Stucky (fictober)

1. Primera cita

10 de marzo, 6:00pm. Steve espera a Bucky, sentado en el sofá de su sala de estar, está impaciente, nervioso, hace tanto que quiere salir con él, no le importa a dónde, tan solo poder estar con su amigo un rato y disfrutar la noche juntos, le parece suficiente. Se siente complicado, ¿cómo va a salir con Buck y fingir que no ha estado amándole durante mucho tiempo ya?, pero es que hubiera sido imposible no hacerlo, porque él ha estado a su lado desde que eran ambos solo unos chiquillos cursando la primaria, la única persona que no se burla por su apariencia, ni lo mira con lástima, con Bucky se siente tranquilo, puede ser él mismo sin sentirse juzgado.

Observa el reloj en su pared, Buck está atrasado por más de una hora.

—Estoy aquí, idiota.

Steve lo mira con un poco de enojo, qué costumbre tan desagradable esa de no cuidar su lenguaje, además: —¿Cómo entraste, Bucky?

—Con mis llaves.

—Yo no te he dado llaves.

—Nunca dije que tú me las diste — respondió alzando los hombros, y Steve se sintió entre ofendido e irritado por tal descaro. — ¿Y a dónde iremos?, es mi cumpleaños, tú pagas.

Steve enciende la vieja motocicleta que ha heredado de su padre, y conduce a Coney Island, por primera vez se celebra una feria de comida internacional y más de diez países venden platos típicos de su región, seguro que a Bucky le encantará la idea de probar un montón de comida extraña. Tiene suerte, porque la feria acabará a media noche, así que ellos pueden pasearse por los puestos por un par de horas antes de que deban irse.

Apenas llegar, lo primero que Bucky hace es tirar de Steve hasta un puesto con dulces de chocolate, es otra de las cosas que ama de él, Buck puede comportarse como un casanova o tipo rudo, pero se vuelve un chiquillo frente a un postre dulce. Entonces, cuando ya le ha comprado unos tres o cuatro postres distintos, Steve lo lleva a probar un plato que consta de una tortilla bañada de carne y algunas hierbas picadas; Buck duda un momento, eso parece ser demasiados ingredientes juntos, pero la mujer morena que les atiende lo convence luego de ponerle un poco de limón, está bueno, así que pide otro más que se ve muy parecido, pero que ella le ha dicho que son totalmente distintos, y Steve tiene que comprarse uno, porque Buck no lo ha dejado probar antes de decidir. Para el final de la noche, Steve agradece que estuvo ahorrando durante un año, porque Bucky ha comido todo lo que pusieron frente suyo, desde platos salados y dulces, a algunos que combinaban ambos sabores, y bebidas, a él le había encantado el licor de café, y Steve tuvo que comprarle una botella que fue carísima.

—La pase bien, Buck — Steve le dice con bajo volumen, porque es casi la una de la madrugada y no quiere que alguien se despierte en casa de su amigo — quise decir qué si la pasaste bien, Bucky.

Buck se ríe un poco, y consigue que Steve se sonroje levemente. Luego, él abre la puerta, y antes de que Steve se marche, le responde: —Me encantó la cita.