CAPÍTULO 9.

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Sonó el despertador. "Adiós fin de semana, hola Lunes". Eso pensaba Sarah nada más levantarse, no con demasiada energia positiva, precisamente.

Después de su "ritual matutino" se fue al colegio. Llegó justo antes de que la portera cerrara la entrada.

¿Su primera clase? Biologia. No era la mejor para un Lunes a las ocho de la mañana, pero mucho mejor que matemáticas o el tostón de historia.

Las clases pasaron lentas y pesadas para la pobre chica. Llegó al patio y miró por todas las clases para ver si estaban, pero no habia nadie. Preguntó a un chico de la clase de Gisselle si sabia donde estaba pero él solo le pudo decir que marcho de clase en cuanto sonó la campana. Preguntó sobre las otras, de las cuales el chico no sabia nada.

"Seguramente estaran en el patio", pensó ella.

Llegó al patio pero no las vió.

Fue a la fuente a beber agua. Al estar ahí, en esa fuente bebiendo le vino a la cabeza lo que pasó el pasado Jueves. El incidente de Liam... y le volvieron a venir dudas. Y... hablando del rey de Roma, por ahí se asoma: Sarah entrevió a Liam entre el populacho de gente que hablaba y reía en el patio. Se dirigió a el.

-Hola, Liam...

Liam le dirigió una mirada punzante y siguió caminando.

-¡Espera, Liam! Quiero hablar contigo.- Liam se paró.

Sarah fue hacia él.

-¿Qué quieres?

-Querria hablar contigo sobre lo del Jueves...-

Él la miró por primera vez en ese dia.

-No hay nada de qué hablar.-le dijo él.

Sarah se empezaba a sentir como siempre. Pero... esa vez...también sentía impotencia.

-¡Liam!-le gritó Sarah. El se giró, sin hablar- ¡estoy harta! ¡Siempre es lo mismo Liam! ¡Desde el primer dia!-Liam la miró. Sus ojos miel le brillaban por el sol.

Sarah siguió.

-¡Yo lo único que quiero es ser amiga tuya! Te veo solo cada dia en clase, en el patio y... ¡Quiero ayudarte! ¡No quiero que estés solo! Pero, por más que lo intento, ¡nunca das tu brazo a torcer!-Liam seguía sin hablar, mirando al suelo.-¡Y estoy harta, Liam! A partir de ahora, tu tienes la decisión. O te marginas de toda vida social, como desde que te vi por primera vez o puedes tener una amiga. No te pienso insistir más, arrastrándome detrás de ti como una perra para ser simplemente tu amiga y poder entablar una mínima conversación contigo.

-¿Has acabado?-le preguntó Liam, pasando de todo el discurso que había soltado Sarah.

Ella se calló.

-Por lo que veo, si. Así que... adiós.

Liam se fue, caminando con las manos en los bolsillos.

Sarah se quedó, sin palabra alguna. Aunque le dijo todo lo que le dijo... él hizo oidos sordos y pasó olímpicamente de ella. Sintió rabia e impotencia.

-Se acabó. ¿Quiere estar solo y marginado? Pues va a estarlo más que nunca-dijo la chica, toda llena de rabia, mientras se dirigía a clase de nuevo.

Pasaron dias y dias, más de una semana. Liam parecia el mismo de siempre: frío, intimidante, arrogante.

Sarah era la misma, pero no con Liam. En esa semana no se habían hablado; ni una mirada. Cosa que, desde el punto de vista de todos, parecia normal de Liam, pero no de Sarah. Sus amigas siempre le preguntaban que le pasaba, pero ella siempre decia que no le pasaba nada, negando con la cabeza.

Un dia, Martes, para ser exactos, Sarah estaba recogiendo sus cosas de la mesa mientras hablaba con sus amigas.

-¿Y sabéis que le dijo Ashley a Kevin?-preguntó Gisselle

-¿Qué?-dijeron todas entre risas.

-¡Que no se molestara, que con lo que tenia solo follaba con una muñeca inflable! ¡jajajajajajajaja!-Gissy acabó el chismoseo, partiéndose de la risa.

Todas rieron incontroladamente.

-Sarah-alguien la llamó.

Las chicas se dieron la vuelta y dejaron que Sarah viera quien le estaba llamando: Liam. Cuando le vió no se lo podia creer, aunque no ardió en llamas, se contuvo, sin decir ni una palabra.

-Bueeeeeno... yo me voy, que si no no aprovecho el recreo.-dijo Kate.

-Y yo también...-Dijo Mary

Lauren y Gissy asintieron y también se fueron.

-Sarah.-Repitió Liam.

Ella cogió el bocadillo y siguió al patio.

Liam le seguía.

-Sarah, porfavor.

-¿Que quieres?-Le dijo ella.

-Que me escuches.

-Pues va a ser que no.

-Porfavor, Sarah.

-Ah... espera... que quieres que te escuche... vamos, un resumen: me he pasado casi un puto mes intentando que me dijeras un "hola" decentemente y tu no me hacías ni el mísero caso y yo, ahora, por que el señorito quiere, ¿tengo que escucharle? Lo siento cariño, pero el tiempo pasó.

Sarah dio unos pasos, pero después se giró.

-Ah, ¿has visto? Yo también sé jugar a eso de ser fría.-siguió caminando.

Liam seguía siguiéndola.

-Lo siento.-Sarah seguia caminando.- no debí haberme portado así contigo.- Sarah se paró. Le seguia dando la espalda- Solo te daba lástima, pena, o lo que fuera que fuese, por... por que yo quería estar apartado de todo el mundo. Pero tu... has sido tan amable conmigo y yo... te he tratado como una mierda. Así que yo...yo... he reconsiderado la opción de... de ser amigos.

Sarah se giró. Quería mantener la compostura.

-Con que... has abierto los ojos, ¿eh?

Liam no contestó.

Sarah le tendió la mano.

-Al fin, mis esfuerzos han servido para algo.

Liam, por extraño que a Sarah le pareciera, esbozó una pequeña sonrisa, con los labios cerrados.

Él apretó la mano de Sarah, en forma de amistad.

Los dos rieron, y se fueron al patio, sin hablar demasiado, como era de esperar.

Dark LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora