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5 de junio, 2019.


Mamá pateó fuertemente la puerta de mi cuarto dejando se ver a si misma bastante furiosa, sostenía un papel en su mano y a penas me vio, lo lanzó en mi rostro.

—Luke, ¿Sabes cuánto ha subido la factura de la electricidad este mes? — gruñó. Sostuve el papel y abrí mi boca algo impresionado por lo grande de la tarifa. — ¡Llamé a la agencia y me han dicho que el mayor gasto corresponde a tu maldita consola! 

Abrí mi boca algo impresionado aún por la gran cantidad de dinero que salía en aquella boleta. Miré a mamá, quien aún me  miraba roja de furia y le lancé mi mayor mirada de ternura intentando calmarla.

—Lo siento, Ma. Sabes que he estado un poco mal, pero no se volverá a repetir lo siento, dejaré de jugar por un tiempo. —  negocié, hice un pequeño puchero divertido y miré a mamá intentando ganarme su piedad.

Ella bufó fuertemente y comenzó a negar.

— ¡No, no, no! —gruñó. — Yo pagaré esta cuenta, pero tendrás que devolverme cada mísero centavo del total o tendrás que irte de casa, Luke.  Ya es suficiente tu holgazanería e irresponsabilidad. — me regañó desde la puerta. Me acomode rápidamente en mi cama y comencé a negar efusivamente.

—No puedes hacerme esto, mamá. Sabes que sigo un poco deprimido por lo de hace un año. — solté rápidamente. La rubia mujer negó y cerró sus ojos intentando no conmoverse con mis cristalizados ojos.

—Luke, te ofrecimos la opción de asistir a un psicólogo, te negaste. Te ofrecimos la opción de cursar otra carrera y te negaste, te dimos tiempo para que tu lo procesaras pero ya es suficiente. Llevas meses haciendo absolutamente nada. — bufó. — ¡Uh! Lo olvidaba. Dices estar bastante deprimido pero asistes a fiestas de lunes a domingos. No cooperas en la casa, no ayudas con las cuentas, llegas borracho día por medio, estás peleado con tus hermanos y me he enterado que le has cobrado un gran dineral a Jack por cuidar de Finn, ¡A la familia no se le cobra, él es tu sobrino! — sostuve mi cabeza en mis manos mientras soltaba un par de lágrimas.

Mamá se sentó a mi lado y acarició mi nuca. Depositó un tierno beso en ella e intentó buscar mi mirada.

—Yo te amo Luke, eres mi bebé. Pero no puedo quedarme aquí sin hacer nada mientras veo como te destruyes, no puedo seguir cooperando a que te hundas. Debo darte responsabilidades. — se sinceró, mamá. Con sus dedos limpió algunas lágrimas que caían por mis mejillas y se acercó tiernamente a besarme la frente. — Quiero que estés bien, pero debes trabajar para ello, la herida no sanará de la noche a la mañana, menos si no haces algo al respecto.

Un nudo se generó en mi garganta impidiéndome hablar.  Acomodé mi cabeza en las piernas de mi madre e intenté concentrarme en sus caricias.

— ¿Quién te ha hecho tanto daño como para que creas que solo eres suficiente para salir de fiestas? — cuestionó acariciando mis mejillas. — Eres muy talentoso y lo sabes.

—Nada me sale bien, tengo un puto doctorado y aún así no es suficiente para nadie. — solté rendido.

—Las cosas suceden por algo. Quizás no les pareciste suficiente a los de la disquera, pero eso no determina absolutamente nada. La música lo quieras o no es controlada por un mercado que busca ganar dinero a costa de la gente con talento, y siéndote sincera, Rick y los chicos, eran muy distintos a ti, desde la forma de vestir hasta la música que tocaban, esas canciones no era de tu agrado y tu lo sabes. — asentí en su dirección, dándole la razón. — Hijo, estoy segura que la vida te tiene preparado algo genial, pero acá encerrado o borracho por ahí no encontrarás nada.

***

—Lo siento, viejo. Tuvimos muchas matrículas este semestre y ya estamos llenos. — habló Calum mientras me consolaba con caricias en mi espalda. — Nos llenamos hace unas semanas, supuse que con lo de Ashton estarías bien y no te hemos guardado un lugar, lo siento mucho, somos un asco de amigos.

Los ojos del moreno se comenzaron a cristalizar e intenté calmarlo rodeándolo con mi brazo.

—Calum, no te preocupes, encontraré algo rápido. Si quieres ayudar en algo, podrías darme una recomendación. — negocié. El moreno, algo consternado, asintió rápidamente y comenzó a disculparse nuevamente.

—Si no lo logras, sabes que eres bienvenido en mi casa. — soltó Michael. Le sonreí en agradecimiento.

—Sólo necesito un trabajo rápido y fácil. — suspiré intentando pensar en posibles empleos.

— ¿Y qué harás con la banda? — cuestionó Calum. Bufé en su dirección.

—No soporto compartir con ese par de idiotas. — gruñí. — Me he controlado bastante, ya les hubiera pateado el trasero hace mucho. Ashton es demasiado agradable como para ser amigo de ese par de simios.

Michael soltó una carcajada.

— ¿Cómo quieres agradarle si te enrollaste con la chica de uno de ellos? — habló el teñido dejándome con un sinfín de dudas.

¿Acaso Spencer sabía lo ocurrido con Emma?

—Síp. Se notaba que el vocalista traía algo con la castaña esa, los vi bailando en el bar, se besaron un par de veces, pero luego la vi contigo y bueno, ya sabes el final. — explicó divertido Calum. — Él se fue con nosotros en el Taxi, se veía bastante jodido después de saber que la chica se iría contigo. — soltó.

—Eso es ridículo, nada pasa entre ella y yo, follamos una vez, y ebrios. — me excusé. — Eso no le da derecho alguno a ese idiota a menospreciarme.

—Tienes razón, hermano. Pero bueno, cuando uno está celoso la realidad se ve un poco distorsionada. — se sinceró Michael.

—No importa, de todos modos dejaré esa banda de mierda.

kindergarten | luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora