Naruto-one shots. (PEDIDOS ABIERTOS !!)

Especial padres 1/2

Naruto Uzumaki

*Su pequeña hija tenía un recital de danza en unos minutos y como gran familia que eran, incluso tu esposo que ahora era Hokage se había hecho un tiempo para ir*

— Mishina, vamos has estado ensayando para esto por meses, incluso tu papá va venir a verte.— Le supliqué a mi pequeña que se negaba a escuchar a su maestra.

— No quiero, se van a burlar de mí— dijo la niña con un puchero.

— Nena, nadie se va a reír de ti, eres la hija del Hokage.

— No.

Miré a Hinata con una cara de disculpa. Pasaron meses organizando todo, y ahora ella simplemente no quería salir. Me sentía muy mal por Hinata que se esforzó mucho en montar todo y en Naruto que se había tomado tiempo en su atareado trabajo para venir a verla.

— Ashuri-chan, ¿qué pasa?

Giré para ver a mi rubio marido con Samaru y Temika a su lado.

— Pues, Mishina no quiere salir— le expliqué con una mueca de disculpa.

— Ya veo.— Naruto miró a la niña y luego a mí con una gran sonrisa—. Ten, llévate a Samaru y Temika, yo me encargo.

Sostuve a los niños y lo miré insegura.

— ¿Seguro?

— Si, no te preocupes 'ttebayo.

Le sonreí y salí con mis hijos de la mano.

— Mamá, ¿qué crees que papi haga?

— No lo sé Samaru, pero cuando él dice algo lo cumple, es lo bueno de su padre.

—Últimamente no.

— Su padre es la persona más importante de la aldea, comprendan que es algo difícil para él ahora, pero si le tienen confianza lo hará.

Los gemelos me dedicaron una sonrisa mientras los tres tomamos asiento; aunque ellos fueran la copia exacta de Naruto, Mishina tenía todos las mañas y modismos que eran únicos en mi esposo, incluso el problema con el 'ttebayo. Pasaron cinco minutos y las luces se apagaron en el auditorio, la música comenzó a sonar y Naruto no aparecía, esperaba que no le llegara algo de imprevisto, si no los dos quedaríamos mal con los niños. Sin embargo no era nada de lo que imaginaba. Vi cómo Mishina salía al escenario y casi me da un vuelco en el corazón al ver a Naruto a su lado con uno de los vestuarios de los niños.

En todo el recital mi esposo se agarró de la mano de mi niña y bailaron al mismo paso con una gran sonrisa. Algunas personas se rieron, y otras quedaron igual de conmovidas que yo; después de todo, nunca antes se había visto a un Kage hacer algo así.

— Mami, mami. ¡¿Viste cómo bailamos?!— cargué a Mishina en cuanto ella soltó a su padre y corrió hasta mi.

— Sí, lo vi, lo hicieron muy bien.

— Papá se veía muy gracioso con el traje— rió el único varón.

— Pero cumplió su promesa— lo defendió su gemela.