17. Sex Pollen

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Cuando Steve volvió al presente no lo hizo solo, junto a él llevaba un obsequio de Howard Stark, el cual por recomendación, no debía ser abierto sino hasta que estuviese con su pareja. Le había contado sobre estar enamorado de alguien, pero no poder decirlo, y Howard había decidido ayudarlo.

—¿Qué traes en esa caja, Steve?

—No lo sé, es un regalo.

Buck se acercó con curiosidad y esperó hasta que Steve abriera su obsequio: —¿una planta?

—Eso parece —dijo, alzando los hombros, y después se acercó para oler —huele bien.

—Déjame ver.

Entonces, Steve empezó a sentir su cuerpo caliente, la cabeza le daba vueltas, el pene le hormigueaba, y era totalmente incapaz de pensar correctamente; Bucky se sentía igual, estaba tan excitado, como nunca había conseguido estarlo, la respiración se le hacía difícil, la vista se le nubló, y el cuerpo le ardía. Steve se tocó a sí mismo, sin tener vergüenza de que James estuviera a su lado, viéndolo, y emitiendo sonidos escandalosos y ardientes.

—Steve —llamó, la excitación muy elevada, y la voz que casi no quiso salir. Rogers fue con él y lo hizo sentir mejor cuando lo tocó, después se besaron, se acariciaron un poco más, se mordieron y se golpearon, Bucky lo apretó del cuello y Steve lo sacudió del cabello. Y cogieron, en la sala, sobre el sofá, y sobre el comedor, en el piso, encima del lavaplatos; cogieron, y cogieron, y cogieron.

Cuando el día siguiente llega, ambos están dormidos en el suelo de la habitación de Steve, desnudos, Steven abrazado a la espalda de James. Entonces, Bucky despierta sin saber qué ha pasado, solo sabe que le duele un poco el cuerpo, y que hay mordidas en su cuerpo.

—Idiota —grita, ¿cómo demonios fue que acabó desnudo?, y ¿por qué Steve le estaba rozando alguna cosa en la que no quería pensar?

—Bucky, por qué gri... ¿qué pasó?

—¿Qué me hiciste? Estás enfermo, Steve.

—Yo no te hice nada —se defendió, ofendido —¿qué me hiciste tú?

Bucky se molestó, y renegó sobre cosas incomprensibles mientras se vestía, Steve hizo lo mismo.

—¿Tú estás mordido? No.

—Tus uñas estuvieron en todo mi cuerpo, Bucky, me arde el alma.

—El alma no arde, Steve —respondió, y luego abrió la puerta para largarse de allí, estaba muy enojado, no por haberse acostado con Steve, sino porque no recordaba nada, y detestaba esa sensación, él quería saber qué hizo y porqué. —Steve, tu planta perfumó toda la sala.

—¿En serio? —preguntó, saliendo de la habitación —la plantaré en el patio.

—Steve, Steve, Steve.

—¿Qué pasa, Buck?

—Mmm Steve. —Rogers no dijo nada, solo miró a su amigo en lo que parecía ser una excitación bastante grande. —Ven, Stevie.

Se preguntó si debía ir hasta la sala y dejarse drogar por el aroma de aquella planta o no aprovecharse de la debilidad de su amigo; fue difícil decidir, ¿qué había tenido Howard en la cabeza para obsequiarle algo como eso?, decidió hacer lo correcto: se taparía la nariz, tomaría la planta, y la destruiría antes de que James pudiera estar sobre él y después llevaría a su amigo con Banner, seguro que él sabría cómo ayudar.

Lo hizo de acorde al plan, ni un pequeño cambio, pero cuando planeó llevarse a Bucky, se percató de que no era necesario oler su aroma para sufrir sus efectos.

—Stevie, ven.

—Sí. 

Stucky (fictober)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora