Narra la autora
Habiendo esperado tanto tiempo para poder verles jugar había entusiasmado un poco... quizá bastante a la joven peligris, Amane de nuevo acompañaba a su capitana para evitar principalmente que se metiera en problemas por su manera de tratar a la gente que no le agradaba, como cierto castaño por ejemplo. Ambas se encontraban ya en el gimnasio, se dirigieron a la cancha donde jugaría el Karasuno luego de preguntar en la entrada, al llegar saludaron a Yachi quién ya estaba en la gradería pues solo permiten a una mánager en la banca.
----- B-buenas Tsukino-senpai ----- saludó la rubia a la peligris.
----- Oh, Yachi-chan, buenas ----- respondió la peligris quién dirigió su mirada a la cancha y vió que apenas iniciaba el juego -----. Vaya, parece que llegamos justo a tiempo. ¡Karasuno, fight!
----- Vaya, así que tú eres Mizuki Tsukino ----- habló una chica rubia que tenía pinta de universitaria -----. Hola, soy la hermana de Ryunosuke Tanaka. Mi nombre es Saeko Tanaka, mucho gusto.
----- Igualmente ----- la peligris hizo una reverencia -----. Ah, parece que el Seijoh sacará primero. Podría apostar que... la mitad del porcentaje de personas en este recinto creen que el Aoba Johsai ganará, sin embargo, yo sé que Karasuno será quién se lleve la victoria.
----- Suenas muy segura de lo que dices, Tsukino-san ----- le respondió Shimada -----. ¿Cómo puedes estar tan segura de que eso ocurrirá?
La peligris se giró a mirarlo, a pesar de ser varios años mayor que Mizuki aún así Shimada no pudo evitar sentirse intimidado.
----- Por que, durante la concentración de verano ellos realmente fueron más allá de sus límites ----- respondió mientras se giraba a mirar a los chicos nuevamente -----. Dieron un paso más y evolucionaron para convertirse en más que sólo una parvada de cuervos, pues a su sombra se encuentra el vestigio de un depredador.
La confianza que Mizuki había depositado en los chicos de Karasuno era bastante impresionante, aunque tampoco era como que la chica estuviera exagerando pues era un hecho el cambio que el equipo había tenido antes de las eliminatorias del torneo de primavera. Y como si fuera casi una predicción divina, Karasuno ganó el primer set, aunque se podría decir que más bien "cierta fuerza destructora" no midió bien ni apuntó correctamente su remate pues de ser así el set habría continuado. Ah, pero el segundo set parecía haber robado toda esperanza en aquellos que pensaron "Karasuno ganará este set también", de cierta forma la peligris lo había previsto y acertó al darse cuenta que Oikawa no daría su brazo a torcer tan fácilmente, ¿por qué? ¿por qué no sólo se rendía y se dejaba amedrentar por la sombra del demonio del volleyball que se escabullía y rodeaba al Karasuno?
Mientras los chicos descansaban antes de que el tercer y último set diera inicio, ella dió un paso al frente... llenó de aire sus pulmones y habló.
----- Oi! Karasuno! ----- la voz de Mizuki resonó de entre las voces de los animadores del Seijoh, los chicos voltearon a mirar reaccionando a su voz y no solo ellos lo hicieron -----. Lo están haciendo bien, ahora salgan y demuestren lo que aprendieron bajo mi tutela.
----- Eso haremos Mizuki-hime ----- respondió Daichi quién río un poco al ver el ceño fruncido de la peligris.
----- Oi, Daichi! Te había dicho que me dejes de llamar así ----- replicó la peligris con un sonrojo ligero que denotaba vergüenza.
----- Lo siento, es costumbre ----- se disculpó el pelinegro rascándose la nuca algo nervioso.
Desde el lado donde los jugadores del Aoba Johsai descansaban, Oikawa miraba hacia el balcón de arriba donde la figura de Mizuki parecía resplandecer bajo las luces del techo y le daban un aire como si fuera una deidad que había bajado desde el cielo para bendecir los ojos de los simples mortales. De nuevo volvía a verse tan lejana y fuera de su alcance, aunque en realidad estuviera cerca era como un ilusorio espejismo del desierto.
ESTÁS LEYENDO
SHINE | Ushijima Wakatoshi
Fanfiction¿Cómo puedo decir esto? Por mucho tiempo me gustaste. Si te digo esto ahora, ¿algo cambiaría? Con tu corazón, nada cambiaría. Como un árbol con raíces que son muy profundas, como una estrella que el cielo hizo cuidadosamente. No desaparezcas, no cam...