Act. 17: heir of the invictus demon - Shōyo -

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Narra la autora

El gimnasio designado para el campamento era bastante grande, nuevamente Shōyo notó que el suelo no era de madera como el gimnasio del Karasuno. Habían ya muchas personas allí, jugadores y jugadoras de distintos países, cada uno con una chaqueta deportiva en cuya espalda se podía leer del país del que provenían: Brazil, Polonia, Rusia, Estados Unidos, Francia, Serbia, Eslovenia, Agrentina, Italia, China, Irán, Turquía y República Dominicana por nombrar algunos. Mizuki le pasó al pequeño pelirrojo una chaqueta deportiva de color negro con franjas rojas en los bordes y en cuya espalda con letras blancas se leía "Japón", luego de ponerselas el entrenador a cargo del campamento: el argentino, Julio Velasco; llamó a todos los presentes pues era hora del discurso de bienvenida al campamento.

Aquel hombre era considerado el mejor entranador en el mundo, justo en ese momento el pequeño pelirrojo aún no podía creer que se encontraba en aquel lugar y rodeado de grandes estrellas juveniles del volleyball internacional. Mizuki se aseguraba de prestar atención al discurso pero también no podía evitar preguntarse si Hinata podría con aquel campamento, ¿podría rematar bien sin Kageyama siendo el colocador? Tampoco había tenido tiempo de comenzar a entrenarle como era debido, la peligris sabía a la perfección lo rudo que podía llegar a ser entrenar con jugadores cuya técnica era muy superior en comparación a la propia y temía que el pequeño cuervo se deprimiera.

Así que en cuanto el discurso de bienvenida hubo finalizado, decidió hablar.

----- Hinata-kun, ¿cómo te sientes? ----- fue lo primero que atinó a preguntarle al pelirrojo.

El más bajo miró a su mayor.

----- Un poco nervioso y emocionado a la vez, shishou ----- respondió con una sonrisa sincera.

----- ¿Crees que podrás? Sé lo mucho que ya debes estar acostumbrado a Kageyama, me preocupa que no puedas desempeñarte bien ----- comentó al pequeño con preocupación en su voz.

----- Estaré bien shishou ----- prometió y luego hizo una pausa antes de proseguir -----. A todo esto... ¿Qué estaremos haciendo durante el campamento?

Mizuki sonrió evitando reírse a carcajadas.

----- De acuerdo te lo explicaré brevemente antes de que inicie ----- dirijió su mirada hacia tres pantallas sostenidas por una barra metálica anclada al techo -----. Primero: separan a los jugadores y forman equipos mixtos. Segundo: cada equipo juega dos sets, una vez concluídos se generan al azar equipos nuevamente por lo que nunca jugarás con los mismos jugadores. Tercero: al final del día se muestra los resultados individuales de cada jugador así como su rendimiento, estos se ordenan en un ranking y son mostrados en esas pantallas que ves allá arriba.

----- Wow, entonces ¿nunca hay compañeros fijos? ----- preguntó el pequeño pelirrojo y la mayor asintió -----. Shishou, ¿en qué puesto de los rankings quedó en los años anteriores?

La peligris suspiró con cansancio.

----- En primer año sólo logré entrar en los 100 mejores y el año pasado apenas logré entrar en los 20 mejores ----- respondió y miró hacia donde estaban ya calentando los demás asistentes al campamento -----. Puede que sea la mejor de la región de Kanto y una de las mejores a nivel nacional pero cuando se trata del mundo... aún tengo mucho que mejorar.

Hinata se sorpendió ante las palabras de su mentora, si Mizuki lo decía de aquella forma solo podía significar que "el nivel internacional" era un muro colosal que solo unos cuantos eran capaces de escalar hasta la cima y ver qué había más allá. Pronto tuvo que dejar su pensamiento de lado pues ya estaban comenzando a formar los equipos con miembros aleatorios, el pelirrojo notó que la peligris había dicho la verdad y que en aquel equipo recién formado estaría completamente solo. Realmente nunca esperó que la realidad lo golpeara de aquella forma, todos en su equipo temporal eran increíblemente buenos y aunque hubiera alguno en su misma condición (que asistía por primera vez allí) sin duda alguna quién más atrás se encontraba en técnica... era él.

SHINE  | Ushijima Wakatoshi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora