Yandere Samurái(Bad End):

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Antes de comenzar: Como me ha encantado esto de los Samuráis que hice, he decidido crear diferentes finales con respecto a nuestra protagonista y Akuseru. En el anterior ya hice un Final Bueno, ahora toca un final malo.

Ahora sí, empecemos.

*Narradora PO.V*

3 Meses había pasado desde lo ocurrido, sin que él supiera tu paradero o el de tu hermana menor. El ejército Samurái estaba en combate contra otros imperios. Por lo que era común que se vieran varios Samuráis rondando a las afueras de la finca y era ahí dónde más se encerraban tú y tu hermana menor. No salían, no asomaban sus cabezas por las ventanas, nada, y el abuelo comprendía su situación.

-Puede haber grietas dónde nos vea- Dijiste para convencer a tu hermana de no salir.

-¿Tú crees?-.

-Claro y si hay alguna labor que el abuelo no pueda hacer por sí solo, podemos ayudarlo pero tiene que ser rápido- Y eso fue lo que te llevó a tu perdición. Tú abuelo enfermó de una pulmonía así que dejaste a Akihiko en casa con él mientras fuiste a comprar al mercado más cercano, vestida para que no te reconocieran, obviamente.

Una vez tenías todo, fuiste con tus bolsas en camino a tu casa pero chocaste con alguien.

-Perdón, lo lamento, no quer- Lo miraste y era él en definitiva. Por suerte ni tú ni tus compras se cayeron así que corriste despavorida hacia la finca de tu abuelo y una vez dentro cerraste el portón con llave.

Entraste a la casa, dejaste todo en la cocina, cerraste puertas y ventanas. Tu abuelo te miró extrañado.

-¿Qué sucede hijita?- Dijo sentándose en su colchón.

-¿Qué pasa (t/n)?- Tu hermanita se acercó a ti.

-Se trata de él, abuelo, Akuseru está por aquí, me lo encontré y a pesar de que iba cubierta me reconoció- Tu abuelo se sorprendió ante tal declaración. Ahora volvían a estar nuevamente en peligro tú y tu hermana, quién cumplió recientemente sus 10 y tú los 18.

-¿De quién hablas hermana?¿De quién mató a nuestra familia?- Tu asentiste - No..no...no otra vez, ¡no quiero perderte onee-san!- Tu hermana se abrazó fuertemente a ti.

Ahora ambas vivían con miedo. Tu abuelo propuso que cada uno durmiera con sus espadas. Sí, en uno de sus mandados él había ido a tu antigua casa y trajo tus cosas y las de tu hermana, entre ellas la katana que te había regalado y fue él que les notificó que tu familia estaba muerta. No te despediste bien de ninguno y desearías haber abrazado una última vez a todos.

Una noche te despertaste con los gritos de tu abuelo, así que tomaste tu espada para ir a ver qué sucedía.

-Espera hermana, ¿Dónde vas?- Dijo tu hermana tirando de tu kimono.

-Escucha Akihiko, todo estará bien, escuches lo que escuches allá fuera no salgas de aquí y esconde el cuchillo que te regalé contigo-. En eso sales y cierras la puerta detrás de ti y caminas con sigilo por el pasillo hacia la habitación del abuelo.

No hay nada ni nadie.

-Que raro, Abuelo ¿Dónde estás?- Dijo saliendo de su habitación para continuar caminando en silencio.

Cuando pisaste la sala sentiste algo húmedo en el suelo, por lo que encendiste una lámpara de aceite y lo que viste te hizo dejar la espada en el suelo y la lámpara también.

Tu abuelo había muerto. Estaba tendido en un gran charco de sangre, lo habían cortado de una manera similar a Ryoichi. Te acercaste más y si, estaba definitivamente frío. Saliste de la casa para ver si había alguien más y cuando abriste la puerta principal fuiste agarrada con fuerza hacia atrás, ibas a gritar pero taparon tu boca con un paño y te desmayaste.

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*Narra (t/n)*

El abuelo... fue asesinado... Quién nos brindó paz y tranquilidad durante estos 3 meses en su finca... está muerto... estoy segura de que fue ese maldito de quién tanto me escondía y el que mató a mi familia...

Desperté en otra habitación en la finca después de que me intoxicaran, por lo que veo es aún de noche, estoy atada a un poste en el suelo y mi boca está cubierta con otro paño...no veo rastros de mi hermana o mi espada. Espero que Akihiko esté bien y que sea cual sea el que me haya hecho esto no la hubiese tocado. Escucho pasos afuera de la habitación y me tenso.

-oh queridaaa, ¿ya despertaste?- la puerta corrediza se abre frente a mi y es ese bastardo. Lo miro con odio.

-Me alegro de que despertases-. Me quita la venda de la boca.

-Hijo de tu puta madre ¡¿Por qué me has hecho esto?! ¡¿Dónde está mi hermana?!- Digo mientras intento desatarme violentamente sin éxito alguno.

-Akihiko está en otra habitación, durmiendo- Espero que este degenerado no le haya hecho nada a la pobre. No... tengo que liberarme...mi hermana está en peligro...me necesita.

-No te atrevas a tocarla, es sólo una niña. Hijo de perra, ¡mataste a mi familia! - Bajé mi cabeza y lloré de la rabia y tristeza. Sentí sus manos secando mis lágrimas.

-¡No me toques MONSTRUO!- Sentí una tremenda bofetada que me hizo voltear hacia la derecha, luego agarra mi barbilla y me fuerza a mirarlo, a su cara seria.

-¡Escúchame bien primero! Si, soy un monstruo pero uno que te ama y que NUNCA has notado, uno que mató a tus seres queridos para al fin tenerte pero no mataré a tu hermanita, con una condición- Dice mientras sonríe malignamente -¿Qué es lo que quieres? - Digo mientras él me suelta y yo tengo aún mi mejilla ardiendo.

-Que seas mía, mi esposa- Miro al tipo con asco y desprecio.

-Debes estar loco- suspiro- mataste a mi familia y prometido, me drogaste y secuestraste después de matar a mi abuelo ¿Ahora me vienes a pedir matrimonio como si nada?- Lo que ninguno sabía es que Akihiko había escapado de la finca lejos del lugar no sin antes dejarte una nota.

-Oh, espera un momento- Dijo mientras volvía a ponerte la venda en la boca y salía de la habitación. Se oían sus quejas de enojo al no encontrar a tu hermana por ninguna parte. Volvió a abrir la puerta.

-Maldita sea, escapó esa mocosa- Luego te mira -Como sea, los Tanaka somos poderosos entre los Samurái, no le creerían. Entonces dime, ¿Aceptas ser mi esposa o no?- Dijo poniéndose a tu altura.

-Acepto con tal de que si encuentras a mi hermanita no le hagas nada- Su enamorada lo mira con enojo y él sonríe de manera maliciosamente mientras te fuerza a besarlo.

*Meses más tarde*

Seguías forzada a seguir viviendo con él en la finca que fue una vez de tu abuelo con él. Akuseru se volvió oficialmente un Samurái y muchas mujeres envidiaban tu posición pero si supieran lo que viviste no aguantarían ni de coña lo que tienes que aguantar. Cada vez que intentabas salir eras drogada contra tu voluntad a para volver a ser encerrada. Viste una única vez a tu hermana caminando junto a un grupo de geishas, siendo ella la más pequeñita. y te entregó rápidamente una carta sin que tu marido(si, lo que leyeron, la casó por la fuerza) la viera hacerlo.

Ella escapó y trató de alertar al pueblo lo que te sucedía pero nadie la creyó e incluso hablaban terriblemente mal de ella y tras varios meses en la calles finalmente ese grupo la acogió pero que está bien, lo que te alegró ya que ella no tendría que vivir con el miedo de que Akuseru hiciera algo contra ella que la acabaran dañando gravemente.

Mientras que tú, como dije antes, fuiste forzada a casarte con él y meses después, mientras estabas encerrada después de que él viniera del ejército, te diste cuenta de que estabas embarazada de él.

-No puedo creer que ya faltan 2 meses para ver a mi primogénito- Dijo mientras acariciaba tu hinchado vientre y besaba tu cachete. Tú no te dejabas lastimar físicamente de nadie, ni siquiera de él por lo que tenías un carácter algo fuerte.

Ahora sí que no tenías escapatoria de él. No tenías el apoyo de tus padres, abuelos o siquiera de tu hermano mayor y menor y sólo te quedaba rezar para que en tu encierro, tu hermanita estuviera bien y tu hijo o hija no fuera como tu prometido.

-Fin.

Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora