El uno para el otro

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Aviso importante

Les pedí que me dijeran lo que quisieran leer en esta historia, agradezco mucho sus comentarios, ideas, sugerencias y hasta sus mensajes en mi Facebook.

Existen dos noticias, ya saben la buena y la mala.

La mala es que si incluyo todas esas ideas a la historia se alargara mucho y se perderá la idea central de esto, que era el posible embarazo, así que este es el último capítulo de esta historia, lo siento pero a partir de aquí den por terminada ¡¿EMBARAZO?! Lo siento mucho por romper su corazón.

Ahora la buena, pienso hacer una segunda parte donde incluiré todas esas cosas que quieren ver, esta historia la trama se centrara en ellos como pareja, ahí veremos su noviazgo, la reacción de sus padres, la convivencia con sus amigos, su compromiso, y mucho más. Ojo esta segunda parte se irá actualizando mucho más a lo largo que esta historia, porque ahí si comenzare de cero.

 Ojo esta segunda parte se irá actualizando mucho más a lo largo que esta historia, porque ahí si comenzare de cero

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Un año después

El aire frío se colaba por sus abrigos, no era el clima ideal para un paseo en el parque, pero su sentimentalismo y nostalgia eran más grandes que el frio que podían sentir, ese parque les traía tantos recuerdos, felices en su mayoría, aunque también en ese lugar Hermione había derramado muchas lágrimas cuando se había enterado que no estaba embarazada, en ese lugar se habían dado su primer beso, ese que se dieron en un momento de vulnerabilidad pero que ambos habían estado deseando.

Se dirigían a su sitio favorito del parque, a un banco junto al estanque que seguramente debía estar congelado.

Las manos de Draco y Hermione se encontraban entrelazadas, caminaban en silencio mirando a su alrededor, no hacían falta las palabras, ambos sabían que recuerdos les traía cada metro cuadrado de ese lugar, no necesitaban decirlo en voz alta, una ráfaga de viento más fuerte llegó despeinado aún más el cabello de ella haciendo que rubio soltara una carcajada.

— ¿Qué te parece tan gracioso? —preguntó ella fingiendo indignación.

—Nada princesa mía, solo sonrío porque soy feliz —respondió él con una gran sonrisa en el rostro y detuvo su caminar — ¿Recuerdas hace un año?

—Claro que lo recuerdo, uno de los días más felices de mi vida —ella lo miraba a los ojos.

—Hace un año te llené de regalos, compré todo lo que un novio le regalaría a su novia y mucho más, tenía mucho miedo de abrir mi corazón y no ser correspondido —admitió el rubio.

—La cantidad de regalos fue ridícula —dijo ella recordado que el gran dragón todavía debía ocupando el sillón de aquella casa que ahora sabia pertenecía a Snape —yo tenía el mismo temor que tú, y míranos ahora, festejando un año de ser novios.

—Eso me recuerda que te tengo un regalo, como comprenderás es mucho más modesto que los de hace un año, bueno son dos —el rubio buscó en su abrigo y saco un pergamino y se lo entregó a la castaña.

Hermione pasó su mirada por el pedazo de papel, leyendo cada una de las palabras, viendo todos los tachones y machas que tenía, tomándose el tiempo para apreciar los pequeños garabatos que tenía en las esquinas, sus ojos se humedecieron un poco y se llevó una mano a la boca por la emoción.

— ¿Es lo que pienso que es? —le cuestionó ella bastante conmovida.

—Hace un año te dije que tenía un discurso muy bien preparado, este es el pergamino que utilicé para escribir lo que quería decirte, lo ensayé por varios días —confesó el Slytherin —y tu otro regalo —Draco busco de nuevo en su abrigo, después le mostro un dragón verde de peluche súper pequeño, era del tamaño de la palma de su mano, muy parecido al de hacía un año.

Hermione se llevó las manos a la cara con mucha emoción, se podía ver que sonreía aun cuando tenía el rostro oculto.

—También te traje un regalo —dijo ella muy emocionada, buscó en su abrigo y sacó un pequeño dragón rojo y verde de peluche — ¿Será que significa que estamos hechos el uno para el otro? —preguntó ella con una gran sonrisa.

Draco la levantó por la cintura y giró con ella en brazos, cuando la bajo de nuevo se acercó lento a ella con la intención de besarla pero se detuvo justo antes de que sus labios se tocaran.

—Esto es tan romántico, pero, ¿sabes cómo sería mas romántico? —Ella negó con la cabeza —este momento seria 10 veces más romántico si no tuviera a tu padre detrás de mí —dijo el levantando la voz.

—Solo cuido de mi hija —respondió el señor Granger que estaba de pie a dos metros de la pareja.

—Lo sé, pero dígame ¿en algún momento me dejara pasar tiempo a solas con su hija? —preguntó el rubio en tono burlesco.

—Tal vez cuando se casen los deje pasar un momento a solas —respondió el hombre con un tono de molestia.

—Trato hecho, mañana mismo nos casaremos —dijo Draco de nuevo tono de broma y Hermione le dio un codazo —no te enojes, yo respeto a tu padre pero me gusta molestarlo —le dijo a la castaña en voz muy baja.

—No tienes en que caerte muerto y quieres formar una familia, no digas estupideces —el señor Granger parecía muy molesto.

Draco no dijo nada más, ese último comentario le había borrado la sonrisa del rostro, una ráfaga de viento llegó haciendo que el sombrero del señor Granger saliera volando.

—Yo iré por el —dijo Draco y corrió detrás del sobrero.

—Papá, no seas malo, creo que Draco es perfecto para mí, —dijo ella en voz baja mientras veían al rubio corriendo detrás del sombrero —él se esfuerza mucho para demostrarte que es el hombre correcto para mí, que me ama y me respeta.

—Estamos de acuerdo, cualquier hombre que cuide tanto a mi princesa y esté dispuesto a dejar todo por defender su amor es perfecto para ti —el hombre le regaló una sonrisa a única hija —solo que me gusta molestarlo así como él lo hace conmigo, creo que soy mejor que él en este juego —guiñó un ojo y Hermione sonrió satisfecha por las palabras de su padre.

—Aquí tiene —Draco le entregó el sombrero al señor Granger. — ¿Si sabe que su hija es perfectamente capaz de defenderse si yo me quisiera propasar con ella? Digo, no es que yo vaya a hacerlo, pero si lo hiciera estoy seguro que no dudaría en romperme la nariz... de nuevo.

— ¿Cómo que le rompiste la nariz? —preguntó el señor Granger a su hija mientras observaba de cerca la nariz del rubio.

—Fue hace 4 años y sigue llorando —dijo ella burlándose de su novio —además le sanó muy bien.

El hombre miró a su hija, tenía en un su rostro una combinación de orgullo y pena por la acción de su hija en el pasado.

—Bienvenido a la familia —dijo abrazando al rubio a quien había tomado por sorpresa —sé que me hija no podría encontrar un hombre que la ame más que tú, dispuesto a renunciar a todo menos a su amor.

¡¿EMBARAZO?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora