¿Celoso Malfoy?

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Le prometí un capitulo mas hoy y pues la verdad estaba aburrida de estar trabajando en mi tesis así que mejor viene a actualizar y responder sus mensajes. Linda noche para aquellos que me leen.


Una vez dentro de la enfermería, Hermione se encontraba recostada en una de las camas mientras Madame Pomfrey revisaba su pie izquierdo. Draco caminaba en círculos sin importarle que se le notara lo preocupado que estaba por la castaña; Harry observaba la actitud del rubio muy desconcertado, pues él también se preocupaba por Hermione pero sabía que un tobillo torcido no era la gran cosa y no dejaba de preguntarse ¿porque Malfoy estaba tan preocupado por Hermione?

—Malfoy ¿podemos hablar? —preguntó Harry mientras la enfermera colocaba un vendaje en el pie de su amiga.

—No —respondió a secas atento a lo que pasaba en aquella cama.

—Malfoy —insistió el pelinegro — ¿qué te pasa con Hermione?

—Ahorita no estoy para explicaciones, déjame en paz —sentenció Draco sin apartar los ojos de Hermione.

—Hermione es mi amiga, y no entiendo porque estás tan preocupado por ella, es más no entiendo porque estás aquí, ¿entre ustedes hay algo? —se atrevió a preguntar Harry.

—No digas estupideces, ¿que podría haber entre nosotros? Además ya te dije, ahorita no estoy para explicaciones —Draco seguía sin quitar sus ojos de la chica.

Harry se rindió y se limitó a esperar que la enfermera terminara su trabajo para poder llevar a su amiga hasta su torre, esta vez ella no podría negar que algo ocurría entre el Slytherin y ella.

—Lo mejor es que la señorita Granger pase lo que resta de la noche aquí —informó la madame Pomfrey —se encuentra bien, su pie solo necesita reposar un par de horas y estará como nuevo. Si pasa la noche aquí evitará lastimarse camino a su casa.

—Bien será mejor que me vaya —dijo Draco y dio media vuelta para irse.

En cambio Harry fue hasta la cama de Hermione y Draco pudo ver desde la puerta como el niño que vivió se inclinó a besar la mejilla de la castaña, después pasó cariñosamente su mano por su bien peinado cabello y ella le sonrió con ternura, el rubio salió del lugar sintiendo nauseas.

Un rato después cuando Harry abandonó la enfermería y madame Pomfrey se había retirado a su dormitorio Hermione se disponía a dormir cuando sus ojos se encontraron con los del rubio que la miraba desde la puerta de entrada, a verse descubierto este caminó hasta su cama y se sentó en la silla de al lado.

— ¿Que pasa contigo y Potter? —preguntó sin ocultar su molestia.

— ¿Que pasa de qué? —ella le regresó la pregunta frunciendo el ceño.

—Miré como te besaba y tú estabas bien sonriente —dijo el aún más molesto al recordar aquello.

—Malfoy, si no te conociera diría que estás celoso —la castaña sonrió.

—No estoy celoso, solo creo que debo saber si pasa algo entre ustedes porque eso involucra que mi hijo estará cerca de él —se defendió con su mejor argumento.

—Harry es mi mejor amigo y nada más, ya habíamos hablado de eso apenas hace unos días, además solo fue un beso en la mejilla —esas palabras calmaron las náuseas que el rubio había estado sintiendo —pero dime ¿tú en qué demonios pensabas cuando hiciste todo este teatro de traerme a la enfermería? ¿Ahora cómo explicare tu preocupación por mí? —dijo ella cruzándose de brazos sentada sobre la cama.

—Qué más da, en unas horas partiremos en el tren y después de eso tendremos que contarle a todos que seremos padres, y lo de traerte a la enfermería es obvio, que tal que le pasaba algo al bebé por tu caída —explicó el Slytherin.

—Bueno no tiene caso discutir por eso, lo hecho, hecho esta —Hermione dejó caer su cabeza sobre la almohada.

—Granger ¿siempre has tenido todo eso debajo de la túnica? —Draco señaló el escote de la chica provocando que se sonrojara —Digo, es solo que... yo leí que... mmm, el tamaño de los senos aumenta con el embarazo —Draco dijo aquello con dificultad sonrojándose también.

—Eres un idiota —respondió ella tratando de parecer ofendida –ya tengo sueño, deberías irte ya.

—No me iré de aquí hasta que tú también te puedas ir, así que duerme que aquí me quedo —Dijo Draco muy convencido.

Hermione no tenía ganas de discutir, realmente se sentía cansada, así que simplemente lo dejo hacer lo que quisiera; ella cerró los ojos e inmediatamente después se quedó dormida. Draco por su parte se quedó mirándola como dormía tranquilamente por largo tiempo, hasta que también se quedó dormido sentado en aquella silla, había colocado su cabeza sobre la cama para descansar sus ojos un minuto solamente pero ya no los abrió pues el cansancio lo venció.

—Señor Malfoy ¿qué hace aquí? —preguntó madame Pomfrey haciendo que Draco despertara dando un salto.

Hermione también despertó con la palabras de la enfermera y al abrir los ojos se encontró con el rubio que tenía la camisa medio abierta y la corbata a medio hacer, lo más extraño de la escena era que él había dormido a su lado sentado en esa silla que se veía incómoda, además de que por alguna razón se encontraban tomados de la mono, cuando ambos fueron conscientes de eso se soltaron a toda prisa.

—Disculpe, me he quedo dormido —dijo el rubio al fin.

—No pasa nada, solo me hubiera gustado que me avisaran que alguien se quedaría a cuidar de la señorita Granger —argumentó la enfermera.

—Lo siento —Draco se disculpó de nuevo.

Después de que la enfermera revisara el pie de la castaña y descubriera que la hinchazón ya había bajado, retiró el vendaje y comprobó que la castaña pudiera apoyar el pie, para después informarle que ya se podía ir.

Era la hora perfecta pues los alumnos se encontraban en el gran comedor para desayunar y ella que no quería encontrarse con sus amigos por el momento fue directo a su habitación tomó sus cosas y salió de ahí antes de que regresaran, tratando de evitar el ser bombardeada por cientos de preguntas, sintiéndose tranquila de que ni Harry ni los Weasley saldrían del castillo para navidad, así que durante el viaje en tren no tendría que esconderse de ellos, lo único malo era que para que salieran las carrozas que la llevarían al expreso de Hogwarts saldrían en un poco más de una hora.

Por su parte Draco había llegado a su habitación y claro que Theo y Blaise lo atacaron a preguntas, pero conociendo al rubio sabían que no obtendría ninguna respuesta, ya que él ni se había molestado en saludarlos o darles algún pretexto de porque no había pasado ahí la noche, él se limitaba a guardar algunas cosas en una maleta pues no había preparado nada de su equipaje para las vacaciones.

— ¿Qué haces en la ventana Blaise? —preguntó Theo divertido.

—Estoy esperando, el pronóstico del clima decía que hoy llevaran cerdos —respondió el Moreno para después soltar una carcajada.

—Son un par de idiotas —dijo el rubio tomando su maleta y saliendo de ahí.

—Cree que puedeevitarnos ¿qué no sabe que vamos en el mismo tren? —preguntó Blaise al verlosalir, Theo solo se encogió de hombros y siguió en sus cosas.

¡¿EMBARAZO?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora