treinta y cinco.

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35.

Venus Moraga.

el día de la gran boda había llegado, por elección de ambos sería en España específicamente en Barcelona. Mi amiga me había elegido como su madrina y en lo personal me sentía honrada.

ahora mismo estaba con Victoria esperando a que salga con su vestido ya puesto. La puerta del baño se abrió y detrás de esta estaba mi mejor amiga luciendo tremendamente preciosa.

un hermoso vestido que llegaba hasta el suelo con una larga devorada con mariposas de tul era el que mi amiga había elegido.

—te ves hermosa —dije cuando me acerqué— y estoy muy feliz de que tengas a tu lado a alguien que te ame tanto y que sea todo mutuo. Mereces ser feliz, y recordá que si vos sos feliz yo lo seré el doble.

hizo un puchero y nos dimos un abrazo, la amaba mucho y siempre voy a querer lo mejor para ella.

nos desplazamos hasta el lugar de la boda, sería al aire libre como ella siempre lo ha soñado y su futuro esposo se dedicó a cumplir los deseos de la ojiverde. Cuando la boda arrancó y mi amiga caminó hasta donde estaba su pareja, pude ver como el español limpiaba de manera rápida las lágrimas que se le escapaban.

la felicidad de ambos era notable a kilómetros, y después de que colocaran sus anillos y dieran el sí finalizaron con un beso.

la fiesta comenzó, y caminé hasta mi mesa donde estaba Agustín esperándome con una enorme sonrisa.

— te ves preciosa —dijo para después dejar un sonoro beso en mi mejilla— el violeta te queda hermoso.

—gracias —contesté mientras acariciaba su mejilla— a vos también te queda hermoso ese corbatin violeta.

—había que hacer juego mi amor, no te burles. —contestó y yo reí.

la noche empezaba a caer y las luces de las lámparas se fueron encendiendo, una lenta canción empezó a sonar y Agustín como el romántico empedernido que es que pidió que la bailaramos juntos y no dudé en aceptar.

—¿no te parece increíble? —decía mientras tenían mi cabeza recostada en su pecho.

—¿que nuestros amigos ya estén casados? La verdad sí, pero me alegro por ellos porque están al lado de la persona correcta. —contesté.

—yo a mi lado tengo a la persona más ideal, sos mucho más de lo que algún día pude soñar Venus. Sos ese deseo que algún día vi inalcanzable y que ahora que lo tengo lo quiero para siempre. —decía mientras tomaba con cuidado mi rostro en sus manos para que lo viera.— si vos me dejas, yo estaré a tu lado para siempre.

—yo quiero estar a tu lado para siempre Agus, no te permitas dudarlo. —contesté, él sonrío y dejó un beso en mis labios.

—venite a vivir conmigo, y recuperemos el tiempo que perdimos.

—todo lo que tenga que ver con estar a tu lado tendrá un sí como respuesta.

Agustín es ese amor inmarcesible, ese deseo que le pedía a las estrellas en la madrugada, ese regalo que no merezco.

y aunque no todo siempre fue color de rosa no me arrepiento de haber coincidido con él en esta vida y que ke dé el privilegio de amarlo.

—Venus, seamos jodidamente infinitos.

fin.

raptae ; acruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora