¡¿EMBARAZO?!

Te creo

Una semana después del incidente, donde Draco y Hermione habían pasado aquella noche en un hotel muggle sin saber cómo habían llegado ahí ni que había sucedido ambos seguían sin recordar nada, ambos seguían con su vida de la manera más normal posible, ambos habían permanecido distraídos pues las dudas no les permitía pensar claramente.

En aire frío se comenzaba a sentir, parecía que justo hoy que comenzaba el mes de octubre también la temperatura había cambiado, Hermione miró a Draco caminar hacia los jardines y no pudo evitar pensar en lo mismos de los últimos días ¿qué había pasado aquella noche? No podía estar segura si Draco le mentía pero ella presentía que en realidad él tampoco sabía lo que había sucedido, y no es como si se lo pudiera preguntar pues habían prometido no hablar de eso con nadie, no hablarse entre ellos, técnicamente se prometieron dar por olvidado lo sucedido, fuese lo que fuese, pero ninguno de los dos podía simplemente olvidar, curioso pues realmente no recordaban nada fuera de ese ajetreado despertar, y aquellas dudas no los dejarían dormir por un tiempo.

—Ya pasó una semana y aún no me cuentas con quien pasaste toda una noche —Blaise sorprendió a Draco cuando este salía del castillo.

—No tiene importancia —respondió el rubio cansado del tema — ¿no se cansan de hablar de lo mismo? Tú y Theo deberían conseguirse una vida propia.

—Si nos dieras la respuesta que queremos ya no tendríamos que preguntar de nuevo —el moreno se encogió de hombros —creemos que no es cualquier chica porque nunca habías pasado todo una noche con ninguna otra.

—Estoy cansado de esto, ¿quieres saber la verdad? -Blaise asintió emocionado —no pase la noche con una chica, la pasé en mi casa, mi madre me escribió para decirme que me extrañaba, ya sabes cómo es esa mujer —Draco movió su cabeza de un lado a otro.

— ¿Tu madre no podía pasar un día más sin verte? Si solo habían pasado 3 semanas de que empezamos en sexto año —el moreno arqueo una ceja —pero bueno, nada te costaba decir la verdad.

—Decir que visite a mi madre apenas pasando 3 semanas lejos de casa es vergonzoso —admitió el rubio mientras pensaba que era más vergonzoso admitir que había pasado no la noche con Granger.

Por otra parte Hermione no había tenido que inventar la gran historia, le había bastado con decirle a sus amigos que se había quedado dormida en la sala de prefectos mientras leía y se había despertado hasta otro día muy temprano, y para su suerte nadie había desmentido tal historia.

Por los siguientes días habían tenido sus habituales peleas por los pasillos, no era un secreto para nadie que Draco Malfoy y Hermione Granger se odiaban casi a muerte, así había sido desde primer año y también era bien sabido que la forma favorita del rubio para insultarla era llamarle sangre sucia; siempre había existido una rivalidad entre Gryffindor y Slytherin pero ellos la llevaban al extremo.

Ambos chicos eran muy buenos en sus clases los dos mantenían las mejores calificaciones de su generación pero existían diferencias en eso, mientras Hermione se esforzaba siempre en participar, ser siempre la primera en levantar la mano aunque nadie preguntara nada, Draco prefería pasar desapercibido, sentándose siempre en la parte trasera del aula y prestando nula atención a las clases, aunque de alguna forma se las ingeniaba para siempre responder bien si algún maestro le cuestionaba por no estar prestando atención.

—Mione ¿has notado que Malfoy te observa mucho? —preguntó Ron dos semanas después del incidente.

— ¿Porque Malfoy me estaría observando? —le regresó la pregunta tratando de no verse nerviosa.

—No lo sé, pero desde hace unos días he notado que te sigue con la mirada —explicaba el pelirrojo en voz baja mientras entraban en el aula de pociones para su siguiente clase.