Dicha mañana la alarma no sonó: Y estaba haciendo todo con prisa, pensando en cómo tendería su cama una vez estuviera de vuelta en casa en la tarde. Bajando cada escalón con su vestido de margaritas meciéndose, agradecida de tener lista su ropa desde la noche anterior, a punto de encaminarse a la puerta de salida cuando su madre la detuvo con una carta en su mano.
—¿Huh?
Se mostro confundida al observar cómo su madre continuaba tendiendo la carta a ella que estaba sorprendida referente a ello. En todos sus dieciséis años era la primera vez que alguien le enviaba una carta (Al menos con seriedad).
Aceptándola dudosamente para darle una mirada de cerca. Tenía pintada unas rosas en tonos rosados suave como otros en rojizo. Y efectivamente su nombre se encontraba ahí. Era una carta bastante bonita a su gusto de forma acertada, una emoción de desear leerla.
Soñando despierta por si podía tratarse de un admirador secreto.
—¡(t/n)! — exclamo de pronto su madre —. ¡Llegaras tarde!
—Oh... — soltó al volver al mundo real —. Lo siento... te vea en la tarde mamá.
—Ten cuidado durante el camino, no andes soñando despierta o podrías tener un accidente, te quiero.
(t/n) sonrió ampliamente a su madre preocupada que beso su cabeza al verla salir por la puerta, guardando la carta dentro de su mochila en tono rosado. Y no le disgustaba su forma de ser dado que solamente eran ellas dos y un viejo gato gordo que solía dormir la mayor parte del tiempo, con un nombre dulce como: Panqueque.
Coloco con cuidado la mochila sobre la cesta de su bicicleta. Subiendo a esta para comenzar a pedalear en camino a la escuela. Aunque técnicamente estaba arribando tarde, era algo que no podía evitar, solo anhelando que el maestro se retrasase igualmente y no tuviera que pasar frente a todos sus compañeros. No le disgustaban las personas en Derry, sabía que muchos eran un tanto despreocupados como fríos, aunque solía llevarse muy bien con la bibliotecaria e incluso unos vecinos, de los tres años que llevaban viviendo en Derry nunca consiguió hacer amigos de su edad más que los vecinos, pero no le deprimía no tener amistades cuando nadie la molestaba, con un aura calmante para todos los que la rodeaban.
Avanzando en las calles con suavidad como con cuidado por no caer de la bicicleta, notando la escuela alrededor con un pequeño suspiro al no notar a demasiadas personas fuera, ella con otros pocos que arribaron tarde a clases. Dejando su bicicleta con el resto, y tomando su mochila mientras corría alrededor del pasillo con su cabello bailando alrededor tal como su vestido hacían.
Abriendo la puerta con su mala suerte de encontrarse al maestro ya dentro del salón de clases. Un pequeño rubor creciendo en su rostro cuando todas las miradas se centraron prontamente en ella.
—Llega tarde señorita (t/a).
Comento el hombre cruzándose de brazos un tanto molesto al ser interrumpido. Y (t/n) se quedó en donde estaba como si fuese una estatua, realmente nerviosa de obtener tanta atención de esa manera.
—Lo sé... — contesto con una voz suave como nerviosa —, yo lo siento mucho... no era mi intención llegar tarde.
—Tome su asiento y continuemos con la clase.
—Gracias.
Soltó con las mejillas coloradas al encaminarse a su asiento delante de su compañero de clases Ben Hanscome. Obteniendo otras miradas como del grupo de amigos de Bill Denbrough; Eddie Kaspbrak, Stanley Uris & Richie Tozier. Ellos nunca le dirigieron la palabra a (t/n), no porque no quisieran, si no que solían pensar que ella no podría encajar en un grupo como el de ellos cuando la veían conversar tranquilamente con Greta, e incluso a veces hablaba con Victor Criss con una sonrisa amable en su rostro para el chico.
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Romantic Bird {Stanley Uris & Lectora} Finalizada
FanfictionLas misteriosas cartas que arribaron en el verano de 1992: Listas a cambiar la historia una vez ya escrita. ------ Todos los personajes tienen 16 años en esta historia. Crossover con el anime & Manga: Orange.