CAPÍTULO 23

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-¡Ultimas noticias!. Dos jóvenes estudiantes de la U.A., no solo estuvieron enfrascados en la batalla y persecución contra unos villanos altamente peligrosos; culpables de el intento de robo de un bolso y un inocente bebe, sino que también se vieron envueltos en lo que podría haber sido una gran catástrofe. Dicha situación, no solo pudo haber causado una gran pérdida económica, sino de algo más importante, la vida de cientos de civiles inocentes- 

En una casi vacía sala de estar, iluminada por unas pocas luces, solo se oía el sonido de la televisión. El mismo aparato, estaba transmitiendo en vivo y en directo la imagen de una reportera, la cual se hallaba delante de decenas de héroes y oficiales de policía, que investigaban un gran avión en medio de la avenida mas grande de la ciudad.

-Los jóvenes alumnos de la clase 1-A del curso de héroes, conocidos como Atreus y Kratos, detuvieron con sus propias fuerzas la colisión de dos trenes bala en movimiento. Ambos salvaron a cientos de vidas, pero queremos hacer especial énfasis en el mal afamado Miyasashi, o mejor conocido como Kratos. Él solo, usando únicamente su cuerpo, evitó que el avión que esta detrás mío se estrellara contra un rascacielos y luego la calle. Él salvó a todas las cientos de vida en ese avión, y también evitó que una gran explosión, por consecuencia del impacto; arrasara con parte de la ciudad, y muchas más vidas....Déjenme decir que estoy sorprendida,  que alguien que fue tan repudiado y odiado por la comunidad haya hecho algo como esto...es increíble. Ahora solo podemos estar agrá...- 

La televisión fue apagada de un momento al otro, por Kratos que se hartó de escuchar a la reportera. Él solo estaba sentado en un sofá, vistiendo solo un par de pantalones oscuros. Ahora estaba en el hogar de la heroína profesional, descansando. Pasaron solo unas horas desde que detuvo el tren y el avión, y ya estaba en todas las noticias del país, ¿Ahora era considerado un héroe?. 

Cerrando un momento sus ojos, el espartano solo suspiró, mientras presionaba una toalla teñida con su sangre, en el lugar de la herida de su hombro derecho. Esto, para detener el sangrado de la misma.

Logró usar un poco de su regeneración para curarse sus brazos y piernas, pero no del todo. La runa en su pecho le evitaba forzarse al máximo, pero al menos pudo sanarse lo suficiente como para caminar y volver a usar sus brazos. Pero la herida de su hombro era otra historia. Era demasiado grande, y además atravesaba casi todo su cuerpo. 

Mientras presionaba su herida con la toalla, dio un largo bufido, pensando en ¿Por qué se había vuelto débil?.... No, la verdadera pregunta que cruzó en su mente fue: ¿Me estaré volviendo blando?

En el pasado, no habría salvado a nadie, solo su hijo pensaría de esa forma en las tierras nórdicas. Pero llegar aquí, y convivir con los estudiantes de U.A., fue algo que el mismo le llegó a agradar, aunque no lo demostrase. Y pasar tiempos entre adultos, como le decía Mimir, era gratificante a su modo. Y las enseñanzas que le daba a su hijo, mientras hablaban, eran algo que tal vez hizo que cambie, al menos un poco.

Quitando esos pensamientos de su cabeza, volvió su vista a la herida de su hombro. Una vez más, trató de forzar su regeneración, pero solo consiguió sentir un agudo pinchazo a su corazón. La runa maldita estaba muy avanzada, antes no le abría dolido tanto sanarse. Pero ahora, solo bastó con que abriera dos portales al Hades para que se sintiera tan agotado, y el uso de las Alas de Ícaro no le aliviaron en nada. 

Agradecía que la heroína rubia con la que trabajaba, tuviera contacto cercano con Kamui Woods, quien estaba a cargo de la pasantía de Atreus. Gracias a ello, y unas llamadas de Yu, supo con alivio que su hijo estaba bien. Con un par de dolores musculares, pero nada que no sanara en un par de días.

La puerta de la entrada principal fue abierta por la dueña de la residencia. Esta era Yu, que estaba vestida como civil y cargando una bolsa de papel en sus manos. Ella se acercó para arrodillarse junto al adolescente, y dejar la bolsa en la mesa.

Un espartano en un mundo de heroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora