Frases y Cosas de un Chico Yandere[EDITANDO]

Yandere ¡Padre! x ¡Hija! Reader:

*Narradora PO.V*

Desde que tu madre murió, tu padre siempre te aisló de todo el mundo porque según él "no quería perder el único recuerdo de su esposa", pero ahí fue dónde se desató tu infierno.

--Papá, ¿a dónde vamos?-- Se estaban mudando  a una casa al parecer alejada de la ciudad de la cuál NUNCA te dejó salir ni por asomo ¿la escuela? él te educó en casa siempre y te consentía con todo lo que quisieras pero pobre de ti si intentabas salir.

--(t/n), VUELVE AQUÍ-- te regañaba fuertemente, te ataba a una silla en tu habitación con la excusa de "protegerte del infernal mundo exterior" o lo hacía físicamente, pero eso último solo pasaba cuando tenía un muy mal día, lo que casi nunca ocurría y luego te manipulaba para perdonarlo pero si hay algún límite  que no se atrevía a pasar contigo era acosarte o abusar sexualmente de ti.

--Yo NUNCA te tocaría de esa manera, hija-- Y vaya que cumplió esa promesa. Sin embargo, algo que tú no sabías de él es que tenía cámaras escondidas por toda la casa para vigilarte cuando no estuviera ¿y tenías acaso internet o teléfono? No, no quería que algo te incitara a escapar de sus dominios.

--En el mundo del internet hay muchas cosas dañinas para ti, princesa-- Era lo mismo de siempre.
--Pero no conozco nada del mundo allá fuera-- Te intentaste quejar pero en vano ya que él no escucharía tus súplicas por salir.
--Aquí tienes todo lo que desees, cariño, incluso una biblioteca exclusivamente para ti-- Y fue a causa de eso, de esos libros que te diste cuenta de que ese obsesivo sobreprotector ya no era tu padre para ti.

Lo hiciste, preparaste una mochila durante semanas y estaba decidido en que por la noche mientras él dormía tú escaparías. Estabas harta del encierro, de su manipulación, de su abuso verbal, psicológico y a veces físico. Querías conocer a más gente y al mundo en general.

Tomaste con cuidado la mochila y saliste en silencio y a oscuras de tu habitación y toda la casa en general y saliste sigilosamente por el pasillo y tomaste dinero de la caja fuerte, las llaves de la casa y un arma.
--Vuelve a dormir ahora-- escuchaste su voz enojada así que te volteaste y lo viste con un poco de miedo.
--¿No escuchaste? Vuelve a tu habitación AHORA-- Negaste con la cabeza y de pronto sientes como tira fuertemente de tu cabello, arrastrándote a aquel lugar pero consigues apuñalarlo en el brazo y salir corriendo.

--¡agh! ¡Hija! ¡Vuelve aquí!-- Saliste por primera vez de la casa sintiendo el frío aire de la noche pero con un monstruo detrás de ti.
--¡Nunca! ¡Primero morir antes que vivir contigo otra vez!--  Cruzaste una carretera mientras tu padre te seguía persiguiendo pero algo estrepitoso y fuerte sonó en todo el lugar.

--¡AGH! ¡HIJA AYÚDAME!-- Un camión de mudanzas venía de una ciudad a otra y eso fue lo que atropelló a tu padre, matándolo casi al instante y a ti regalándote libertad, así que corriste y corriste libre a la ciudad dónde te quedaste en un albergue para personas sin hogar, sintiéndote en más libertad que en tu propia casa.

¿Hermoso sueño, verdad?

--Desobedeciste mis reglas, hija, ahora NUNCA saldrás de la casa-- Te ató a una silla esta vez en el sótano de la casa. Tu plan había fallado.
--Te equivocas, William-- ya no lo llamarías "papá" o "papi" nunca jamás  en la vida al haber descubierto el monstruo que era en realidad.
--¿Qué cosa?--.
--Un padre no le hace esto a sus hijos, así que para mi no eres mi padre-- Esto lo sorprendió bastante, viniendo de ti.
--Pues tu para mi siempre serás mi hija, y te voy a encerrar aquí dónde nadie va a volverte a encontrar-- Te enojaste ante esto y le respondiste:
--¡Te equivocas! Pase lo que pase, voy a seguir peleando por mi libertad-- Tenías una cuchilla en las manos con la cuál cortaste las ataduras y lo apuñalaste en el abdomen repetidas veces hasta matarlo.

--Ahora sí seré libre, padre, no nos volvamos a encontrar-- Tomaste tus cosas, empacaste y abandonaste la casa con tu padre muerto en el piso ensangrentado.

-Fin.