Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]

Yandere Jorogumo x Female Reader:

*No apto para aracnofóbic@s*

*En la era Taisho de Japón*

La familia de (t/n) (t/a) trabajaba en los campos de arroz y ganado como muchas otras y de ahí sacaban su alimento al igual que del comercio.

(T/n) era una joven hermosa de 18 años que amaba a sus padres a pesar de lo estrictos que eran con ella, quiénes estaban junto a su hija trabajando cerca de casa en sus labores.

La chica era muy responsable en cuánto a sus labores durante el día pero durante la noche la gente o al menos la mayoría se encerraban en sus casas ya que por ahí rondaban supuestos seres denominados yokai's o demonios que devoraban al primero que veían. Estando entre éstos las Jorogumo y los malvados Kitsune o Zorros de nueve colas.

Una noche después de trabajar se encontraban encerrados y descansando en familia mientras cenaban a la mesa tranquilos hasta que un grupo de maleantes irrumpe por sorpresa en su casa, atacando primero al padre.

(T/n): ¡No¡ ¡Papá!-. Su padre es golpeado al igual que a su madre. Uno de los maleantes la mira.

- Cállate y obedece maldita perra, si no quieres que los matemos-. La empujan al suelo e intentan abusar de ella luego de matar a su padres.

- La retienen en el suelo e intentan arrancarle la ropa a fuerzas pero ella al mínimo desliz que los agresores cometen, forcejea y escapa de la casa con los maleantes agresores persiguiéndole.

-¡la mocosa se escapa¡-.

-¡¿Y qué  esperas?! ¡ella es nuestra mercancía especial, VE POR ELLA!-.

La persiguió durante unos 30 minutos y (t/n), presa del pánico, corrió entre arbustos arañándose y rompiéndose parte de su falda del Kimono púrpura hasta entrar en una profunda y fría cueva dónde su agresor la perdió.

-Uff, que bien, lo he perdido-. Dijo sentándose en una roca, pero aunque haya escapado de ese grupo no puede cantar victoria. Sus padres fueron agredidos y murieron, andan demonios y Yokai's y probablemente algún animal salvaje la termine encontrando.

Su vista se acostumbró a la oscuridad y pudo ver qué la cueva tenía varios túneles y telarañas por todas partes con respecto a los techos. (T/n) temblaba de frío y miedo mientras caminaba para alejarse de las telarañas.

Se recostó en un lado sin telarañas, la chica estaba exhausta.
Tenía mucho miedo pero su cansancio era más grande, tanto que incluso no sé dió cuenta de que estaba sangrando. De repente sentiste un par de patitas finas en tu hombro, una araña y no cualquiera, era una araña viuda negra. Inmediatamente (t/n) la apartó con su mano de su hombro izquierdo.

La música de una biwa empezó a escucharse por todo el lugar. Para (t/n) era relajante e hipnotizante así que cayó dormida.

.....

Despertó sintiendo un fuerte dolor en el cuello, una mordida con afilados dientes. Se despertó quejándose y se encontró atada en una telaraña muy resistente con el responsable de su mordida y dolor.

(T/n):- *chilla del dolor* ¡Nngh! ¡Duele!¡Alguien! ¡Por favor! -. Ella mira a quien la muerde y se horroriza al ver que es uno de los Yokai's Jorogumo aunque algo extraño es que fuese un Jorogumo Hombre y no una chica. Pudo ver qué tenía pelo corto marrón, unos 6 ojos negros en su cara, 3 a cada lado,una musculatura y abdomen fuerte, piel pálida y blanca, manos negras con garras muy afiladas y de la cintura para abajo tiene el cuerpo de una gran araña negra.

- Vaya, vaya, vaya, no me esperaba que mi víctima despertase. Te veías mejor dormida, sabes delicioso y eres muy bonita,jejejeje-. Dijo tomando la barbilla de la chica con sus ensangrentadas manos. Miraste asustada en el fondo a los huesos y cabeza de una chica, por lo que viste tu fatal destino ahí con una cara de pánico que él empezó a adorar.

- Dios, tu cara de miedo es tan asombrosa y excitante que podría devorarte ahora mismo- Dijo acercando un poco tu cara a la suya.

- Y-yo le pido p-piedad por favor, L-le ruego que no me d-devore, No represento una amenaza p-p-para usted -. Dijiste tartamudeando con lágrimas. Él sólo sonrió con malicia.

- ¿En serio? ,Jajaja, ¿Qué te hace pensar que te tendría piedad? -.

- Y-yo... Haré lo que sea, se lo juro-. Tenías tanto miedo que ni siquiera te movías tratando de safarte de su resistente telaraña aunque sentías un grupo de pequeñas patitas en tus pies pero si llorabas del miedo.

-Te propongo algo -. Dijo el Jorogumo - Eres muy bonita y tu sangre es deliciosa, por lo que no te mataré por ahora pero serás MÍ presa y harás TODO lo que yo te ordene PARA SIEMPRE. Y no te atrevas a intentar huir. Ya tengo tu sangre y tu olor, podría salir a buscarte sólo con tu esencia y no te gustará tu posible castigo si intentas huir de mi-. Dijo con una aterradora voz firme que hizo que la chica asintiera en silencio.

*Más tarde*

-El hecho de que te haya dejado vivir no significa que tengas que tontear con otros chicos- Dijo con molestia, mirándote atada con su telaraña. Sabía que la odiabas y por eso le encantaba atarte.

- Y-yo... l-lo lamento, mi amo -. Tuviste que intentar sacudirte un poco ya que sentías que pequeñas arañitas se subían a tus pies. - L-le juro que no sucederá otra vez -.

- Cállate - Su firmeza te sobresaltó. Acto seguido te tomó  del pelo con fuerza - Recuerda una cosa, de ahora en adelante eres MÍ PRESA y si tengo que ordenarte a traer a esos muchachos y matarlos LO HARÉ, no puedo permitir que formes lazos afectivos con ninguno y quieras escapar de mí, ¿¡ENTENDIDO!?-. Su agarre dolía mucho, tanto que empezaste a llorar.

- ngh, claro señor, ngh, ¡duele! - Sentiste  su fuerte mordida en tu cuello y no, no es broma, es literalmente muy fuerte

-*Chillido * ¡Señor, por favor! ¡se lo suplico! ¡pare por favor!-. Siguió degustando  de tu sangre mientras te arañaba en otras partes del cuerpo.

No era la primera vez. Te obligaba a traerle chicas y una vez ellas estuvieran dentro, éste tocaba su biwa para hipnotizarlas y aprovecharse de ellas a cambio de mantenerte con vida.  También te obligaba a comer carne humana o fruta que él robaba de sus víctimas.

También disfrutaba de ver cómo Despertabas con arañas o atarte en lugares altos. Sabía que odiabas los lugares altos y por eso lo hacía. Amaba ver tu reacción, sin olvidar que las veces en las que haz intentado escapar te tocó sufrir lo anterior junto a mordeduras, arañazos, regaños e incluso palizas por su parte hasta el punto de tener tanto miedo incluso de salir de la cueva.

Pero no tenías elección, o era eso o te mataba. Eras suya completamente y sólo esperabas con tus hematomas que se aburriera de ti y te liberase.

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Fin.