Yandere Religioso x Monja Reader:

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*Temas fuertes como la religión*

*Contexto*

Creciste dentro de un convento ya que tus padres murieron y tuviste la suerte de que te acogieron y te educaste allí con el cristianismo y se podría decir que allí cada mujer y niña eran diferentes, habían unas que eran más liberales, otras más conservadoras como las más ancianas. Les agradecías que no te hubieran dejado en la calle y todo era bien hasta que un día recibieron la noticia de que iría el nuevo sucesor del padre de la iglesia más cercana y allí viste a William por primera vez quién desde que te vio fue tras de ti pero tu siempre te mostraste tímida y respetabas su espacio personal.

-Señor, ya le he dicho que no puedo salir con usted, me gusta como estoy ahora- Dijo la chica yéndose hacia su pequeña habitación que compartía con otra chica del convento, William la miró indignado -Oh vamos, por amor de dios, señorita (t/n)- Dijo tocando tu puerta una y otra vez pero finalmente se rindió.

Pensó frustrado yéndose de aquel convento. Las demás monjas cuando el salió, le miraron con preocupación pero asumieron que fue algo con respecto al estrés de llevar el cargo mayor en la iglesia.

.

*Días después*

Ya se acercaban las fechas de acción de gracias y se organizaría una misa especial en la que las monjas de tu convento acordaron asistir, y William tenía un plan para ti y tú ni cuenta te diste, mientras tanto, te encontrabas rezando un poco por el aniversario de muerte de una de las hermanas del convento, y justo cuando terminaste, tocaron a tu puerta.

-Hermana (t/n), ¿Se encuentra ahí?- Inmediatamente reconociste que era la madre Martha, una de las monjas más viejas y amables de la casa a quién considerabas tu segunda madre -Si madre, ya voy- Inmediatamente abriste la puerta y la viste con su misma cara amable de siempre, pero esta vez parecía preocupada -¿Te ocurre algo hija?-.

-No, solo rezaba por el alma de una hermana fallecida, eso es todo- La expresión de la señora se tranquilizó y te sonrió -que bueno, era para avisarte que en 2 semanas es la misa de acción de gracias y que debemos de asistir todas- Tú asentiste -Estaré allí- Dijiste tomando la invitación de las manos de la señora, la cual se fue a la cocina del convento a preparar té para las demás monjas y tú te quedaste a leer un poco la nota, nada anormal, y no te podías negar, las demás se enojarían contigo.

*En el día de la misa*

Bueno, ya llegó la hora de hacer fila para tomar el pan y el vino(ya saben, lo del cuerpo y alma de cristo) y te tocó hacer fila junto a tus "hermanas" y cuando estaba por llegar tu turno, William cambió rápidamente la copa y te dio un vino con veneno que no te mataría pero si te dormiría durante horas, aparte, cuando intentó intercambiar copas, la primera se le cayó por "accidente" y te bebiste la venenosa después de recibir el pan.

-cuerpo y sangre de cristo- Dijo William.

-amén- Te fuiste a sentar y la misa continuó casi con normalidad a excepción de que te estabas sintiendo mal, con mareos y justo cuando terminó, te desplomaste en el suelo, lo que para William fue una oportunidad perfecta.

-Abran paso y déjenmelo a mi- Dijo William acercándose a ti. Tu pulso estaba perfectamente bien, acto seguido pasó un brazo por tu espalda y uno por tus muslos para luego cargarte y empezar su travesía.

.

*Horas más tarde*

-¿Hmmp? ¡Hmmp!- Estabas atada y amordazada en una habitación que definitivamente no tenía nada que ver con el convento o la iglesia, por lo que te asustaste. Estabas atada en una silla por la cintura, tobillos y muñecas a la espalda y viendo alrededor de la habitación viste muchas pinturas de ti, lo que se te hizo más aterrador.

Escuchaste pasos fuera de la habitación por lo que intentabas pedir auxilio -¡Hmmmpñ!- se abrió la puerta y viste a William quién inmediatamente cerró la puerta tras de sí y sonrió.

-Mi querida y amada (t/n), que bueno tener a mi monja favorita aquí- Te retorcías en tu silla. Agradecías que mientras estabas inconsciente no te haya hecho otras cosas.

-¿Podrías estarte quieta? Vamos mi amor, te harás daño- Dijo quitando tu mordaza -¿Por qué me ha hecho esto? ¡Por qué a mi!- Puso un dedo en tus labios -Shhh.. no hay necesidad de hacer tanto ruido. Lo hice porque te amaba pero tu siempre en el convento te mostrabas tan buena y tímida, siempre rechazándome, así que decidí aprovechar esta fiesta de acción de gracias para traerte conmigo. Sabía por amor de dios que las monjas me lo iban a impedir- Sentías miedo por su mirada seria hacia ti -Pero... ese convento es mi hogar y esas monjas son mi famil- Él no te dejó terminar -Yo seré tu familia ahora, mi amada (t/n)- Te quedaste helada por lo que dijo, y tus lágrimas por el miedo empezaron a caer por tus mejillas -Por favor... no me encierre aquí, se lo pido en nombre de nuestro Dios- Él tomó suavemente tu barbilla -Es de hecho gracias a Dios que estamos aquí solos tú y yo, él ha hecho todo esto por y para nosotros- Tú seguías negando en rotundo -¡Dios nunca amaría a alguien que haga algo como esto!- Él te miraba de manera burlona, le parecías tierna en ese estado. Te tomó las mejillas en sus manos y secó tus lágrimas con sus pulgares -No te preocupes por eso. Sin embargo, ahora eres mía, estás en mi santo poder. No escaparás de aquí y serás mi esposa quieras o no- Acto seguido te besó por la fuerza, siendo un beso de lengua del cual querías separarte pero William no te lo permitía hasta rato después.

-¡Por favor váyase!¡No le amo!- William se enojó ante esto -¡Blasfema! ¡aprenderás a amarme en nombre del señor te guste o no!- Hiciste la cara a un lado con miedo porque creías que te iba a pegar pero no pasó nada, lo cual era extraño ya que era muy usual el maltrato doméstico -No te pegaré pero por ahora sólo te daré 3 segundos para que digas que me amas- Le tenías miedo al dolor físico así que se lo dijiste para complacerlo.

-Bien hecho, esposa mía, tu nueva vida inicia ahora- Miraste con miedo e indignación a William quién sólo te sonreía de manera arrogante para luego besar tu cuello dónde estaba tu rosario -Por favor señor, le ruego que pare. Escuche ¡nunca alcanzará el cielo de ésta manera!- William se detuvo y te miró fijo -Con que estés aquí para mi ya es el cielo- Continúo manoseándote sin tu consentimiento durante un rato y claro que le decías que se detuviese, pero después de manosear tu intimidad se detuvo.

-Oh vamos, acepta que te gustó- Tú solo negaste asqueada con la cabeza, ahora te dispusiste a pensar que te va a rechazar Dios por hacer tal acto antes del matrimonio, cosa por la que William tuvo que contenerse de hacerte suya totalmente. Él mismo sabía que estaba cometiendo impureza antes del matrimonio, por lo que a escondidas de todos te hizo su esposa.

-¿Ves que no fue difícil aceptar su futuro? Dios te lo agradecerá, esposa mía- Tú sólo asentiste en silencio y sin esperanza.

Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora