La verdad que hasta yo estoy bien emocionada con esta historia, tanto que aquí me tienen, un ojo en la comida y otro en actualización. Lindo día para todos.
El lunes llegó, ambos salieron de sus habitaciones listos para ir a hacer la prueba, como si tuviesen un acuerdo, ninguno de los dos mencionó nada de su pequeño acercamiento del día anterior.
— ¿Vamos a desayunar? —preguntó Draco rompiendo aquel silencio incómodo que los había envuelto desde que se habían visto las caras.
—No, bueno al menos yo no, creo que debo ir sin desayunar, no estoy segura —admitió ella.
—Bien ¿Y cuál es el plan? ¿A dónde se supone que debemos ir? —lanzó un par de preguntas más.
—Aquí cerca hay un laboratorio, iremos a que me tomen una muestra de sangre, así es como se hace una prueba de embarazo por aquí, bueno hay más formas pero esa es una de las formas más confiable –explicó ella.
—Bueno, pues vamos, aquí yo solo haré lo que me digas no tengo la menor idea de cómo funciona la medicina de los muggles —admitió el rubio.
Salieron de la casa y caminaron en silencio uno al lado del otro, Draco miraba a todos lados, tenía muchas preguntas sobre lo que veía pero decidió ahorrárselas, aunque había pasado un tiempo por ese lugar hacia unos años, aún tenía que mucho que aprender pero no se sentía con la confianza de pedirle a Hermione que le resolviera todas esas dudas. La tensión entre ellos se podía percibir a metros de distancia, estaban a punto de saber si había algo que los unía o todo esto había sido en vano.
Llegaron al lugar y Hermione entró primero y Draco la siguió, ella saludó a la recepcionista de manera muy hablaba con una sonrisa en su rostro, como si ese fuese el mejor día de su vida, después de explicar a que iba, llenó un documento con su nombre completo, la dirección de la casa donde se estaban quedando; en profesión la castaña escribió ama de casa, y cuando llegó a la edad ella puso 18 años.
— ¿18? —preguntó Draco en voz baja.
—Shhh —lo cayó Hermione —me evitó problemas siendo mayor.
—Como quieras —dijo él y siguió en silencio viéndola terminar de llenar el formulario que al rubio le parecía innecesario.
Cuando la castaña terminó con lo que hacía le entregó el formulario a la recepcionista y regresó a sentarse junto al rubio, este miraba a su alrededor, cada vez tenía más preguntas pero se las guardaba todas.
—Señora Granger, puede pasar ahora —dijo la mujer que usaba una bata blanca.
Hermione se puso de pie y caminó con Draco detrás de ella.
—Buen día —la castaña saludo.
—Señor Granger usted puede quedarse aquí, solo tomaré una muestra de sangre, no es la gran cosa —dijo la mujer que los entendía.
— ¿Señor Granger?... Como sea, no pienso esperar afuera —dijo firme el rubio.
Draco entró con ellas, se mantuvo atento a todo el procedimiento, sintió cierto malestar en el estómago cuando miró como pinchaba el brazo de la castaña y le extraía sangre lentamente, después de eso salieron de ahí y fueron de regreso con la recepcionista.
—Estamos algo sobrepasados de pacientes, me temo que los resultados estarán listos en una hora —dijo la mujer.
—Hubiese sido más fácil en San Mungo —murmuró el rubio mientras pagaba.
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¡¿EMBARAZO?!
أدب الهواةDespués de una noche que se ha borrado por completo de la memoria de Draco y Hermione vienen las consecuencias, un embarazo o al menos eso es lo que ellos creen. Deberán aprender a tolerarse entre ellos por el bien de ese posible hijo, encontrar la...