cuatro.

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04.

quince días desde el secuestro.

Venus Moraga.

—hace banda podrías haber salido, pero cómo sos idiota seguís acá —hablaba Pedro— ni tan siquiera has querido escuchar mi propuesta.

— no voy hacerle daño Agustín. —contesté.

— ¡escuchá! La puta madre, no hacés más que hablar y no escuchás, que terca que sos —estaba harto— ¿sabés por qué te secuestramos a vos? —negué— porque sos el punto débil de Román, quiero que la pase como el orto, que ya no quiera seguir, que caiga, y solo con vos podemos hacer eso.

—son unos hijos de puta, Agustín es la persona más pura y buena que he conocido, y a vos te pica y te arde que le esté yendo bien, sos un resentido de mierda. —me dio una cachetada.

—si seguís haciéndote la canchera no vas a salir viva de acá —me señaló— estoy siendo bueno con vos, más bien parece que le estoy haciendo un favor a Román al dejarlo descansar de tu terquedad.

—tampoco es lindo para mí estar acá sentada con dolor de espalda. —contesté.

—mirá, escúchame. Te dejo ir con una sola condición.

—no voy hacerle nada Agustín, y elijo dar mi vida en lugar de la suya—Pedro rodó los ojos, y puso su pistola a un lado de mi cabeza, me temblaba hasta el alma, pero no dejaría que me vea débil.

—andá, hacelo si te dan los huevos. —lo reté. Él cerró sus ojos con fuerza quitó la pistola.

—dios, de verdad que sos un dolor de cabeza —exclamó harto— solo escúchame pendeja de mierda. Te dejaré ir, pero no podés volver con Román, ni ser amiga de él, solo desaparece de su vida, quiero que hagas como si estuvieras muerta en vida, que él no sepa más de vos.

—¿y por qué yo me alejaría de Agustín?

—porque si no lo hacés la vida de tu hombre pagará, y no creo que quieras eso —decía mientras acariciaba mi cabello— solo eso, desaparece de su vida, y serás libre, podrás hacer lo que se te venga en gana.

—pero Agustín es el...

—¿el amor de tu vida? —dijo con ironía— esas cosas no existen, piénsalo. Te aviso, si llegas aceptar, y tiempo después vuelves con él, esa vez será tu vida, la de Román y la de tu familia, y pensá rápido que el tiempo corre.

raptae ; acruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora