Memorias Perdidas.

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*Narradora PO.V*

Algo desafortunado había ocurrido.

Un accidente automovilístico.

La cabeza de (t/n) sangraba, sus piernas estaban rotas y tenía muchas cortadas por todo su cuerpo. Ella escapó de dónde estaba encerrada y mientras corría fue atropellada bruscamente por un Jeep. Ella parecía huir de alguien y si, huía de un chico llamado William.

Cuando la chica fue llevada a la sala de emergencias tuvieron que sacarle poco a poco los vidrios que estaban enterrados en ella, tratar sus heridas y sus piern bueno... la chica despertó sin ellas ya que al estar bajo las llantas salieron tan pero tan mal que ya prácticamente no servirían de nada.

*Narra (t/n)*

Luz...

Demasiada luz...

Agh ¿Qué es esto? ¿Dónde diablos estoy y qué pasó? ¿Por qué me duele todo? ¿Quién carajos soy? Agh

Una habitación blanca, una camilla, una máquina conectada a mi brazo y pecho y vendas en mis brazos y...pier oh no... ¡¿Qué sucede aquí?! ¡No siento mis piernas! Destapé la sábana y en definitiva no tenía piernas, sólo estaban mis muslos llenos y llenos de vendajes.

-¿Qué sucedió aquí?- En eso veo que un hombre aparentemente joven de cabellos marrones y ojos de su mismo color con un traje creo que de...¿Enfermero? entra a mi habitación.

-Vaya, que bien que sobreviviste- Su voz parecía calmada o bien, debe de ser alguna especie de tranquilizante.

-¿Qué hago aquí?- Digo intentando incorporarme pero él me detiene, recostándome de nuevo. -Tuviste un accidente fuerte, no es recomendable que te levantes todavía- Definitivamente no recuerdo nada de mi pero al menos recuerdo como hablar, gracias a dios.

-Ya vengo, iré a decirle al doctor que despertaste y estás bien, él si te conoce- Mi corazón da un vuelco por eso. Yo asiento y él sale de la habitación mientras yo me vuelvo a arropar mis muslos vendados con la sábana de la camilla. Pasaron unos 5 minutos hasta que se abre la puerta y esta vez veo a otro hombre joven de cabellos negros, piel pálida y ojos esmeralda con su bata y todo.

-Buenas noches, señorita (t/n)- Dice muy amable el doctor. -Con que mi nombre es (t/n)- Él doctor me mira un poco incrédulo -¿En serio no recuerda nada?- Yo niego con la cabeza y el da un suspiro. -¿Hablas en serio?- Yo vuelvo a asentir con la cabeza -Bueno, este es un caso más serio de lo que esperaba- Dice tomando su libreta.

-Para más decir doctor, no sé ni mi edad, ni qué hacía antes de venir aquí ni el porqué estoy así pero gracias por decirme cuál era mi nombre. ¿Usted y yo nos conocimos?- Digo incrédula y él me mira aún más sorprendido.

-Bueno...si porque fui su doctor principal antes de todo, recuerdo que poco antes del accidente usted contaba con 20 años, al momento de su accidente usted se golpeó fuertemente la cabeza, recibió varios cortes y heridas por todas partes en tu espalda ocasionada por los vidrios del vehículo que te atropelló y tuvimos que amputarte tus piernas ya que quedaron tan mal bajo las llantas por lo que... lastimosamente no volverás a caminar- No sé quién era o hacía antes del accidente pero... ¿No volver a caminar o siquiera andar un poco? Hoy definitivamente no es mi día. Claro que lloré y el doctor se acercó muy amable hacia mi para poder consolarme.

-No te preocupes, (t/n)- Dijo no sé si sonriendo o no ya que llevaba algo cubriendo su boca(mascarilla debido a la pandemia, pero tampoco recordó la situación actual del mundo) lo que me hace preocuparme más -Me encargaré de tu cuidado- Yo solo asentí en silencio.

No sé porqué pero la presencia del enfermero anterior se me hace mucho menos tediosa que la del doctor... supongo que el accidente me dejó un poco loca.

*Narradora PO.V*

Los días pasaban y tus heridas sanaban. Tanto el enfermero Axel como el doctor William te trataban y notaron inmediatamente de que olvidabas todo del día anterior al día siguiente. William te dijo que no te preocupases pero Axel te dijo que todo lo que te pasaba ese día lo escribieras en un diario, e incluso te había dado un cuaderno y lápiz el cual leías todas las mañanas.

William siempre actuaba extraño contigo, incluso Axel y otros del equipo de enfermería lo notaban pero no decían nada y creyeron que era principalmente por el estrés de la pandemia, de la cual tus exámenes salieron totalmente negativos.

Si tan sólo recordases todo...

*Narra Axel(por primera vez en mucho tiempo)*

Estaba llegando desde mi casa hasta el hospital dónde trabajo para encargarme de la paciente de la habitación #6 en el tercer piso. La pobre chica tuvo un accidente en el cuál no recuerda nada y aparte perdió sus piernas, pero gracias a dios mi compañero, el doctor William la conocía, (t/n) (t/a) si no me equivoco.

Llegué al hospital y subo directo a su habitación...Dios... es sofocante trabajar 24/7 con las mascarillas puestas.

-Buenos días (t/n)- Ella me mira desconcertada -Perdón pero no sé quién eres- Se dispone a revisar el diario -Oh, ya veo, enfermero Axel, perdón- Dice con una risita nerviosa. -No te preocupes, no es tu culpa que cada que despiertes habiendo olvidado todo lo del día anterior, mientras tengas a tu diario a tu lado estarás bien. Yo ya he visto y oído todo aquí- Digo listo para ver su presión sanguínea y cambiar su suero.

-¿En serio? ¿Cómo te acostumbras entonces a las experiencias tristes?-.

-Bueno... Simplemente de algún modo u otro... el escucharlas tanto cada día hace que te acostumbres a todo tipo de experiencias en cada hospital que te encuentres, pero eso no quiere decir que seas alguien totalmente malvado-.

Chequé todo lo que tuve que checar en ella y mientras tanto estuvimos charlando un poco y ella incluso me leyó un poco de su diario, dónde volvió a recordar que su nombre era (t/n) y que tenía 20 años de edad. También tuve que ayudarle a limpiarse y asearse, lo que ella amablemente agradeció.

-Me pregunto cual era mi vida antes de estar aquí- Dice poniéndose a escribir otra vez. Yo me despedí de ella, que ya terminó mi trabajo con ella. Es una chica agradable, tuvo suerte de haber sobrevivido a esa fatalidad, es una lástima que su hipocampo haya salido defectuoso. Es afortunada incluso con no haber contraído el virus ya que es muy recurrente en este hospital.

En mi camino a las otras habitaciones siguientes me he topado con el doctor de la chica, el doctor William.

-Hola Axel, ¿Qué haces por acá?-.

-Salgo de atender a la paciente (t/n) (t/a), está esperándole en su habitación- Me hizo señas de que lo siguiera y pude notar como una especie de brillo en sus ojos cada vez que se acercaba a la habitación.

-¿Enfermero Axel? ¿Qué hace aquí? ¿No que ya terminó?¿Quién es este sujeto?- Miró incrédula al doctor. -(t/n), soy tu doctor, mi nombre es William, ¿En serio no recuerdas absolutamente nada?- Ella niega con la cabeza -Todos los días es así. Sólo recuerdo algunas cosas si leo mi diario, pero al parecer nunca olvidé como leer y escribir. Cuando despierto olvido incluso mi propio nombre y edad- William da un suspiro y me pide que le diga si cambié las cosas necesarias, si la ayudé a asearse y yo sólo le ayudé a confirmar para luego irme a dónde estaba mis pacientes correspondientes.

William ahora que lo pienso ha estado actuando un poco raro con respecto a ella, y se me hace más misterioso que nunca haya contactado a un amigo o familiar de ella...

Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora