Maestro...

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*Contexto:

Esta historia pasa en etapas de universidad y educación superior. Aquí ____ es una recién llegada, lista para la carrera de Artes y Humanidades (país e instituto a tu elección) con 19 años de edad y Axel es el nuevo maestro de una de las clases de la chica con 23 años de edad. Mientras que él vivió en una familia buena, ella creció en un lugar abusivo, yéndose y mudándose a la mínima oportunidad que tuvo y es la razón por la cuál quizás sea bastante tímida.

*Narradora al aire*

Estabas en tu salón en tu primera clase de Artes y Humanidades en la universidad, sentada en tu pupitre muy tranquila en tus pensamientos mientras otros chicos hacían lo suyo, hasta que llegó el Maestro Axel.

Era un simpático, o eso pensabas cuando lo conociste.

Se estaban presentando uno a uno con sus nombres, de dónde venían y el porqué eligieron ésta carrera hasta que se había fijado en ti, notando lo bonita que eras.

-Es su turno señorita, ¿Qué nos puede decir? -. Preguntó en un tono tranquilo.

Tú te pusiste de pie.

- Soy (t/n) (t/a), soy de(tú país o región) y elegí ésta carrera porque el Arte me gusta desde muy pequeñita-. Era algo cierto, el Arte mantenía tu mente ocupada para olvidarte de los constantes abusos. Era tu salvación y tu escape.

La clase continuó bien en todo el día. Aunque el profesor te mirase de vez en cuándo mientras tú seguías muy tranquila.

*Más tarde*

Estabas estresada con la cantidad de trabajos y tareas de tu carrera, y tus padres enviándote cartas con palabras no muy bonitas sobre tu elección de carrera como si ellos la pagasen y eso te llegó a afectar el sueño en varias ocasiones.

Sentiste que alguien te movía, estabas dormida pero te levantaste y viste a este profesor Axel. Ya se lo habías hecho varias veces. Se notaba tu estrés y siempre que intentaba saber  qué te sucedía. Eras una chica muy hermosa para él y no quiere verte sufrir ni fuera ni dentro de la universidad.

- Señorita (t/n) le sugiero que preste más atención para la próxima-.

- Si, maestro -. No era la primera vez que lo hacías.

- Hablaremos después de clase. Bueno, en fin, continuemos, hay ciertos informes del Arte que tienen que entregarme, pueden dejarlos ahí-. Señaló su escritorio y continuó así el día. Ayer te habías dormido tarde sólo por eso y por haber llegado tarde de tu trabajo como camarera del cuál tuviste que pedir vacaciones durante varias semanas. Le dejaste tus deberes una vez terminó la clase.

- Señorita, tenemos que hablar de algo, a menos que tenga algo más que hacer -. Decía él mientras guardaba su celular en su mochila.

- No señor, está bien -.

- ¿Hay algo que afecte sus horarios de sueño o algo parecido? La he notado muy tensa últimamente ¿Hay algo de lo que debemos hablar?-.

- yo... Le pido muchas disculpas señor... Es sólo mi familia ...-

- ¿Hay algo que quiera desahogar sobre su familia?-.

- Lo que sucede es que viví en un entorno abusivo física y emocionalmente, ahora que estudio y trabajo no pero de vez en cuando me llegan cartas con palabras no muy agradables -. Se quedó un poco sorprendido con lo que dijiste.

- Entonces de eso proviene su estrés -. Tú sólo asentiste con la cabeza.

- (t/n), no te dejes vencer por ellos, llevo poco aquí pero por lo visto te gusta ésta carrera y a pesar de no hablar mucho tratas de dar lo mejor de ti y espero sigas así - Te sonrió y tú a él.

- Gracias-.

Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora