Yandere Hombre Lobo X Reader Parte 3:

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*Narra (t/n)*

Dejé a mi hijo con mi suegra para ir al cementerio con mi marido a ver a mi padre en su tumba. Finalmente tras recorrer un poco el cementerio encontré el panteón de mi familia, y su rumba al lado de la de mi madre.

-Es aquí- Le digo para que nos detengamos y le dejo mis flores.

-De verdad lo lamento, querida- Dice mi marido abrazándome mientras yo lloraba y me lamentaba por no haber ido a verlo tan seguido   -No es tu culpa, pero creo que puedo sospechar mucho de quién si lo es- Nos miramos a los ojos durante unos segundos -¿Crees que fue William?-  Él asiente con la cabeza. Después de otros 10 o 15 minutos en el panteón de mi familia finalmente nos decidimos por volver a casa, nuestro hijo nos necesita.

*En la casa Clarck*

*Narra William*

Estaba en mi habitación admirando los bellos cuadros de mi amada (t/n). Saber que estos paisajes los pintó ella me hace querer admirarlos aún más.

-¿En serio te vas a rendir con sólo ver sus pinturas?- Escucho la voz de mi padre detrás de mi. Él también había estado obsesionado con mi madre mientras que su hermano, mi tío, estuvo obsesionado con la madre de mi amada.

- Lo que pasa es que en esa familia hay bastantes hombres lobo, son más que nosotros- Mi padre chasqueó la lengua molesto. Él había convencido a los padres de mi madre de casarse con él para luego secuestrarla aquí y forzarla a tener a mis 2 hermanos y a mí.

-No me bastó con asesinar a su padre y a todos los que la cortejaban- Digo con rabia mientras mi padre se cruza de brazos -Pero si se quién podría ser mi siguiente objetivo- Mi padre al parecer entiende a quién me refiero y asiente con malicia. En esta familia es común que si alguno de nosotros se enamora y esa persona no quiere estar con nosotros, vale secuestrarla y en otros casos matar a sus parientes o a la persona misma con tal de obtener aunque sea su último respiro.

-Ese es mi chico- Dice sonriendo maliciosamente -Ve por ella sin importar lo que diga tu madre-  Mi madre siempre se opuso a las ideas de mi padre pero mi padre nunca le hizo caso con respecto a eso. Al menos  no en mi presencia.

Yo asientí en silencio. Si no puedo atacarla a ella, lo haré con su marido entonces. Hoy es noche de luna llena de todos modos.

*En la casa Burgeos*

*Narra (t/n)*

-Cariño, ¿Cuándo crees que surja su primera transformación?- Digo terminando de cambiar el pañal de mi hijo mientras mi marido revisaba unas notas del testamento de mi padre por mi.

- No estoy muy seguro, la mía ocurrió a los 10 años, tal vez sea a esa edad- Dijo sin ni siquiera mirarme -Pero sólo puedo asegurarle que sentirá mucho dolor- Tomé a mi hijo y me senté en la cama con él una vez terminé de limpiarlo.

-Tu padre ha escrito que nos cederá todos sus bienes a nosotros después de nuestra boda y que nos dejaría su puesto en la exitosa joyería- Dice sonriendo. Pero luego el ambiente empieza a ponerse serio.

-¿Qué pasa cariño?- Mi marido parece percibir mejor que yo un extraño olor -Percibo un extra...oh no...Es ese imbécil otra vez- Sus ojos dorados aparecen otra vez, también sus garras y sus colmillos, e incluso hasta mi hijo en mis brazos empieza a incomodarse.

-¿A dónde vas?- Pregunto siguiéndolo.

-Saldré a ver que diablos quiere ahora. Quédate con mi hijo aquí- Yo obedecí y abracé a mi pequeño para luego recibir un revólver y balas de plata.

*Narra Richard*

Aún sin transformarme completamente, bajé las escaleras para ver las ventanas de la sala y veo que el muy maldito viene con sus 2 hermanos ya completamente transformados, yo hago lo mismo rompiendo mi ropa de la cintura para arriba y zapatos.

-Hijo¿Qué sucede?- Pregunta mi madre desde atrás.

-Madre, busca a mis hermanos ahora- Mi madre asiente y va por la puerta trasera a por ellos. Viven cerca y no creo que tarde mucho.

Salgo de la casa y empiezo a pelear con ellos. Zarpazos y golpes por aquí, mordidas y arañazos por allá y ninguno de nosotros cae.

-Te lo digo una ÚLTIMA VEZ, ¡(T/N) ES MÍA! - Dice este bastardo pegándome un arañazo en el ojo, haciéndome sangrar pero yo se la devuelvo peor. En eso más hermanos míos intervienen.

-Hubiera sido tu esposa si no la estuvieras acosando y si no hubieras matado a su padre. Enrique, Llévate a mi esposa e hijo a ya sabes dónde, yo iré luego para allá- Mi hermano se liberó de uno de los hermanos de William que lo tenía agarrado y fue rápido dentro de la casa mientras que mis otros hermanos, Francis, Alexander, Henry y Jorge continuaron peleando junto conmigo.

*Narradora PO.V*

Tu cuñado subió a la habitación dónde estaban tu y tu bebé en su forma normal. Tomaste unas cosas necesarias para tu bebé y salieron de allí por la puerta trasera mientras intentabas calmar a tu hijo y tu cuñado rociaba una especie perfume para desviar tu olor.

-¿A dónde nos dirigimos?- Preguntaste mientras caminaban por el bosque a un lado de la ciudad.

-Te llevaré a mi casa, William no sabe dónde vivo y rocié perfume para distraer tu olor del camino. Papá está allá, le he hablado de ti y está emocionado de conocer al nieto- ya estaban algo lejos de tu casa y la casa de tu cuñado estaba cerca.

Llegaron y tu suegro les dio la bienvenida a ti y a tu hijo y los acogió. Resulta que el era un buen amigo de tu padre. Hablaron de su muerte y del cómo había ido todo con respecto a tu relación y del pequeño resultado en tus brazos.

-Lamento no haber podido ir al velatorio de tu padre. He estado un poco enfermo últimamente-.

-Descuide, yo tampoco pude ir el mismo día ya que mi hijo me necesitaba. Por cierto ¿Es usted también un hombre lobo?- Tú suegro asiente.

*Mientras que en tu casa*

Los 2 hermanos de William habían caído muertos al suelo y uno de tus cuñados también pero tu esposo se resistía a perderte a ti y a vuestro hijo. Tenía varios arañazos en el cuerpo, golpes y mordidas.

- No caeré tan fácilmente- En eso su hermano ataca a William por detrás y clava sus garras en el cuello -Dejarás a mi esposa e hijo en paz de ahora en adelante- Dijo dándole un par de zarpazos más para dejarlo muerto en el suelo. Era la primera vez que mataba a alguien por su amada.

Se deshicieron de los cuerpos y enterraron a su hermano menor a la mañana siguiente. Él mismo cuñado que te llevó a casa de tu suegro te buscó otra vez y te dejó en tu casa con tu marido recuperándose de las fuertes heridas en la cama de ambos mientras tus cuñados te ayudaban a cuidar de él y tu hijo.

-Pareces una momia- Dices riendo a tu marido mientras tú bebé  descansaba en su cuna.

-Supongo que tienes razón- Decía intentando sonreír - Que bueno que todo haya salido bien- Te tomó de la mano y te recostó a su lado.

Si le llegaste a amar después de todo y ahora tenías a un pequeño hijo como prioridad. Se podría decir que vivías feliz junto a la gente que amas y el hecho de pensar de que te salvaste de una vida de cautiverio y sufrimiento en la mansión Clarck.

-Fin.

Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora