Capítulo 18

1.3K 151 89
                                    

Mi amiga me sostenía entre sus brazos. Lo hacía con aquella paciencia que siempre me había demostrado. Ver sus ojos tristes durante ese intento por consolarme, hicieron que mis lágrimas fluyeran con más fuerza.

—¿Y... qué pasa con Lisa? —preguntó de pronto —¿Nunca le has dicho que te gusta?

Negué repetidas veces, me aferré un poco más a ella. Sentí sus dedos peinar mi cabellera y limpiar mis mojadas mejillas.

—Lo siento... —Murmuré, tratando de no tropezarme con mis palabras—. Siento haberte ignorado estos días, necesitaba estar sola y hablar con Chaeyoung. —Le di una mirada significativa.

La vi tragar con dificultad y hacer una mueca después.

—Ese día pensaste mal de nosotras, ¿no?

—Le advertí a Chaeyoung que no intentara algo contigo.

—Ni siquiera es una posibilidad que eso suceda, no me entrometería en lo que sea que tengas con ella, Jennie.

—No tengo nada con ella —dije cortante—. Por eso no quisiera que se intentara acercar a ti de otra forma. No necesitamos más problemas.

Un silencio incómodo de su parte se hizo presente. Jisoo parecía querer decir algo, sin embargo, optó por callar por un largo momento.

—Si es así, lo tuyo con Rosie, ¿no significa nada? ¿Estás segura? —preguntó rompiendo la extraña atmósfera que se había creado.

—Lo estoy.

—¿Qué es lo quieres realmente, Jennie?

Nuevamente sentí como la angustia en mi pecho volvía a apoderarse de mí. Todo ese peso se tradujo en un llanto incontrolable que me hizo quedar agotada.

Jisoo se había posicionado frente a mí. Su mirada se había recuperado, ya no veía la compasión de hace algunos momentos.

Su seriedad me ayudaba bastante. Me ayudaba a centrarme.

—No puedes tener a las dos —dijo fríamente —. Aunque técnicamente no tengas nada con Lisa ¿entiendes?

Lo sabía y también sabía que no le era indiferente a la maknae. Siempre había estado a la espera de algún movimiento de su parte. Llevaba años esperando algo más que el estúpido fanservice.

La pesadumbre que sentía no era por un deseo egoísta de tener a ambas. Realmente no tenía a ninguna. No me pertenecían. Cada una de nosotras tomaba sus propias decisiones.

Había decidido involucrarme con Chaeyoung y ella conmigo.

Lalisa había decidido centrarse exclusivamente en su carrera. Tenía muchas presiones, para vivir su vida y una de sus escapatorias era eso mismo, su profesión.

Ella vivía para el trabajo y hasta hace un tiempo atrás yo también lo hacía, aunque cada vez sentía mucho menos apego a ciertas situaciones que me daban seguridad.

Nunca antes hubiera pensado seguir mis deseos, por lo menos no de la forma en que lo hacía con la pelirosa.

Besar a Chaeyoung había sido revelador. No era ella en sí, eran los descubrimientos que venían después de los sucesos.

Había muchas cosas que no había comentado con Jisoo, por eso no me extrañaba que malinterpretara mis emociones. Aunque fuese mi mejor amiga, no me podía leer completamente. Eso era imposible.

Incluso teniendo la claridad de varias de estas situaciones, solo quería llorar. Que estuviera tomando decisiones que hacían que me sintiera mejor, no significaba que no tuviera momentos donde necesitara desahogarme.

Sentí como Jisoo se movió hasta quedar a mi lado y pasaba su brazo por mis hombros.

—¿Quieres quedarte a ver una película?

—Tan de la nada, unnie... —Solté una risita.

Jisoo sabía reconfortarme con tan poco.

—Seguro Rosie llega tarde, ya sabes... por lo de su debut —dijo sonriendo—. Puedes quedarte cuanto quieras, vemos una película y si quieres puedes seguir contándome lo que te sucede.

—Sería genial. Necesito distraerme.

—¡Eso te pasa por andar dándole besitos a Chaeyoung y andar suspirando por la distraída de Lisa!

—¡Unnie!

No importa si era un mal momento, Jisoo siempre lo acompañaba con ese humor tan característico.

—¿Quieres ver una de terror? —Sugirió encendiendo la televisión.

Negué rápidamente. No me gustaba ese género. Si ya me sentía inquieta, con una película de terror no iba a poder dormir.

—Oh, Jendukie, eres valiente para tantas cosas y una cobarde con estas pequeñeces.

—¡No coloques ninguna!

Jisoo no me hizo caso y comenzó a navegar entre los trailers de diferentes películas. Me tapé los oídos, porque cada preview que se visualizaba tenía ruidos ensordecedores.

—¡Ya vimos lo mejor de las películas en cada tráiler, quita eso!

—¡Qué exagerada!

Un golpe fuerte y seco se escuchó contra una puerta o una pared del departamento. No estaba segura.

Ambas nos miramos y miramos a todos lados. La sala estaba en penumbras y la sugestión se estaba haciendo presente en mí. Le quité el control remoto a Jisoo y apagué la televisión.

Se escuchó otro golpe y como algo se arrastraba por la pared, más bien por la puerta principal. Los botones de la cerradura digital emitían un sonido descontinuado.

—¡¿Invoqué a un demonio o qué?!

—¡Cállate Jisoo!

Me levanté dispuesta a ver qué era lo que pasaba detrás de la puerta. Alguien tenía que hacerlo, puesto que la valiente de mi amiga se había cubierto con una manta y se había hecho un ovillo en el sillón.

En el peor de los casos era un ladrón.

Jisoo y sus estúpidos comentarios paranormales.

Escuché que alguien gritó tras la puerta de la entrada y otro golpe seco. Eran las voces de Lalisa y Chaeyoung.

Cuando abrí la cerradura, la puerta fue empujada de golpe, casi dándome contra el rostro. Alcancé a hacerme a un lado y pude ver como Chaeyoung caía de lleno al suelo.

Al otro lado de la entrada pude ver como Lalisa, con los puños apretados, seguía mirando furiosamente a una Chaeyoung adolorida en el piso.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Hasta a mí me dolió la caída... ύ.ὺ

Lo subí antes, porque Uds. me caen bien.

Bueno, gracias por leer todo este drama lésbico, nos leemos el lunes.

(◡‿◡✿)

Déjame sostenerte entre mis brazos [Chaennie/Jenlisa] (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora