de aquella manera, pero la nula señal de vida, incluso después de haber pasado unos cuantos minutos, era inquietante.

Pasé alrededor de quince minutos recogiendo madera de las casas destruidas, y como había dicho no veía a nadie alrededor, hasta que...

-Maldición- escuché una voz y luego un pequeño derrumbe a mi espalda que me hizo tomar mi arma a la espera de cualquier cosa.

Me acerqué algo inseguro hacia donde una suave cortina de polvo y cenizas se levantaba.

-¿¡Quién anda ahí!?, ¡más vale que salgas si no quieres morir!- amenacé con la mano bien sujeta a la hoz, atento a cualquier movimiento, pero no  imaginé lo que saldría.

Una chica, tal vez unos años más joven que yo salió de detrás de una gran columna cubierta de ceniza y manchas de sangre. Era bajita de cabello corto y con un cuerpo que dejaba en claro que era mayor de 13 años. Su mirada era dura, fría, calculadora, me recordó a Itachi; sus ojos demostraban que había sido testigo de los más atroces crímenes y su mente no estaba preparada para ello.

De manera inesperada desapareció de mi campo visual y cuando me di cuenta yo estaba en el suelo con sus brazos alrededor de mi cuello y su pierna inmovilizando el brazo con la que sostenía la hoz.

-Muévete un poco y te rompo el cuello con todo y brazo- su voz trataba de aparentar rudeza, pero muy dentro de ello estaba al borde del llanto.

-Inténtalo nena, quisiera ver cómo lo haces- la reté con una media sonrisa en el rostro.

Sus manos por un momento apretaron con más fuerza mi cuello, pero entonces sentí un poco de debilidad y lo aproveché.

El único brazo libre que tenía lo dirigí a su zona abdominal para conectar un buen gancho que la dejó sin aire; su agarré se soltó sobre mi otra extremidad, así que elevé mis brazos hasta su cintura y con un movimento la alcé y derribé dejando su espalda contra el piso para luego posicionarme sobre ella.

Naruto-one shots. (PEDIDOS ABIERTOS !!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora