Capítulo Decimosexto " Un pago para los fieles ".

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*En el Castillo Real de Midgard, en la corte, con el Rey haciendo de juez*

- Por la presente quedarás relegado de vuestra posición... Otro sirviente ocupará tú lugar y luego saldrás de mi reino... En vista de tú leal servidumbre durante todos estos años eso es lo mejor que puedo ofrecerte... Resulta obvio que has caído en la locura... Eres un peligro para ti y para los que te rodean... Tus delirios sin fundamento no tienen cabida en este sitio... Márchate y nunca más vuelvas a aparecer frente a mí.

Finalizó el Gran Rey Valdemar sentado plácidamente en su trono.

- ...

- ...

- ...

Nadie refutó sus palabras, nadie hasta que un viejo hombre de larga barba blanca y túnica de aspecto religioso entró en escena.

- Su majestad la 'Quintus Corvi' desea interrogar más severamente a este blasfemo.

El rey observó con desánimo desde su alta posición y aprobó realizando un sutil gesto con la mano derecha.

- ¡¡¡Salve al Rey!!!

Alabó el solicitante y luego en compañía de unos seis guardias escoltó al sirviente Oliver hasta una especie de mazmorra en la zona oeste del castillo.

*---*

Rudamente encadenaron al anciano a una pared de cuello y manos.

Acto seguido el de la túnica comenzó su interrogatorio.

- Como ya sabrás mi nombre es Ngozi Kristofson y sirvo como obispo a la única verdad y justicia de este mundo... la 'Quintus Corvi'... He oído vuestras palabras atentamente y no me cabe la menor duda de que vos pecador también amáis a los dioses... ¿Pero la cuestión aquí no es de fe sino de honestidad cierto?... No me resultaría raro que fuese la edad de vuestro cuerpo quien hablase?

Preguntó el de nombre Kristofson a tono relajado.

- Digo la verdad... ¡¡¡Lo juro!!!... Y que el mismísimo Odín me castigue de lo contrario.

Tales afirmaciones más una mirada resuelta y de fe ciega hicieron vacilar al hombre de blanco, que si bien no acostumbraba a realizar tales tareas era claramente conocedor de las mentiras y las verdades que cuenta la gente para salvar el pellejo.

- Veo crees decir la verdad... No... Estás diciendo la verdad.

Escuchado eso Oliver respiró aliviado.

Creía que aquella, su mala situación se arreglaría pronto.

- ¿Pero en vuestra historia hay algo que no entiendo?

Oliver miró intrigado hacia el frente.

Una sonrisa se asomaba macabra en los labios de aquel supuesto servidor de los dioses.

- ¿Qué es?

Cuestionó dudoso.

- ¿De dónde un simple sirviente sacó un frasco de veneno de Mariposa Carnívora?

Respondió con otra interrogante.

Oliver perdió el aliento, en su frenesí había olvidado algo tan importante como el propio origen de la fatal toxina.

- Yo... Yo.

Trató de explicarse pero fue detenido.

- Eres uno de esos seguidores de la paz... Un Vanis... ¿Jaja... Verdad?... Solo ellos de entre todos los fieles son capaces de tanto extremismo.

Tales of a Demon King  [Libro 1 " Ryo's Adventure "]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora