♡CAPITULO 64♡

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Apenas termino de pronunciar el monosílabo Ruggero lo golpeó con todas sus fuerzas en la barbilla y Lino cayó al suelo. Inmediatamente se convirtieron en el centro de atención.

Lino se puso de pie dispuesto a regresarle el golpe a Ruggero, pero Lionel y Michael evitaron que los dos siguieran peleando. Candelaria y Valentina fueron con ellos.

-¡No vayan a pelear! ¿Qué clase de ejemplo le van a dar a la niña?..-dijo Candelaria-

-Si, ¿que no ven que están haciendo una escena?..-dijo la rubia-

-¡El no tiene nada que hacer aquí!..-dijo Ruggero-

-¡Estoy preocupado por Karol!..-

-Ya no tienes que hacerlo... Yo me puedo preocupar por ella..-

-Si, seguro, ¡Así como la dejaste tanto tiempo sola!...-

Eso sirvió para hervirle la sangre a Ruggero que quería golpear de nuevo el rostro de Lino, pero otra vez Lionel y Michael evitaron que se pelearan. Un hombre vestido de azul llegó hasta ellos y se cruzó de brazos frente a los 4 hombres, era un enfermero.

Enfermero: ¡Señores! ¡Esto es un hospital! no un rin para que se peleen, si siguen así tendré que echarlos.

-¡El no debería estar aquí!..-

-¡Tú debiste estar aquí hace tiempo!..-

Enfermero: ¡Señores por última vez compórtense!

***: Si, usted muchacho-Le dijo a Ruggero- Tiene que comportarse, si no lo hace, no voy a dejarlo al lado de mi hija.

-Ruggero le tendió la mano y lo saludo-Discúlpeme Sr. Sevilla, me da gusto verlo...-

-A mí me da gusto que haya llegado justo a tiempo, antes de que su hijo nazca...-

Valentina fue a saludar al padre de Karol y se quedaron platicando. El ambiente se volvió más relajado a excepción de las miradas de odio que se lanzaban Lino y Ruggero.

La puerta de los quirófanos se abrió y una enfermera chaparrita salió.

Enfermera: Algún familiar de la señorita Karol Sevilla.

Olvidándose de todos los demás Ruggero y el Sr. Sevilla fueron donde estaba la enfermera. Ella los miró antes de hablar.

Enfermera: ¿Son ustedes familiares de la paciente?-ambos asintieron- ¿qué relación guardan con ella?..-

-Soy su padre, y el muchacho es mi yerno -Ruggero se quedó asombrado al escuchar la forma en que su futuro suegro lo llamo- ¿Cómo está mi hija?..-

Enfermera: Le están haciendo una cesárea, aunque el niño ya está listo para salir.

- ¿Puedo entrar?..-preguntó Ruggero-

Enfermera: Lo siento pero no puede, va a tener que esperar aquí afuera. No se preocupe, ella va a estar muy bien. Si me disculpan...-

La enfermera dio la vuelta y regresó donde los quirófanos. Ruggero y el Sr. Sevilla fueron a reunirse con sus amigos, cuando vio que Lino se acercaba a ellos.

-¿Cómo está Karol?...-preguntó Lino-

-Bien, ella está muy bien. Y señor, tengo que pedirle que se marche. No tiene nada que hacer aquí, sea o no amigo de mi hija. Evitemos más altercados por favor...-dijo el Sr. Sevilla-

Lino asintió, se dio la vuelta y se fue. Todos los demás vieron como desaparecía detrás de la puerta del hospital. Después se sentaron a esperar pacientemente a que la intervención de Karol terminará.

Ruggero estaba alejado de todos ellos. Estaba sentado con los codos apoyados en las piernas y la cabeza entre las manos, cuando sintió que alguien le tocaba el hombro. Levantó un poco la cabeza para ver qué se trataba de...Valentina.

-¿Estás bien?..-

-Ruggero  volvió a bajar la cabeza-¿Por qué no puedo entrar?..-

-Tal vez porque llegaste un poquito más tarde de que habían ingresado a Karol... Pero no te preocupes, es mejor así, dicen que los hombres tienen un trauma psicológico si ven a una mujer en ese estado.

-Ruggero volvió a mirarla-Si, Mike ya me había dicho algo así cuando veníamos para acá -Valentina le regaló una sonrisa de complicidad-¿Es niño o niña?..-

-No lo sé, supongo que tendremos que esperar a que el niño nazca.Karol No quería saber el sexo del bebé si tu no estabas aquí...-

La conversación termino, pero Valentina se quedó a su lado para ofrecerle su apoyo moral, pero no volvieron a hablar. Mientras los demás iban y venían como si no pasara nada a Ruggero se le crispaban los nervios de la espera.

Dos horas después Lionel y Michael se acercaron donde Valentina y Ruggero.

-¿Puros o chocolates?-la voz de Mike interrumpió el solemne silencio-

-¿De qué hablas?..-preguntó Ruggero-

-Cuando nace un niño-le explicó- se regalan puros si es hombre o chocolates si es mujer...-

-Ruggero se encogió de hombros- Aún no sé qué va a ser, así que no es necesario que compren algo...-

-En ese caso, yo comprare los chocolates. Espero que tengas una linda niña tan hermosa como su madre...-dijo Lionel-

-Supongo que eso me deja a mí con los puros, está bien. Yo prefiero que sea hombre...-dijo Michael-

Se alejaron lentamente hacia esas tiendas que hay en todos los hospitales para comprar algún regalo a los enfermos. Ruggero volvió a mirar a Valentina y decidió reanudar la conversación.

-Valen...Te puedo hacer una pregunta...-

-Por supuesto que sí... Dime..-

-¿Por qué crees que el papá de Karol me defendió?..-

-Valentina se rio-Como ya te habrás dado cuenta es un hombre celoso con su hija...-

-Y también contigo, eso es lo que más me sorprende de que haya estado de mi lado...-

-El Sr. Sevilla a sido como un padre para mí. Supongo que sabe que lo mejor para su hija es que tu estés a su lado, y si no eres familiar de Karol no te lo iban a permitir en el hospital -Ruggero le dio la razón-Y... Por lo de Lino, ya es bastante para él tener que soportar que otro hombre, o sea tú, estás con Karol. Que fueran dos, lo mataría...-

-Si, creo que tienes razón...-dijo él-

En eso Michael y Lionel volvieron a aparecer por el pasillo con un regalo cada uno.

Lionel con una caja forrada de flores rosas y Michael con una caja forrada de color azul.

-¡Bien! ahora tenemos que seguir esperando, y esperando, y esperando... Hasta que nos salgan raíces ¿cuánto más va a tardar?..-dijo Lionel-

Apenas termino de hablar, la enfermera con la que habían hablado Ruggero y Sr. Sevilla unos minutos antes apareció por la puerta de los quirófanos buscándolos. Cuando los vio se acercó a ellos.

Enfermera: Señor,-Ruggero se puso de pie-se acaba de convertir en padre de un bebé muy sano...-

Ruggero no dijo nada, porque no podía ni decir dos palabras seguidas que tuvieran coherencia.

Enfermera: En unos minutos podrá ver a su esposa y a su bebé. ¡Felicidades!

Se dio la vuelta y regreso por el mismo camino por el que llegó.

Ruggero se quedó de pie, rodeado de sus amigos, todavía sin saber que hacer o decir.

ETERNA SEDUCCIÓN  [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora