Déjame sostenerte entre mis brazos [Chaennie/Jenlisa] (Libro I)

Capítulo 22

No pensaba volver a publicar hasta el viernes, pero me enteré que hoy 24 es el CHAENNIE DAY ~  💗

Así que..., aquí hay capítulo adelantado para todas las Chaennieliebers (jajaja) que leen esto :v

Jenliseras ya les llegará su momento, don't hate me, bitches ~

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No podía seguir ni un minuto más en el departamento de mis compañeras, debía salir unos momentos a caminar. Mi mente no tenía claridad de nada, incluso si el alcohol ya no tenía efecto en mí.

Las palabras de Chaeyoung seguían dando vueltas en mi cabeza, confundiéndome.

¿Debía hacer algo y acercarme a Jennie? ¿Debía darle alguna explicación? Realmente no creía que todo eso fuese necesario. Lo único que tenía claro era que Chaeyoung no tenía el derecho de hablar de mis sentimientos por Jennie. 

Sabía lo intuitiva que era mi amiga. Era justo como Jisoo. Entonces si ella sabía todo eso... ¿por qué buscaba involucrarse con Jennie?

Cerré los ojos fuertemente volviendo a sentir ese maldito dolor de cabeza.

Necesitaba seguir respirando el frío y contaminado aire de las calles de Seúl. No era sano, pero se sentía mucho menos pesado que el aire del departamento que había abandonado hace una hora.

Cuando me acerqué nuevamente al hogar de mis amigas pude notar como Jisoo esperaba en la entrada del edificio, con un gesto claramente preocupado. Tiritaba por el frío y abrazaba a Dalgom sobre su regazo.

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Los dedos de Chaeyoung se presionaban en mi cabeza sin llegar a lastimarme.

Por encima de su intimidad podía ver su rostro sonrojado y jadeante. A pesar de la posición en la que nos encontrábamos ella no quitaba sus ojos de lo que le estaba haciendo.

Cada vez que mi lengua se paseaba por esos mojados pliegues podía sentir como su mano sobre mi cabello se contraía.

Saqué mi lengua completamente para poder acariciar con ella todo lo que tenía frente a mí. Lo hice de la forma más lenta posible. Me había dicho que no le gustaba que fuera rápido con ella y yo tenía toda la intención de cumplir esa petición.

Ahora la punta de mi lengua jugaba con el punto más sensible de su intimidad. Quitó sus manos de mi cabeza. Pude ver como intentaba taparse la boca mientras sus ojos apuntaban hacia los míos. Al parecer el estar explorándola con mi boca causaba emociones en ella que jamás habían podido ser apreciadas por mí. La veía desesperada y jadeante.

Seguí concentrada en darle el mayor placer posible con mis labios, mi lengua y mis dientes, hasta que sentí como tomaba mi mentón y me hacía levantar la cabeza mientras pasaba su pulgar por mis labios. Se había incorporado levemente.