[EN EDICIÓN] Últimamente es un tema bastante interesante para mí el de los chicos Yanderes y como tengo tiempo libre, pues veré cómo me va con esto.
Voy a utilizar a mis Oc's hombres o bien, tal vez haga One Shot de otros personajes...
Ad: Puede hab...
William se dedicó a acosar a (t/n) y unos dos años después a su pareja. (t/n) Estudiaba Psicología y su pareja era un estudiante de Educación, específicamente en el área de Historia o Literatura. Vivían juntos en un mismo departamento y ya tenían unos 20 y 21 años de edad mientras que William se mudó cerca de otra universidad en la misma ciudad y a pesar de que ya no te volvió a escribir ni llamar, te seguía EN TODAS tus redes sociales, pero como dije, sabía todo de ti.
--Oh, hola amor, ¿estuvo bien tu día?-- Le preguntaste a tu novio quién acababa de llegar luego de un arduo día de estudio. --Fue un poco estresante pero afortunadamente todo terminó bien, ¿y el tuyo?-- Dejó sus cosas en su habitación pero no sin que antes le dieras un corto beso en los labios. --Pues bien, excepto porque he estado un poco estresado-- Tenías un examen pendiente para el día siguiente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los días pasaron y mientras llegabas al departamento tras una tormenta que inició luego de que terminaras tu última clase en la universidad y al llegar a tu edificio sentiste algo...que algo estaba mal.
--Darius-- tu novio los miércoles siempre llegaba antes que tú, y vivían ambos en el primer piso por lo que no subiste las escaleras y no hubo respuestas. --Amor, ¿Estás ahí?-- Tocaste la puerta y te diste cuenta al intentar abrirla que no tenía pestillo, cosa que te desconcertó ya que ninguno nunca la dejaba así. --Que raro-- Murmuraste y al entrar viste todo en orden, pero ni señales de Darius. --¿Darius? ¿Estás ahí?-- Silencio total, lo que te dio mala espina hasta llegaste a la cocina y lo viste tendido en el suelo en medio de un charco de sangre. --OH MI...-- No terminaste ya que alguien te dió un golpe por detrás que te noqueó.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*Narradora PO.V*
--¿Hmmmpñ?-- Despertaste en otro lugar. Como una especie de sótano dónde viste fotos de ti y dónde aparecía tu novio había una X en su cara con la palabra "MUERE" en ellas. En ese entonces escuchaste pasos y la puerta se abre, dejando ver a William con una bolsa ensangrentada en sus manos. --Vaya vaya vaya, te atreviste a dejarme y encima a andar de zorra con otro-- Sonrió dejando la bolsa en el suelo sin mucho cuidado mientras sonreía ocultando su malestar. --¡Hmmp!(¡Maldito!¡No es cierto!)-- Tratabas de desatarte pero mientras más lo intentabas, más se apretaba tu agarre ante la desesperación de querer salvar a quién creías que estaba en la bolsa exactamente y de escapar. --Te dejé bien en claro que sólo eras mío ¿no?-- Te quitó la mordaza. --¡¿Qué diablos le hiciste a Darius?!-- Preguntaste enojado e histérico y él destapó la bolsa, dejando ver a tu novio apuñalado en múltiples partes. Te quedaste tan petrificado por el horror que tu voz se quedó atascada en tu garganta como para poder gritar. --Él si tenía tu amor... te tenía para él... pero ya nunca volviste a notarme a mi, ¡Siempre me perteneciste! Así que decidí deshacerme de ese obstáculo-- Después de decir esto si pudiste dar un alarido de horror ante la situación, cosa con la que William disfrutaba. --Eres un maldito bastardo-- Gruñías mientras tus lágrimas caían. --Si pero...-- Se acercó a ti y se puso a tu altura. --Fui un bastardo POR TI, y no iba a seguir permitiendo que sólo vieras a los demás. Y si tengo que recluirte aquí y seguir matando gente para tenerte solo conmigo, lo haré sin importar qué, mi amor-- Acto seguido plantó sus labios en los tuyos. Te intentaste despegar de él pero te sostuvo y encima fue con lengua.
Al parecer esta toxicidad si pudo volver a revivir. Tú permanecías atado a la silla mientras él te traía todas tus cosas, comida y cosas de higiene. Él te dejaba en claro siempre que ahora no podías escapar de él.