CAPÍTULO 11

5.7K 401 258
                                    

Desde pequeño, él quería ser el mejor, quería ser un héroe, quería salvar a todos con una sonrisa como su ídolo, All Migth. Pero sus expectativas se vinieron abajo cuando recibió la dura noticia de que era un quickrless, es decir, alguien sin individualidad. En un mundo en él que tener una singularidad lo es todo prácticamente, que se podía esperar de alguien sin singularidad. Los constantes abusos y acosos no hacían más que bajarle la moral, pero eso no fue suficiente para que él abandonara sus sueños, si era necesario, lucharía con o sin quirck.

All Migth le dio la oportunidad de cumplir sus sueños y no podía fallarle, debía ser el mejor, debía superar a Kacchan, a Todoroki, a Atreus, a Kratos. Debía superarlos para demostrar que él sería el siguiente símbolo de la paz. Dentro de poco seria el gran día donde el festival deportivo de comienzo, All might le dio la tarea de sobresalir, de gritarle al mundo, "¡Estoy Aquí!", mostrar de que estaba hecho a todo el mundo, el símbolo de la paz confiaba en el y no podía fallarle.

-¡Ahhh!- con un ultimo grito de esfuerzo Izuku logro completar el correr 10 kilómetros sin detenerse por la playa que el mismo limpio hace meces cuando entrenaba con All might. Ahora el héroe numero uno estaba ausente ya que en estos días previos del festival eran cruciales e importantes en la seguridad y el símbolo de la paz debía de estar ahí.

El peli verde recupero el aliento luego de correr su distancia diaria, luego de un calentamiento de sentadillas, flexiones de brazos y demás ejercicios para mantener su condición al máximo, el correr 10 km era él ultimo ejercicio. Él vestía una sudadera verde, debajo una camiseta blanca, unos shorts deportivos oscuros y finalmente sus tenis rojos. Levantando la vista, observó que había llegado hasta la entrada de lo que parecía ser un pequeño bosque, era la primera vez que se lo encontraba, ya que siempre corría para el lado contrario.

Cuando estaba por retirarse, le pareció escuchar ruidos extraños que provenían del interior del bosque, y siendo influenciado por la curiosidad, se adentro al lugar mientras seguía ese sonido. A cada paso que daba el sonido se hacía mas fuerte, parecía como si alguien estuviera entrenando con algún arma, también observó como varios árboles estaban marcados por cortes y escarcha, -"¿Alguien con un quirck de hielo?"- Pensó el peliverde mientras seguía caminando

Al cabo de unos minutos, llegó a un claro en el bosque, al parecer había alguien allí. Se escondió detrás de un árbol y asomando un poco su cabeza, se dio cuenta de que se había encontrado con su compañero de clases, Kratos. El estaba dando cortes al aire con su hacha mientras esta brillaba en un intenso celeste, y a decir verdad estaba sorprendido de como el azabache manejaba esa extraña arma, ya que en un momento el espartano lanzó su hacha y esta comenzó a girar alrededor de él, era como un remolino furioso.

-Increíble, ¿será que el hacha tiene que ver con sus quircks?. Uno de ellos puede ser telequinesis, así es como atraería el hacha hacia él, pero de ser así, hubiera usado esa habilidad en la estación de rescate....quizá...- Los constantes susurros del chico peliverde revelaron su posición, por consecuente Izuku sintió su corazón detenerse cuando el espartano le lanzó su hacha y esta se clavó en el árbol en el que estaba él, solo quedando el arma a escasos milímetros de su cabeza.

-Niño, ¿Qué haces aquí?- Kratos alzó su mano y atrajo el hacha del leviatán asía él, mientras miraba con su típica mirada inmutable. El fantasma de Esparta estaba vestido con una camiseta blanca, unos pantalones negros y unas botas oscuras, y por último en sus antebrazos traía sus vendas. El chico de ojos verdes le tomó unos minutos recomponer su compostura, sentía su corazón latir a mil por hora mientras veía como algunos de sus cabellos habían sido cortados.

Un espartano en un mundo de heroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora