Déjame sostenerte entre mis brazos [Chaennie/Jenlisa] (Libro I)

Capítulo 7

El pasar de las semanas había hecho que los rumores de citas se calmaran.

Con Chaeyoung no habíamos vuelto a hablar sobre nuestros peculiares gustos, sin embargo, después de la confesión de mi compañera me era imposible mirarla de la misma forma que antes.

Podía notar los nada sutiles coqueteos de su parte hacia algunas chicas del staff y hacia las bailarinas, quienes, para mi sorpresa, parecían bastante contentas con las interacciones con nuestra compañera.

De alguna manera envidiaba la manera de ser de Chaeyoung. Yo no tenía ese valor y me importaba demasiado lo que los demás pensaran de mí.

Cuando Lalisa estaba cerca, me comportaba como una idiota, hasta parecía que no la soportaba, pero la verdad es que si no actuaba indiferente se me notaba demasiado lo estúpidamente enamorada.

—Bu... —susurraron en mi oreja.

Emití un gritito. Chaeyoung se había acercado a mí tomándome por sorpresa mientras tenía la guardia baja.

—¡Unnie, qué sensible! —se burló de mí.

—¿Ya te cansaste de coquetear con el personal? —solté de pronto, algo molesta.

Me enojaba el hecho de que parecía estar burlándose constantemente de mí..., o quizá yo estaba demasiado paranoica.

—No, la verdad, me falta coquetear con Jisoo unnie, pero ella es demasiado pura —dijo,  y le pellizqué el brazo. Chaeyoung hizo un puchero solamente.

—No nos faltes el respeto Chaeyoung —dije hablando enserio.

Ella rodó los ojos y se quedó callada un momento mientras ambas observábamos como nuestra maknae perfeccionaba sus pasos de baile.

—Hablando de gente pura... —dijo señalando a Lalisa, que era observada con ojos predadores por algunos miembros del staff.

Aquello me daba un poco de náuseas. Siempre teníamos que estar lidiando con este tipo de gente, en todos lados, sobre todo con esos estúpidos que nos veían como un pedazo de carne.

—¡Lalisa! —gritó Chaeyoung, llamando su atención para que se acercara a nosotras.

De pronto me vi a mí misma arreglando mi cabello, que estaba un poco desalineado por la práctica. Noté como Chaeyoung me miraba de reojo, quizá con sospecha.

A veces sentía que podía leer mis pensamientos.

—Hola, ¿qué sucede? —dijo nuestra maknae, secándose un poco la frente con una toallita, mientras algunas gotitas de sudor y agua corrían por su cuello.

Me quedé muda ante semejante imagen.

—Deberías tomar un descanso amiga, siéntate —ofreció Chaeyoung su puesto al lado mío en el piso, ella hizo ademán de irse—. Las dejo, debo ir a buscar a Jisoo unnie para la práctica de canto —dijo antes de desaparecer.

—Ya quiero que termine el día, estoy casada —se quejó un poco mirando la hora en su teléfono móvil ­—. Bueno, ya ni siquiera es de día. —Me mostró que eran las 9 de la noche y aún nos quedaban 2 horas para irnos a casa.

—Lili, deberías comer algo antes de la siguiente práctica —mencioné algo preocupada, porque a veces nuestra maknae solía saltarse sus comidas, por estar bailando hasta que caía casi muerta en la sala de ensayo.

—Solo si me acompañas —hizo un puchero —, y si me dices que no... —tomó ligeramente mi mano y... ¡Ah, maldito gay panic! — te voy a comer a ti —dijo mordiendo uno de mis dedos levemente—. ¿Unnie? —Creo que mi cerebro había estallado —.Era una broma, lo siento —dijo apenada soltándome y alejándose un poco.

Di algo Jennie, no seas una tonta.

—Puedes comerme —dije.

Lisa me miró con la boca abierta y yo me di una cachetada mental. Su risa no se hizo esperar y me dio un empujoncito. Menos mal se lo había tomado como una broma.

—Unnie, deberías guardar esa frase para nuestros momentos Jenlisa. Los fans explotarían. —Rio de buena gana y yo emití una risita hipócrita.

«Maldito fanservice».

—Vamos a la cafetería —dijo tendiéndome una mano.