Déjame sostenerte entre mis brazos [Chaennie/Jenlisa] (Libro I)

Capítulo 5

Revisé las redes sociales para informarme más del asunto.

«Es una tontería», dijo mi unnie restándole importancia y eso parecía al leer los comentarios de los internautas coreanos, que entre bromas discutían el tema y comparaban algunas de las fotografías que Chaeyoung había subido a instagram con fotos subidas por otra idol.

Lo más curioso es que era UNA idol.

¿Desde cuándo a los coreanos les parecía bien que una mujer saliese con otra?

Me dispuse a llamar a Chaeyoung para saber cómo había tomado este supuesto rumor de citas que se venía extendiendo por lo menos hace varias horas y cada vez crecía más y más en internet.

—No te va a contestar —dijo Jisoo mirando como marcaba una y otra vez pasándome al buzón de voz —. Ya lo intenté antes de venir aquí.

—¿Crees que esté bien? Aunque sea una mentira, estas cosas siempre nos afectan.

—¿Por qué crees que es mentira? —dijo, mirándome fijamente.

—¿Qué dices? —Eso me había sorprendido.

—¡Oh, Lalisa! ¡No me digas que eres el tipo de persona que asume que todos son heterosexuales! —Se burló sonora y descaradamente de mí, haciendo que varias personas en la cafetería nos vieran de forma muy tajante.

—¡Unnie! —Escuché un carraspeó de alguien del personal detrás de nosotras —No, no es eso... —dije por lo bajo.

—¿Entonces?

—Si Chaeyoung no lo confirma, para mí es una mentira —dije simplemente.

Después de eso procedimos cada una a irnos a nuestros respectivos departamentos. Necesitaba ver a mis gatos, porque sabía que podían aliviar esta extraña angustia que el asunto de Chaeyoung me había traído.

De alguna forma me negaba a pensar que mi mejor amiga no había tenido la suficiente confianza para decirme algo tan importante.

Leo y Luca me miraban curiosos mientras ordenaba un poco la sala que Lily y Louis habían desordenado.

A pesar de tener a mis chicos siguiéndome por la casa y queriendo llamar mi atención, no sentía la paz habitual que me traía compartir el tiempo con mis mascotas.

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A través de la ventana podía ver como pasaban algunas camionetas, que claramente no eran del vecindario. Había algunas personas extrañas rondando también.

Afortunadamente había llamado a la policía, para que se encargaran de patrullar y hacerse cargo de esas molestias, las cuales se habían encargado de importunar a mi compañera.

No podía entender como en este maldito país aún no le ponían un alto a la banda de acosadores que eran los medios de prensa.

¡Solo era un estúpido rumor y todo el mundo estaba perdiendo la cabeza!

Chaeyoung descansaba sobre mi cama, ya con el semblante más tranquilo después de haberse tomado un té relajante que le había dado.

Claramente con lo tarde que era no podía dejar que la chica se fuera a casa, sin embargo, debía avisar a Jisoo que era su compañera de departamento.

No había visto mi celular desde hace algunas horas, cuando Chaeyoung había llamado a mi puerta en un estado deplorable. Algunos fotógrafos la habían estado hostigando, por el rumor que corría entorno a ella con Suzy Bae. Afortunadamente había podido distraerlos y llegar hasta mi casa.

—Veinticinco llamadas perdidas... —susurré viendo la pantalla del aparato.

—¡Hasta que contestas! —gritó Jisoo del otro lado de línea cuando le devolví la llamada — ¡Jennie, mi Rosie no aparece, creo que llamaré a la policía y...!

—Está aquí —dije rápidamente para que dejara de gritar.

—Oh... — Escuché un suspiro intenso—, pensé lo peor... además, Lisa no me contesta.

—Vaya, eso es raro... ¿ella sabe lo del rumor? —pregunté algo preocupada. Después de todo siempre era fuerte enterarse de este tipo de cosas por la prensa.

—Sí, y puedo ver que tú también... —su voz sonó enojada— No me importa si es verdad o mentira Jennie, solo quiero que mi Rosie esté bien.

Jisoo, tan maternal como siempre.

—Está dormida, yo la cuidaré y mañana la acompañaré a casa o pasas a buscarla —dije para tranquilizarla.

Escuché otro suspiro de alivio y una despedida de su parte.

«Lili... ¿le habrá pasado algo?».

Era extraño que no le contestara las llamadas a Jisoo. Incluso las mías se le pasaban algunas veces, pero las de Jisoo no. Esas dos tenían algún tipo de comunicación telepática que yo no comprendía y que Jisoo sonara preocupada por nuestra maknae, de alguna forma me terminaba preocupando a mí.

Me sobresalté al sentir unas manos rodear mi cintura, sin embargo, el perfume de Chaeyoung inundó mi espacio personal.

—Deja que me quede así —me pidió con un susurró cerca de mi oído que me hizo cosquillas—. Pensé que me habías dejado sola. —Volvió a susurrar ahora cerca de mi cuello y sentí algo extraño en el vientre.

—¿Estás mejor? —pregunté poniendo mis manos sobre sus brazos que me rodeaban. Sentí como Chaeyoung asentía, sin embargo, no emitió palabra alguna — ¿Quieres hablar? —Sentí como Chaeyoung negaba con la cabeza.

—Si no es mucho pedir... —me apretó un poco más contra ella—, ¿podrías dormir conmigo hoy?

—Claro... 

No sabía porque de pronto se me trababan las palabras y porque la presencia de Chaeyoung me ponía nerviosa.

«¿Crees que esté bien que me guste una chica?», recordé.

No podía dejar de pensar en ello.

No quería ser impertinente y preguntarle qué sucedía con eso, sin embargo, tenía una curiosidad terrible, y de alguna forma me hacía sentir menos sola el hecho de que Chaeyoung se sintiera de la misma manera.

—Estás sonrojada —mencionó Chaeyoung picando mis mejillas.

—Ya es muy tarde —dije evadiéndola—. Mañana me cuentas todo. —La miré seriamente antes de meterme bajo las sabanas.

La vi asentir y aproximarse a mí hasta quedar recostada en mi hombro. Iba a ser una noche larga mirando el techo de mi habitación, teniendo a Chaeyoung al lado. No sabía si iba a poder dormir.

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Pues hasta ahí ~

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