*Narra (t/n)*
-Hija, ven aquí-. Dijo mi madre desde la sala. Yo estaba en mi habitación terminando un kimono rosa para Akihiko.
-Tu padre y yo queremos hablar algo contigo- Yo solo salgo de mi habitación. Espero que no se trate otra vez del acosador de Akuseru.
Están sentados alrededor de la mesa - ¿No que tenías entrenamiento, papá? - Dije con algo de confusión.
-No, verás, tu madre y yo nos estamos haciendo viejos, yo ya estoy enfermando y pues hemos pensado que ya sería la hora de arreglarte un matrimonio-. Yo sólo asiento en silencio.
-Esta bien, lo entiendo, ¿puedo saber con quién sería?- .
-Hemos hablado con nuestros vecinos, los miyamoto y están de acuerdo con que tú y su hijo Kanaye se casen ya que ellos aparte de ser respetados entre los Samurai tienen buena fortuna-. Dijo mi madre tomando un poco del té.
Acepté. Yo ya conocía al chico y a decir verdad era un buen tipo, aunque algo callado a decir verdad. No lo amaba pero sabía que mis padres se enojarían y los estaría deshonrando y yo no quiero eso. Aunque si me preocupa el no volverlos a ver ni a ellos ni a Hajime, ni a Ryo o Akihiko. Aunque mirando un punto bueno, no sería con Akuseru, siempre vi algo en ese tipo que no me daba confianza sino que me daba miedo y el hecho de que me estuviera persiguiendo y escribiendo constantemente fuera de sus ámbitos Samurai comunes lo hace peor.
Nos dejaban tiempo a solas para que Kanaye y yo nos conociéramos un poco mejor, claro.
Estuvimos hablando en su dojo sobre cosas cotidianas de nuestra vida diaria, y en eso le mencioné el tema de Akuseru.
-Creo que te gustaría saber algo más de él- Dijo acercándose un poco más a mi.
-¿Qué cosa?- Me pregunto que cosa habrá hecho este tipo por ésta vez.
-Verás, él y yo estuvimos hablando después de nuestro arduo entrenamiento y al parecer me dijo que tú le gustabas mucho y estuvo tras de tí desde que eran niños-.
-Eso ya lo sabía-. Dije con indiferencia.
-Espera, no sólo eso. Se encargó de amenazar a cualquier chico que se te acercara cuando no practicaba con la katana-. Me quedé perpleja ante lo que dijo. Así que era por eso que ningún chico me quería cerca, y yo creyendo que eran sólo mentiras que Ryoichi y Hajime decían para hacerme sentir mal... ahora me siento mal por enojarme con ellos. ¿Cómo se atreve a hacer eso? El único al que le permito hacer eso es a mi padre o a cualquiera de mis hermanos, pero él y yo no somos nada.
-Él no tiene ningún derecho a hacer eso- Digo con indignación.
-También me advirtió a mi de no acercarme a ti y casi prueba su katana conmigo. Y creo haber escuchado por parte de mi madre que él había matado a un joven que había hablado contigo, pero no sabemos si es real o no- Yo me sorprendí ante tal aclaración. Espero que eso no haya sucedido en verdad.
-¿No ha dicho o hecho algo más?-.
-Espero que no, si sigue así, le harán el Harakiri si lo descubren, pero en cualquier caso, si te sientes tan incómoda cuando sales de casa, no lo hagas sola al menos hasta nuestra boda-. Yo asentí levemente con la cabeza- Ya se los digo a mis padres-.
Continuamos hablando de él. Me enteré de que su familia también era respetada entre los Samurais al igual que la de Kanaye y la mía y que tenían una fortuna de dinero resguardada en casa, que eran a veces un poco sádicos y que el padre de Akuseru probablemente, por lo que le comentó mi suegra, se obsesionó con la madre del chico en su juventud y que incluso hizo que sus padres le arreglasen un matrimonio con él para luego no dejarla salir de su casa a menos que fuera con él.
Que suerte que a las mujeres en mi familia se les entrena con katana para cuidarse a si mismas y a las pertenencias de su marido desde pequeñas, por lo que de ahora en adelante nunca soltaré la katana que me regalaron.
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*Narra Akuseru*
He intentado fijarme en otras mujeres y olvidarla, pero (t/n) que es imposible. La conozco desde que éramos niños aunque no me permitían jugar con ella por mi destino como Samurai y mi estricto entrenamiento. Sin embargo, cuando entramos a la adolescencia, ella se fue poniendo hermosa y también me enamoraba de su manera de ser tan servicial y buena gente con los demás e incluso lo dedicada que es a su familia y ahora a sus 17 o 18 años está más hermosa que nunca.
Desde la adolescencia siempre he intentado declararle mis sentimientos pero ella siempre los rechazaba o contestaba con evasivas, dejaba regalos y cartas en su puerta y ella aún así me rechazaba. Ya no sabía que hacer, así que le pedía consejos a mi padre.
-Sigue insistiéndole hasta tenerla en tus garras, gánate la confianza de sus padres y haz lo que hice yo con tu madre pero sin involucrarla en tu trabajo como Samurai- Y desde entonces comencé a cortejarla cada vez más cuando salía y a espiarla cuando estaba fuera de mis entrenamientos. Si a papá le funcionó con mi mamá ¿Por qué a mi no? Aunque debido a eso he tenido casi varios enfrentamientos con su hermano mayor y menor, Ryoichi y Hajime... pero no me puedo rendir.
<Algún día te reclamaré como mía, (t/n). Cada día practico más con la intención de no solo traer honor a mi familia sino de que también me tomes en cuenta...pero si no me prestas atención ahora por las buenas, tendrá que ser por las malas algún día entonces> Digo para mis adentros mientras afilo mi katana con cuidado.
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*Al día siguiente*
Caminaba para ir a mis entrenamientos como siempre y en eso veo al amor de mi vida
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Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]
Fanfiction[EN EDICIÓN] Últimamente es un tema bastante interesante para mí el de los chicos Yanderes y como tengo tiempo libre, pues veré cómo me va con esto. Voy a utilizar a mis Oc's hombres o bien, tal vez haga One Shot de otros personajes... Ad: Puede hab...