Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]

Yandere Rey x Reader Rebelde parte 3:

*Narradora PO.V*

-Agh...duelen demasiado- Dijiste mientras te tratabas tus propias heridas de látigo, sentada en la elegante cama con una mirada muerta hacia tus brazos -Me pregunto que ha pasado con mi hermano menor- A tu hermano también lo abandonaron en una habitación del Palacio, separados, sin uno poder saber lo que le hacen al otro.

Alguien toca la puerta.

-Señorita, el Rey dijo que podría traerle té de jengibre y unas galletas, ¿está bien si paso?- Era una sirvienta, se escuchaba amable según tú, así que no tuviste problema -Eh, si, claro, pasa- La puerta se abrió dejando ver a una chica de al parecer no más de 16 años con una bandeja de los mencionados alimentos en sus manos -Aquí tiene, ¿suena bien si la llamo reina?- No te considerabas una reina en lo absoluto pero tarde o temprano te tendrías que acostumbrar a ese sobrenombre -La verdad es que no me considero una ¡auch! Reina- Intentaste moverte pero tus heridas rozaron tu ropa y la sirvienta te ayudó a tratarlas.

-A propósito, ¿Cómo está mi hermano?-.

-Según mi compañero mayordomo que lo atendió, está muy asustado, dolorido y traumatizado por lo que pasó- Tu corazón se quebró al oír eso. Era un pobre niño que apenas comenzaba a vivir su vida perdiendo a sus padres y ahora siendo tratado con esa tortura cruel. No querías involucrarlo en ésto, por lo que te sentiste culpable -Trataron sus heridas pero exige verla- Suspiraste -Yo también, ese niño ha tenido ha tenido una vida dura, Y yo soy su única familia- Esa criada y tú se hicieron amigas en aquella tarde, por lo que te sentiste en paz con ella hasta que terminó de tratar tus heridas y se llevó la bandeja, dejándote sola.

*Una hora después*

-Mi reina, ¿Estás vestida?- Era ese bastardo, tu enojo volvió a incrementarse -Si, adelante, ¿Qué quieres ahora?- Dijiste sentándote en la cama después de caminar por la habitación durante un buen rato. La puerta se abre y es William -¿Qué le han hecho a mi hermano?-.

- Tu hermano está en otra habitación al doblar la esquina- Dijo William.

-Quiero verlo- Dijiste con firmeza.

-Después de que hablemos de algo- Dijo sentándose a tu lado e intentó poner una de sus manos enguantadas en tu hombro pero tu diste un quejido - Oh, lo siento, pero escúchame antes- Dijo firme.

- Bien, ¿qué tienes que decir?- Dijiste de mala gana.

-La primera cosa es que te propongo ser mi esposa y la reina de todo (Inserte país). Tendrás una vida acomodada y lujos, con mi amor y junto a mi- Quedaste estupefacta ante esa petición.

-¿Te atreves a pedirme matrimonio después de demostrar ser un dictador para tu reino, después de matar a mis padres, encarcelarme y torturarme a mi y a mi hermano? Definitivamente...- Antes de que terminaras, él puso un dedo en tus labios -Shh... No hay necesidad de alterarse, mi reina. No he terminado, si dices que no, es probable que mande a quemar a toda la ciudad, o bien, que mate y torture a tu preciado hermano menor ya que es lo que más te importa- Te quedaste indignada y molesta.

-No...no te atrevas a tocarlo...es mi única familia viva- Dijiste suplicante, a lo que él volvió a sonreír con maldad -Está bien, haré lo que sea con tal de que no hagas sufrir a más gente y con tal de que mi hermano se quede aquí conmigo. Me casaré contigo- Dijiste a regañadientes, lo que él respondió con un beso en tus labios.

Tiempo después tus heridas sanaron, te educaron para ser reina y una vez recibiste tu coronación hiciste que hermano menor se entrenase para ser tu mayordomo principal ya que así pasarían más tiempo juntos y te contó que quedó aterrado aquella vez de los latigazos.

Mientras que William en privado trataba de ganarse tu corazón o bien, trataba de hacerte suya por la fuerza pero tú siempre tratabas de rechazarlo hasta que recordabas a tu hermano.

- Más te vale no intentar escapar mi Reina, porque tu hermano morirá y si te encuentro te castigaré- Dijo susurrando en tu oído después de violarte en vuestra cama por la noche.

- Agh, te odio- Siempre tenías la misma respuesta para él.

-También te amo con mucha locura-.

-Fin.