-¡Niños, hyung, ya llegué! - anunció Minho entrando por la puerta principal cargando un par de bolsas del supermercado. Luego de notar que sólo quedaba medio litro de leche y dos huevos se había encaminado hacia la tienda más cercana, no sin antes regañar a los otros dos mayores por permitir tal descuido.
-¡Hyuuuuuuuuung!- llegó corriendo el maknae con los ojitos brillantes y dando brinquitos-. ¿Trajo lo que le pedí?
Moviéndose hacia la cocina, Minho colocó todo sobre la encimera antes de revolver el contenido de una de las bolsas, sacando una caja de plástico donde había casi dos docenas de rojas y enormes fresas. Jeongin tomó el empaque para abrirlo cuando Minho se lo arrebató nuevamente.
-Hay que desinfectarlas Jeongin, no vaya a ser que te enfermes- revolvió el cabello del chico y sacó de una gaveta un bowl de cristal en el cual colocó la fruta, agua y unas gotas de desinfectante de alimentos-. Habrá que esperar una hora para que las puedas comer.
Refunfuñando, Jeongin regresó a la sala y se puso a jugar videojuegos con Jisung, por lo que pronto su ceño fruncido se reemplazó por una sonrisa al verse como el ganador de la mayoría de las rondas. Tan entretenido estaba, que cuando Jisung se levantó fastidiado y quejándose de que era un tramposo, casi dos horas ya habían transcurrido.
-¡Fresas!- chilló animado caminando hacia el comedor donde el cuenco de aquellas bayas estaba. Ni corto ni perezoso, abrió la nevera más pequeña y sacó un bote de crema dulce para comenzar a comer; sin embargo, ni bien tomó la primera fresa Seungmin entró en su campo de visión.
-¡Oh, fresas!- el mayor estiró la mano tomando una de estas, ignorando el siseo posesivo del contrario ante su comida siendo hurtada. Le untó crema y comenzó a comer.
Resignado a que tendría que compartir su preciada fruta con el castaño, Jeongin se encogió de hombros y le dio una gran mordida a la roja y dulce...
¿Dulce?
Una mueca se formó en su rostro. ¡La fresa estaba muy ácida! Tragó como pudo lo que estaba en su boca y puchereó.
-¡Esta fresa no es dulce!- lloriqueó hacia Seungmin, quien como si nada seguía comiendo la suya-. ¡He sido estafado!
-Ow, pobre de ti- se burló el castaño -, la mía sí está dulce. Creo que fue cuestión de suerte.
Jeongin miró la fresa en su mano y luego a las que estaban en el recipiente. El terror de que más fresas supieran así lo detenían de probar otra, además de que no podía morder cada fresa hasta hallar una que supiera bien, ¿verdad?
-Ni se te ocurra. Felix quiere usar las fresas restantes para hacer un pay- como leyéndole los pensamientos, Seungmin comentó. Y tal vez notó lo decaído que estaba por la situación, porque agregó-: te daré mi fresa, pero quita esa cara, que te ves muy feo.
-¡Oye! Grosero.
-¿Vas a quererla, o no?- alzó las cejas en un gesto retador.
-... Sí- extendió la mano para tomarla, pero Seungmin se apartó-. ¡Yah, no jueges conmigo!
-Cierra los ojos y abre la boca.
-¡Seungmin!
-No te la daré si no haces lo que te digo.
-Pero... está bien- hizo lo que le ordenó y paciente esperó. Un par de segundos que se hicieron lentos pasaron y justo cuando estaba por quejarse nuevamente, algo rozó su boca. Pero no era una fresa.
Era algo más cálido y húmedo, pero tan dulce como su fruta favorita. Movió sus labios lentamente, saboreando el dulzor de aquellos belfos que sabían ponerlo de cabeza con solo un toque, dejando que sus lenguas se encontraran unos breves segundos antes de finalmente apartarse emitiendo un ligero chasquido. Al abrir los ojos nuevamente, se topó cara a cara con el mayor, quien lo observaba con tanta intensidad que se sintió sonrojar.
-¿Y?- mordió la esquina de su labio inferior sin sacarle los ojos de encima-. ¿Mejor?
Jeongin, por su parte, se relamió degustando su sabor una última vez-. Sí, mucho mejor.
El milagro ha sucedido. He publicado otro capítulo en menos de un mes :O
¿Les gustó? Personalmente, fue uno de los que más me gustó escribir ;)
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de amor y otras cursis historias 「skz」 ✓
Fanfic| relatos breves y variados sobre diversas ships de stray kids.