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Nos dirigimos hacía la Casa Principal, el sitio donde se cocían todos los asuntos de la nobleza y también vivienda de la que se esperaba fuese mi futura esposa.
"Ahora que no hay nadie alrededor podré irme fácilmente...".
Sin embargo a motivo desconocido deseaba observar a la chica de nombre Gerda.
El ¿quién? y ¿cómo? resultaban demasiado tentadores.
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El hogar del Señor Aren era enorme, había jardín, una mansión, muchos sirvientes y esclavos, guardias bien armados, esculturas y todo lo que cabría esperar de un personaje no muy lejano a un Rey.
- Querido has vuelto... ¿Sucedió algo malo?
Una mujer contemporánea al Señor de la Aldea (Cuarenta- cincuenta años de edad respectivamente) muy hermosa y de aspecto frágil preguntó nerviosa.
- Hoy estamos de fiesta... Nuestras hijas han vuelto sanas y salvas querida.
Afirmó y detrás de su persona un par de tiernas niñas salieron caminando de la mano hasta llegar al regazo de aquella mujer ahora conocida como su madre y esposa del Señor Aren.
Contaron lo sucedido y en poco tiempo se acabaron las presentaciones.
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No mucho después ambos anfitriones, muy cordialmente me llevaron al interior de su hogar.
Comí algo sabroso después de mucho tiempo de privaciones.
Y al final del día ya medio muerto por falta de sueño llegó la hora.
El momento en que conocería a la Señorita Gerda.
"Estoy un poco nervioso".
Sentí el palpitar de mi corazón.
Una habitación bien decorada se mostró ante mi vista.
###Silvido###
"Este lugar no está mal".
Sopesé hasta que mis ojos se toparon con una figura delgada en un vestido blanco, esbelta, de cabellos rojos y ojos azules como el cielo mismo.
"Uh... Hermosa".
Quedé embobado.
- Jaja... ¿Muchacho te comió la lengua el gato o qué?
Me estrujó el Señor Aren con tal de sacarme de aquel estado de conmoción.
"Puede tal belleza ser hija de este sujeto calvo y feo... ¿Imposible verdad?".
Observé las similitudes y diferencias entre los dos.
- Padre ya te dije que nunca me casaré... Quiero ser guerrera como Helmi y como vos.
Interrumpió la observada y yo simplemente fui ignorado.
"Ugh... Mi corazón se ha roto".
Bromeé y luego seguí el sentido de la conversación.
- Gerda como te atreves a desafiar mi autoridad... Si digo que debes casarte lo harás por las buenas o por las malas.
Gritó el Señor Aren.
- ¡¡¡No!!!
Negó rotundamente.
- Joven guerrero yo...
Me miró el hombre con cara de 'no se que hacer'.
- ...
Y la verdad yo tampoco era muy bueno con estas situaciones.
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Tales of a Demon King [Libro 1 " Ryo's Adventure "]
FantasyEn esta historia seguiremos a Nakaze Ryo en su cruzada por regresar a casa, a su mundo añorado y junto a su querido hermano Nakaze Ao. Exploraremos las bastas tierras de Destroya y seremos testigos desde sus costumbres hasta los secretos más oscuros...