Una vez en París

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Había una vez en París.

Cuando Tony fue desheredado por su padre por ser gay escapó con su ropa puesta, unos ahorros y su inteligencia.
No supo cómo hizo pero llegó a París y se estableció en un estudio y empezó a vender bonitos juguetes hechos con el ingenio y la magia de la inteligencia.
Muñecas que bailaban solas
Robots que hacían trucos adorables, así se ganó la fama del juguetero de París; pero estaba solo.
En América había dejado su corazón con aquel soldado que fue apartado de el por su papá cuando supo que era gay. Lo amenazo sobre decirle al mundo y rebajarlo, quitarle su puesto así que Steve cedió y diciéndole que lo esperara que lo alcanzaría para seguir viviendo su amor,  pero Tony estaba cansado de esperar.
Un año había pasado y Tony estaba paseando por las calles de París, viendo las parejas enamoradas y viviendo el idilio del amor eterno.
Sentándose bajo un árbol sollozó sumido en sus recuerdos, deseando al hombre que aún tenía su corazón y diciéndole a su corazón que debía resignarse.
Estaba tan sumido en sus recuerdos que no sintió a la figura que se acercó y lo abrazó.
Alarmado alzó los ojos y se encontró con el hombre que anhelaba y se echó a reír cuando esté lo abrazó y lo besó.
-Steve... Has vuelto...
- Perdóname, tuve que resolver todo antes de venir. Acudo a ti sin miedos o dudas. Vengo a darte mi corazón aquí, en París.

Ese día, Tony recuperó su corazón y en París escribió una nueva historia libre de prejuicios y miedos.
Dando amor sin restricciones.

Una vez en París dos amantes se reencontraron en nombre del amor.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2020 ⏰

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