¡¿EMBARAZO?!

¿Qué ha pasado?

Los primeros rayos del sol pintaban el cielo de un tono rojizo y rastros de luz atravesaban los cristales de aquellos ventanales hasta toparse con los cuerpos de dos personas que dormían profundamente, una sábana los cubría sobre aquella cama.

Cuando la habitación se iluminó aún más y el hermoso cantar de un ave fénix que volaba cerca se escuchó como casi todas las mañanas, la joven castaña de cabello enmarañado se movió ligeramente, tratando de ponerse un poco más cómoda, aun somnolienta le costó casi un minuto darse cuenta que no estaba sola. Había alguien a sus espaldas y fuese quien fuese la tenía abrazada por la cintura, abrió grandes sus ojos al darse cuenta de que no se encontraba en su habitación, con delicadeza y sin moverse mucho pasó su mano por el brazo de su acompañante tratando de adivinar quién era aquella persona, pero no reconocía aquel brazo.

La respiración de Hermione se agitó, no podía recordar dónde estaba, con quien estaba ni como había llegado ahí, temerosa movió aquella sabana para descubrir que se encontraba completamente desnuda, realizo algunos ejercicios de respiración para tranquilizarse, llenado sus pulmones de aire y su cuerpo de valor, se giró sobre la cama para descubrir quién estaba con ella.

— ¡Malfoy! -dijo dando un salto de la cama llevándose con ella la sábana para cubrirse.

Draco abrió ligeramente los ojos observó a Hermione de pie envuelta en la sábana un par de segundos para después cerrar de nuevo aquellos ojos grises.

— ¡Shhh! ¿Podrías guardar silencio? -le cuestionó él —intento dormir ¿qué no vez que es de madrugada? —terminó de hablar y se colocó una almohada en la cara.

— ¡Malfoy! —repitió ella aprendo los dientes y abriendo grandes sus ojos.

Él se quitó la almohada algo molesto por ser despertado.

— ¡Shhh! —dijo poniéndose la almohada de nuevo para quitarla de nuevo — ¿qué diablos te pasa Granger? ¿Qué haces en mi habitación? —le gritó apenas dándose cuenta de quien estaba ahí.

—Primero que nada te juro que no es tu habitación y segundo no tengo idea de que hago aquí —le dijo ella aún de pie con la blanca sábana cubriendo su cuerpo.

—No sabes que haces aquí pero apuesto que estas desnuda —le dedicó una sonrisa medio de lado mientras arqueada una ceja.

—Deberías analizar tu situación antes que la mía —dijo ella señalándole su desnudez.

Las mejillas del rubio tomaron un color intenso haciéndole sentir como el calor se acumulaba en ella, en un movimiento rápido cubrió sus partes con la almohada que antes había puesto en su cara poniéndose de pie del lado contrario de la cama.

— ¿Que me hiciste Granger? ¿Te has aprovechado de mi inocencia? —le reprochaba el rubio —que bajo has caído, jamás pensé que fueses capaz de hacer una cosa así -le decía decepcionado.

—Nadie se puede aprovechar de algo que no tienes como lo es la inocencia —respondió ella rodando sus ojos —además ya te dije que no sé qué pasó... en realidad ni siquiera recuerdo haberte visto ayer ¿cómo terminé aquí? —lanzó la pregunta al aire más para ella que para su acompañante.

— ¡Abusaste de mi Granger! —Le gritó —me hechizaste, me diste una pasión o no sé qué, me arrastraste hasta aquí inconsciente y abusaste de mi —decía a los gritos.

—Maldita sea Malfoy, escucha las ridiculeces que dices —Hermione se pasó la mano por la cara con frustración —entiende, no sé qué pasó y hasta donde sé, puede que tú me hechizaras a mí... además, no estoy segura de que algo pasara entre nosotros.