¡¿EMBARAZO?!

Serás un buen padre

Por la noche Hermione se encontraba en la biblioteca como había dicho, ahora que se comenzaba a sentir mejor pensaba aprovechar el tiempo que le quedaba ahí, sabía que en ningún otro lugar encontraría una biblioteca tan extraordinaria como la que tenía el colegio Hogwarts, en su mesa había una gran pila de libros que por supuesto trataría de leer antes de que la bibliotecaria viniera a pedirle que saliera para cerrar.

Se encontraba tan sumergida entre aquellas páginas que no se dio cuenta cuando Draco llegó y se sentó del lado contrario de la mesa, justo enfrente.

—De verdad que el apodo de rata de biblioteca te queda bastante bien —le dijo haciéndola dar un salto por la sorpresa.

— ¡Idiota! Me has asustado —admitió ella — ¿de que querías hablar? —le cuestionó la castaña.

—La situación se me está saliendo de control, Theo y Blaise dicen cosas, me siguen siempre —explicó el rubio.

—Pues ahora que lo mencionas —ella levantó una ceja —quería pedirte que fueses más discreto, esta mañana Harry me estuvo cuestionado, algo sobre las manzanas y mi salud.

—Creí que estaba siendo totalmente discreto y ahora resulta que todos se la pasan analizando quien come y quien no las dichosas manzanas, ¿porque le ponen atención a las manzanas? ¿Así de aburridas son sus vidas? —cuestionaba el rubio con molestia.

—No levantes la voz que no quiero que nos saquen de aquí —le pido la Gryffindor —el punto aquí es que lo mejor es que nos mantengamos alejados lo que queda de la semana.

—Supongo que no hay problema con esa, aunque igual al volver les tendremos que contar a todos la verdad, tarde o temprano todos se enterarán —dijo el rubio con algo de pesar.

—Tarde o temprano les contaremos, pero yo espero que sea más tarde que temprano —Hermione dejo salir un largo suspiro.

El silencio llegó a acompañarlos por un par de minutos, la tensión entre ellos se podía percibir a simple vista, intentaban llevarse bien por el bebé, pero no era tan fácil, no después de tanto tiempo odiándose, las conversaciones entre ellos no resultaban fáciles, trataban de analizar bien sus palabras para evitar inconvenientes, les resultaba aún un poco difícil estar cerca uno del otro y a Hermione resultaba incómodo recibir las atenciones de él, aun cuando siempre pensaba "lo hace por el bebé, todo es por su hijo".

— ¿Así que irás al baile con Potter? —Preguntó con desinterés — ¿hay algo entre ustedes?

—Somos amigos, ¿a qué viene el interés? —cuestionó dudosa la castaña.

—Ninguno fuera del común, ya sabes, quiero saber con qué personas se relacionará mi hijo cuando nazca —explicó de nuevo restándole importancia — ¿y qué hay de Weasley? —se atrevió a seguir cuestionándola.

—De ese asunto prefiero no hablar —respondió ella algo nerviosa tomando el libro que antes leía para poner su mirada en sus páginas.

— ¿Te gusta la zanahoria? —siguió Draco con algo de asco al hablar.

—Él está con Lavander —dijo ella sin apartar su mirada del libro.

—No pregunté con quién sale el pobretón ese, pregunté si te gusta —siguió Draco insistente en el tema.

—Qué más da, cuando sepa lo que ha pasado me dejara de hablar para siempre, se quedara con Lavander y será muy feliz y tendrán muchos hijos bobos como ella...

—Y feos como él —Draco la interrumpió —con el tiempo te darás cuenta que es lo mejor, además no me gustaría que mi hijo creciera con un Weasley como padrastro, además escogiste al peor de ellos, no tiene ninguna gracia, ¿acaso eres ciega?

—Ya que andas de preguntón y opinando de mi vida, ¿qué hay de ti?, dijiste que tienes un contrato de matrimonio ¿con quién? —se atrevió a preguntar.

—Con la familia Greengrass, pero no importa seguro lo cancelan cuando se enteren de esto, no creo que quieran que ninguna de sus hijas se casé con alguien que ya tiene un hijo y aparte uno mestizo —explicó muy tranquilo Draco.

—No me gustaría que mi hijo tenga una madrastra que lo haga sentir menos por ser mestizo —admitió ella.

Un nuevo silencio se formó, Draco se había quedado perdido con la mirada fija en una estantería así que Hermione sintiéndose algo incomoda regresó su mirada a su lectora.

—No me había dado cuenta de eso —hablo después de casi 5 minutos viendo aquellos libros —Encontrar un pareja para el resto de mi vida será el doble de difícil, porque ahora debo asegurarme de que esa mujer ame a mi hijo como si fuese suyo, no quiero que tenga una madrastra malvada -Dijo Draco de forma que parecía más que estaba pensado en voz alta.

—No creo que debas preocuparte por eso aún —lo tranquilizó ella.

—Sí, esperaré unos años para eso —aseguró el rubio —mejor hablemos de tu salud, note que has comido muy bien hoy —Draco se veía contento con ese hecho.

—Sí, las náuseas comienzan a desaparecer, quizá eso significa que no estoy...

—Significa que estas terminando el primer trimestre —la interrumpió Draco —estuve leyendo sobre eso, las náuseas suelen disminuir o desaparecer en los tres primeros meses y según recuerdo debes estar muy cerca ¿Qué hay de tu peso?

— ¿Mi peso?... mmm pues es el normal, bueno al principio baje de peso, mucho mi falda se me caía, pero ahora que he empezado a comer mejor creo que estoy igual que siempre —le explicó ella algo pensativa.

—También leí de eso, cuando a la madre le cuesta trabajo comer es normal que pierdan peso los primeros meses, pero después del segundo mes deben empezar a recuperar su peso normal y subir aún más —Draco parecía experto en el tema.

— ¿Que tanto has estado leyendo Malfoy? —le cuestionó ella sorprendida.

—Mucho, he leído mucho, más de lo que puedes imaginar, no eres la única que quieres saber todo y busca respuestas en los libros —Ella lo miro a los ojos y le regaló una sonrisa — ¿porque me miras así? —pregunto Draco algo nervioso.

—Ser mejor padre de lo que pensé —respondió ella aún con una sonrisa.

El rubio claramente pudo sentir que se había sonrojado y no pudo evitar responder con una sonrisa muy pequeña, casi imperceptible.

—Favor de devolver los libros a su sitio y abandonar la biblioteca que la hora de cerrar ha llegado —se escuchó por todo el lugar la voz de la bibliotecaria.

"Salvado por la campana" pensó Draco, después le ayudo a la castaña a guardar los libros que al final no había leído por estar conversando con el Slytherin y cada uno salió por su lado.