Capítulo Decimotercero " La telaraña (Parte 2) ".

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*A día y medio de Midgard*

Ryo reposaba al aire libre junto al fuego, vientos cálidos rozaban su rostro y un cielo estrellado alumbraba la que sin hesitación parecía una gloriosa vista.

Sin embargo y pese a las circunstancias, dicho joven no sentía más que añoranza, nostalgia y desvaríos.

Ansiaba su mundo, su tierra natal y especialmente a su hermano Ao.

"Ao... Si tan solo estuvieras sano... Si tan solo no me sintiera culpable... Si tan solo no hubiera aceptado aquel encargo... No sé... Quizás solo quizás tú y yo... Tú y yo viviéramos esta fantástica escena de ahora".

Una estrella fugaz barrió el ambiente poniendo broche de oro a la insólita ocasión.

- No importa qué yo... Yo te encontraré.

Estiró sus manos en un intento infructuoso de agarrar el firmamento.

Luego juntó sus ojos y entró decidido en un sueño profundo, muy profundo, un sueño de olvido, un sueño de esperanza.

Una niña y un anciano observan lo sucedido sin dar crédito a ese actuar del que ellos conocían como Demon.

*Japón, Prefectura de Toyama, Orfanato Fukunishi, día 26 del mes 6 del 2014*

- Nakaze... Nakaze Ao a la dirección del centro... Se exige la presencia de Nakaze Ao en la dirección del centro.

Se escuchan palabras en todas partes provenientes de varios altavoces.

- Yo... ¿Por qué me llaman?... No vale la pena llamar a alguien como yo... Debe de ser algún tipo de error técnico.

Se preguntaba un pequeño niño de ojos y cabellos negros como la noche.

Ahora mismo se ubicaba sentado, leyendo afanoso e incómodo en un rincón oscuro, en un lugar umbrío y polvoriento de la biblioteca.

Esa insalubre área había constituido su refugio, su cobijo por los últimos tres años, no su habitación o el sitio de recreo, no, era esa vieja biblioteca llena de historias y aventuras ignoradas.

Mientras otros de su edad buscaban diversión en las nuevas tecnologías, Nakaze Ao viajaba al centro de la tierra con el profesor Lidenbrock, o surcaba mil leguas submarinas junto al Capitán Nemo, o tal vez haría algunas trastadas en compañía de sus amigos Tom Sawyer y Huckleberry Finn, en fin si tenía que elegir de entre ser regañado o abandonar aquella ilusión, prefería encerrarse en ese mundo de felicidad y esperar a que la tormenta pasase.

- Jo jo con aquí estabas joven Ao.

Una voz y una sombra sacaron al pelinegro del trance imaginativo que suponía la lectura.

Primero notó unos zapatos negros de cuero y ulteriormente, poco a poco mientras alzaba la vista llegó a distinguir completamente al responsable.

Era un viejo hombre extranjero, delgado, esbelto, de cabellos y barba blanca, larga hasta su pecho.

Poseedor de una mirada amable protagonizada por ojos azules y seguida de un traje estimablemente caro.

- ¿Quién eres?

Preguntó el aún incipiente adolescente.

- El Señor Rodgers desea adoptarte... Deberías estar feliz ya que te eligió específicamente de entre todos los otros niños... Él es un gran empresario por...(...)

La de voz aduladora e insoportable era la Señora Tanaka, directora del Orfanato Fukunishi y también verdugo de todos los niños del centro social.

Tales of a Demon King  [Libro 1 " Ryo's Adventure "]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora