treinta y uno.

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31.

Agustín Cruz.

bajamos del auto y Enrique se ofreció a pagar el viaje, tomé la mano de Venus y entramos al restaurante.

elegir el lugar donde vendríamos a comer había sido una odisea, Victoria y Venus se habían encargado de elegirlo decían que querían comer en un lugar al que mucha gente no vaya, excusándose de que no les gusta el ruido pero sé que lo hacen por seguridad.

nos sentamos en una mesa al fondo del local y rápidamente apareció el mesero para tomar las órdenes y un rato después volvió con los pedidos.

no iba a negar que tenía miedo de que algo pasara y que me arrepentí de mi insistencia, pero hace mucho que quiero salir con mis amigos y Venus así que decidí arriesgarme, solo espero no tener consecuencias.

estábamos teniendo una agradable noche, en este momento Venus le tomaba una foto a nuestros amigos mientras ellos lucen completamente felices, me gustaba esta imagen de ver tanta felicidad y alegría.

luego de un rato decidimos que ya era hora de volver a casa. Salimos del restaurante después de pagar, y caminamos un poco para tomar un taxi.

mientras caminábamos una furgoneta pasó al lado de nosotros a una alta velocidad pero frenó unos metros adelante, Venus y yo detuvimos nuestro paso.

— ¡corran, corran hacia acá! —grité, nuestros amigos escucharon y obedecieron.

empezamos acelerar nuestro paso, y pude escuchar como la furgoneta giró y venía hacia acá, nuevamente nos pasaron y se detuvieron, alrededor de cinco hombres bajaron de ella y lograron alcanzarnos.

—¡déjalos ir! si los dejas ir yo te pago pero déjalos ir y llévame solo a mí. —hablé inmediatamente, uno de pibes golpeó mi estómago y otro me agarró de atrás.

Khan quiso hacer algo al respecto pero en cuanto se movió otro de ellos lo golpeó y lo tiró al suelo mientras otro sujetaba a Vicky.

—quiero que Román y su novia en la furgoneta y a estos dos los dejen aquí, eso sí, no intenten rescatar a nadie o las cosas serán peor de lo que se imaginan. —avisó.

alzaron a Venus y la llevaron hasta la furgoneta, ella pataleaba y golpeaba a quién la llevaba pero era en vano.

es hora de pagar una deuda que ningún dinero podrá saldar.

raptae ; acruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora