Se encontraban casi listos para marcharse del parque cuando guardaron todas sus cosas en sus bolsos. Dándole una última mirada al baño de pájaros donde se encontraba el supuesto Molobro, mirándolo como si estuvieran despidiéndose de él con sus miradas cuando un sonoro bum hizo que el ave agitara las alas.
—¿Qué fue eso?
Hablo (t/n) mirando a Stan con curiosidad del sorpresivo sonido que los tomo por sorpresa, esperando a que el chico a su lado contestara, aunque al igual que ella se mostró igual de confundido al tratar de individualizar la causa del brusco sonido.
No había sonado como un disparo ni como un caño de escape. Antes bien, como una puerta abierta de golpe en una película de terror, llena de castillos, mazmorras y efectos sonoros.
No vieron nada.
Stan tomo la mano de (t/n) cuando decidió empezar a andar hacia la cuesta, rumbo a Kansas street. El atardecer creaba un ambiente tétrico cuando los árboles creaban sombra directamente en la torre-deposito.
—El ruido que oímos tuvo que provenir de esa puerta — señalo (t/n) —. Aunque no pudo abrirse por el viento cuando no hay.
—Investiguemos.
Ella no pudo negarse a la sugerencia de Stan cuando la curiosidad la invadía de igual manera. Eran jóvenes, y aún mantenían su curiosidad intacta. Similar a las aventuras que solía leer en sus libros de ciencia ficción, una aventura que los protagonistas tomaban con valentía, pero una parte de (t/n) sabía que algo no era común en el evento de la puerta que llamo la atención de ellos dos.
Pero (t/n) no pudo detectar que era lo que iba mal.
La puerta era de gran tamaño, con su mano libre Stan empujo la puerta por si fue el ruido que escucho junto a (t/n), pero ambos descubrieron prontamente que no fue la puerta.
—Probablemente la puerta estaba abierta desde un prin...
Las palabras de Stan quedaron en el aire cuando su pie toco algo. Él y (t/n) bajaron la vista y vieron que era un candado. Mejor dicho: Los restos de un candado.
En esa ocasión quien empujo la puerta fue (t/n) para ver si había alguien en el interior de la torre-deposito. Stan la siguió decidido para comprobar si alguien estaba en el interior y fue el causante de dicho sonido, al adentrarse ambos se toparon con una estrecha escalera que llevaba hacia arriba describiendo un espiral.
—¿Hay alguien aquí? — pregunto Stan —.
No hubo respuesta.
—Deberíamos irnos — sugirió (t/n) nerviosa —, creo que algo no está bien aquí.
—Sí, creo lo mismo.
A punto de marcharse hacia la puerta fue cuando se detuvieron al escuchar música. Intercambiando una mirada para confirmar que ambos estaban escuchando lo mismo, era débil, pero Stan la reconoció: Música de organillo.
—Huele a palomitas y algodón de azúcar — (t/n) comento sorprendida —.
—Quédate aquí.
—¿Eh?
Soltó, pero sin embargo eso no detuvo que Stan soltase su mano para empezar a subir por los escalones con (t/n) mirándole de forma preocupada. Algo en todo eso no le daba un buen sabor de boca. Si bien el olor a dulce era tentativo ella continúo pensando que algo en todo eso era demasiado anormal como para dejarse llevar fácilmente, pero se lamentaba de no haber detenido a Stan de aquella tentación.
—Stan...
Le llamo, pero Stan solo continúo subiendo los escalones para alejarse más y más de ella como si estuviera hipnotizado. Intento dar un paso hacia adelante para seguirlo escalones arriba cuando una mano mojada toco su hombro haciéndola temblar, como si de pronto el día caluroso se tornase en un frío día de invierno, sintió como otra mano se movió hacia el sombrero que yacía en su cabeza, quitándoselo.
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Romantic Bird {Stanley Uris & Lectora} Finalizada
FanfictionLas misteriosas cartas que arribaron en el verano de 1992: Listas a cambiar la historia una vez ya escrita. ------ Todos los personajes tienen 16 años en esta historia. Crossover con el anime & Manga: Orange.