Capítulo 12.

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Querido y ya no tan odiado día lunes, como cualquier día normal seguí mi rutina de preparación para la universidad, guardé mis cosas para el día y me largué a la institución educativa.

Varios bostezos salieron de mi boca a lo largo de mi recorrido, pero hoy, a diferencia de muchos otros días, no fui directamente a mi destino final, sino que hice una pequeña parada antes. Envié un mensaje corto avisando mi llegada y luego de unos minutos mi querido Makku se acercó a mi auto con una gran sonrisa pero con ojos cansados.

−Bueno días Sun −dijo el chico al entrar, para luego acercarse a mí y besar mis labios.

−Buenos días Makku −sonreí con exagerada felicidad.

−Gracias por venir por mí.

−No es gratis, quiero mi paga – dije para estirar mis labios en su dirección.

−Pero miren este chico −Mark sonreía con gracia −eres un oportunista.

−Es un ganar y ganar− elevé mis cejas de forma graciosa.

−Por mi está bien −tomó mis mejillas entre sus manos y me besó muy lentamente, provocando mil y una sensaciones que no eran sanas para mi salud mental. Segundos después nos separamos aunque mis ojos seguían cerrado −Ya deberíamos irnos Sun.

−Ah sí, ya vamos −abrí mis ojos asustado encontrándome con la risa del castaño.

−A veces eres muy adorable Sun...

Sin añadir nada, encendí el auto para retomar la marcha sin dejar de sonreír, en el camino disfrutamos de la compañía mutua, cantamos algunas canciones, charlamos y reímos, llegamos a nuestro destino en un abrir y cerrar de ojos. Entré al estacionamiento de la universidad buscando un lugar disponible y al hallarlo con tranquilidad dejé el carro.

−¿Nos vemos al almuerzo?− habló antes de salir del auto.

−Claro, hasta entonces − se despidió con un beso rápido y se alejó.

Esperé un par de minutos antes de salir, mientras le enviaba un texto a Nana para encontrarnos en la entrada del establecimiento. Tomé mi bolso y camine hasta el encuentro con mi mejor amigo.

−¡Haechan!− un grito a mi derecha hizo que diera un pequeño brinco en mi lugar.

−Nana, siempre tan silencioso− abracé al chico despeinando un poco sus cabellos.

−Tengo que contarte algo importante −veía la emoción de mi rosa amigo.

−¿Qué sucede?

−Tuve una cita con Jeno− comenzó a dar brincos en su lugar emocionado.

−¿En serio? ¿Y qué tal? ¿Cómo estuvo? ¿Es el príncipe que siempre soñaste?

−Me siento como una típica adolescente− carcajeamos por su comentario −fue genial Hyuck, el viernes luego de que escapaste sin decir nada, que por cierto debes decirme que ocurrió, quedamos un poco preocupados por ti.

−No fue nada, tenía algunas cosas que arreglar, lamento no haberles dicho que me iba.

−Ah bueno, no importa...

−Lo que sí importa son los detalles de tu cita, vamos habla.

−Bueno... después de que te fuiste, llegó Jeno buscando a Mark porque al parecer debía entregarle un informe o algo así, no lo escuché bien estaba perdido en sus ojos...

−En serio eres una adolescente Nana− me reí por el sonrojo que adquirieron las mejillas de mi amigo.

−No me interrumpas o no te diré nada – hice el gesto de cerrar mis labios tirando la llave− Bueno, luego de decirle que no habíamos visto a Mark, Chenle y Ten debían irse a hacer algo importante por lo que se despidieron y me dejaron a solas con el... ahora que lo pienso esos dos no tenían nada que hacer −nos reímos por los cómplices que son nuestros dos amigos− Como yo solo estaba pasando el rato, le pregunté a Jeno si tenía algo que hacer... ¿sabes cuál fue su respuesta?

¿Algo más cliché que una apuesta? (MarkHyuck) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora