ETERNA SEDUCCIÓN [TERMINADA]

♡CAPITULO 37♡

Y el beso que empezó como una suave caricia llena de amor, rápidamente se convirtió en una muestra de necesidad y pasión. Los labios de Ruggero recorrieron todo el cuello de Karol, sus hombros y con una suavidad infinita bajo los tirantes de su vestido, para regalarse la seductora vista de sus senos. El aire frío rodeo a Karol, sus pezones se pusieron completamente erectos bajo las palmas de Ruggero, él bajó su cabeza y atrapó uno de sus pezones en su boca y lo succiono, lo beso, lo chupo... en fin la saboreo más y más hasta que cada centímetro de la piel de Karol pedía a gritos sus atenciones, necesitaba sentir sus labios, lo deseaba y Ruggero no tardó en hacer caso a sus silenciosas súplicas besando a Karol por todas partes y tras el paso de sus labios quedaba un camino de completa sensibilidad ansiando más caricias. El vestido de Karol estaba hecho bola alrededor de su cintura, mientras la boca de Ruggero se ocupaba de la parte superior de su cuerpo: su boca, su cuello, sus hombros, sus pechos... sus manos se encargaban de explorar sus piernas; las acariciaba con movimientos seductores, cada vez subiendo más y más... Hasta que se encontró en el lugar cálido y húmedo de Karol. 

En un abrir y cerrar de ojos sus pequeñas bragas desaparecieron. Y con finas caricias deslizó sus dedos por aquellos suaves pliegues rosados.Su miembro volvió a sacudirse dentro de sus pantalones, recordándole que necesitaba enterrarse en ella, sentir que su suave piel lo rodeaba pero sentir a Karol estremecerse entre sus brazos y por sus caricias lo incitaba a seguir con el juego de la seducción. La cargo por la cadera y la sentó sobre el pequeño tocador que había, de un momento a otro se colocó entre sus piernas. Con un suspiro de placer, Ruggero derribó la última barrera entre su firme erección y la suavidad de la piel de Karol.

La penetro lentamente, tan lento que casi dolía. Karol podía sentir cada centímetro del grueso miembro de Ruggero introducirse en ella, y volvió a sentir como salía de ella, de igual forma: muy lentamente. Pero solo fue el primer embiste, porque después de eso, las penetraciones fueron más fuertes, más duras y más rápidas.

 Karol se sujetó de los anchos hombros de Ruggero, disfrutando de cada momento en que lo sentía dentro de ella. Y con cada penetración, los dos se encontraban cada vez más cerca de un abismo lleno de placer, más aturdidos, más desesperados, más necesitados hasta que por fin lo alcanzaron. Ninguno de los dos gritó, no podían si querían que nadie los escuchara, simplemente ahogaron cualquier sonido en los labios del otro en un beso. Un beso que empezó rudo, por todas las sacudidas de placer que sus cuerpos experimentaron. Y el beso continuó, y a medida que se iban recuperando, el beso se fue haciendo más íntimo, más cálido y suave.

-Creo... Que voy a extrañar esto... un buen tiempo-dijo él.

-¿Por qué... lo dices?-preguntó ella.

-No creo que Mike me deje verte hasta que empiece el comercial- contestó.

-Pero solo son tres días-dijo convencida-

-Si, pero ya te dije que no puedo estar ni un minuto sin ti..-

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