veintinueve.

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29.

Venus Moraga.

llamaron a la puerta y rápidamente me levanté de mi cama para ir abrir, Agustín vendría nuevamente y llevaba muchísimo sin verlo y lo extrañaba, era complicado esto de no poder vernos fuera de mi departamento.

abrí la puerta con emoción, pero quién estaba detrás era Enrique.

—ay, sos vos. —dije triste mientras me hacía a un lado para dejarlo pasar.

—si yo también te extrañé —contestó riendo, entró y dejó un beso en mi frente.— ¿hoy viene tu hombre?

— sí, por eso corrí abrir la puerta creí que eras Agustín —contesté— ¡vicky ya llegó tu colonizador!

Enrique río por mi comentario, Victoria salió corriendo de su pieza y saltó el español la atrapó y se dieron un efusivo abrazo. No la juzgo, si yo me pongo así con Agustín estando los dos en Argentina, ahora ella que tiene a su novio en otro continente.

nos sentamos en el living para hablar un rato, mientas Enrique nos contaba algunas cosas y Victoria lo veía con total atención y amor. El sonido de la puerta interrumpió al rubio, rápidamente me levanté de mi lugar y corrí hasta la puerta y detrás de ella estaba él.

—¡AGUSTÍN! —grité mientras me tiraba sobre él para abrazarlo, me cargó y conmigo enrrollada en su cadera entramos al departamento.

—yo también te extrañé mi vida. —decía mientras me bajaba, tomó mi rostro en sus manos para dejar un largo beso en mis labios.

—sabes, estamos aquí esperando saludarte. —habló Enrique, lo miré mal y me separé de Agustín.

—hermano, tanto tiempo sin verte. —se dieron el típico saludo de hombres y luego saludó a Vicky con el mismo cariño de siempre, ay mis bebés.

—¿entonces pasamos finde los cuatro juntos? —preguntaba Agustín mientras se sentaba en el pequeño sillón.

—pues eso parece, igual a mí me mola la idea. —contestó el barcelonés.

entre Agustín y Enrique entablaron una conversación de sus cosas mientras que mi amiga y yo prestabamos atención. Agustín tomó mi mano para sentarme sobre su regazo mientras re costaba su cara en mi hombro y asentía a lo que nuestro amigo decía.

la sensación de calidez que sentía en estos momentos es inmensa y me deja el corazón contento.

luego de una plática entre amigos nos fuimos a dormir, ambos estaban cansados de sus viajes y merecían acostarse y descansar.

Cruz recién salía de la ducha y ya con su pijama puesta se acostó a mi lado y me envolvió en sus brazos.

—¿te sentís bien, cómodo? —pregunté.

—sí vida, me siento más que bien ¿por qué no lo estaría? te tengo a vos al lado, me vi con mi amigo que hace banda no veía y siempre es divertido y agradable conversar con Vicky y verlas decir todas esas cosas, estoy mas que bien porque estás vos. —contestó para después besar el dorso de mi mano.

—solo quiero asegurarme de que estés bien. —dije y él sonrío. -

nada de que preocuparse mi cielo. —dijo finalmente.

[...]

Agustín ponía los bolws sobre la mesa mientras que yo sacaba los refrescos para dejarlos en la mesa. Habíamos preparado un lindo almuerzo dominguero, y después de esto tirarnos a ver películas en disney + a petición del español quién contrató el servicio.

podía ver a Vicky feliz riendo y hablando con su pareja, los quería mucho ambos eran personas muy importantes para mí y agradecía que apesar de que ellos sí pueden llevar una relación normal y salir, decidieron quedarse acá con nosotros.

a Agustín se le veía contento y a gusto, y eso me dejaba en calma sé que esto está siendo difícil para él pero lo tratamos de manejar y hasta el momento no hemos perdido el control.

yo ante mis ojos tenía mi panorama favorito. Enrique era un excelente amigo que siempre me escuchó y aconsejó, me hizo reír más de una vez que estuve mal y siempre fue atento conmigo.

Vicky es mi otra mitad, puedo jurar que sin ella estaría perdida en esta vida pero siempre ha sido mi brújula y mi polo a tierra.

y Agustín, el amor de mi vida a mi lado riendo y viéndome con aquel par de ojos que parecían estar llenos de amor.

no hay nada que esté mal por ahora.

raptae ; acruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora